prótesis necesarias para su tratamiento, los materiales para fijarlas, los puertos y aparataje en la cirugía laparoendoscópica. En esta rápida evolución de las técnicas y los accesos quirúrgicos, hoy con la aparición de los robots, que aportarían, según sus promotores, beneficios a la técnica. Por otro lado tenemos en nuestro entorno de habla española, sociedades científicas con mucha solera, como la Asociación Argentina de Hernia (AAH), la Mexicana (AMH) y la Sociedad Hispanoamericana de Hernia (SoHaH) entre otras, que permanentemente defienden e impulsan este saber actualizándolo día a día. Estas ejemplares instituciones son grandes y sólidos pilares que han contribuido a engrandecerla.
Muchas son las técnicas utilizadas en el tratamiento quirúrgico de esta patología asentada en el tejido musculoaponeurótico que protege la cavidad abdominal. Todas deben tener un principal objetivo, reconstruir la biomecánica primitiva de esta pared, la restitutio ad integrum para normalizar sus funciones alteradas por un defecto, entre las que se encuentran: el equilibrio de presiones toracoabdominales, la mecánica respiratoria, el movimiento giratorio y de flexión de nuestro abdomen junto a la protección de las delicadas vísceras que contiene.
Los cirujanos que se acerquen al tratamiento, deben estar formados, primero en las técnicas de cirugía abierta, de reconstrucción anatómica, con el conocimiento suficiente para valorar si reparan el defecto de esta forma o con accesos laparoendoscópicos. Nunca un cirujano de los que llamamos “laparoscopistas” debe tratar a estos pacientes, sin haber pasado por el previo aprendizaje anatómico.
Así lo ha entendido el Dr. Ezequiel Palmisano, que conociendo y practicando las técnicas reconstructivas de la pared abdominal, en su permanente inquietud, el progreso consiste en renovarse, como aseguraba Miguel de Unamuno, nos ofrece las técnicas más actuales en esta genuina y oportuna obra. Un cirujano muy joven, con gran futuro y formación, que demuestra su grandeza de ideas, su visión de futuro al dirigir este práctico Manual, que va a ser una referencia para muchos cirujanos noveles, residentes y especialistas en formación.
Con su concepto y visión docente, el Dr. Palmisano lo ha dividido en dos grandes apartados: las hernias de la región inguinal y defectos de la línea media. Quince capítulos en los que han colaborado, elegidos desde el conocimiento, expertos cirujanos con gran experiencia y autores de técnicas propias como el Dr. Moreno Egea, el Dr. Manuel Martin o el Dr. Derlin Juárez Muas, entre otros.
Inicia el Manual un excelente capítulo sobre la enseñanza actual de la Cirugía, que firma el Rector del Instituto Universitario Italiano de Rosario Prof. Mario Alberto Secchi y el Dr. Mariano José Blanco.
El Manual, está pensado para que, con una rápida mirada, se encuentre tanto la anatomía específica de la región como las maniobras claves, los pasos escalonados y los movimientos más recomendables, que los reconocidos autores exponen con claridad, apoyados en imágenes concretas, destacando lo esencial para poder adquirir el concepto global de la técnica descrita.
Conocí al Dr. Ezequiel Palmisano a través de la Sociedad Hispanoamericana de Hernia la cual presido, y es destacado miembro como vocal de la Junta Directiva. Desde el primer momento vi en él, a una persona inteligente, a un cirujano formado con permanente deseo de aprender desde el respeto, equilibrado, coherente, con una mente apasionada y abierta al porvenir científico. No me equivoqué en mi juicio, ni en mi confianza; estoy muy orgulloso de su trayectoria, compartimos desde la amistad sincera, la pasión y la inquietud por la Cirugía de la Pared Abdominal, que siempre tratamos de enseñar con espíritu libre y universitario. Estoy seguro que este primogénito Manual Práctico, será el principio de otros muchos logros docentes.
Felicidades Dr. Palmisano y gracias por su confianza. Estoy seguro del éxito, ¡adelante!, siga el camino que ha elegido. Es un honor para todos los cirujanos que estamos apasionados por esta patología quirúrgica tan especial, en la que hay aún muchas cosas por saber y descubrir.
Jorge Daes
Cirujano General
Ex Presidente de la
Asociación Colombiana de Cirugía.
La cirugía mínimamente invasiva de la pared abdominal se encuentra en una época de esplendor.
Los nuevos procedimientos, tecnologías, materiales e insumos la han transformado en un campo quirúrgico en constante evolución.
Sus inicios, por el contrario, fueron humildes, inciertos y controvertidos. La clase dirigente –el establishment– se opuso con vehemencia a aceptar la revolución de la cirugía mínimamente invasiva, con especial animadversión contra los primeros intentos de reparar las hernias inguinales por la vía laparoscópica.
Fueron los pioneros quienes –con incontrovertibles argumentos e indeclinable voluntad– nos mostraron el camino que debíamos seguir. Toda una generación de cirujanos decidió tomar ese camino sin mirar atrás.
Los cirujanos que están comenzando a practicar la cirugía mínimamente invasiva de la pared abdominal, no tienen porque volver a emprender el camino de aprendizaje ya recorrido por los innovadores.
Actualmente, disponemos de mejores cursos de anatomía, de innumerables videos en internet, de redes sociales con grupos cerrados especializados como la International Hernia Collaboration, de cursos de inmersión, de mejores tecnologías e insumos, y de un mayor número de cirujanos expertos que podrían servir de tutores.
El “Manual práctico de cirugía endoscópica de la pared abdominal” del doctor Ezequiel M. Palmisano condensa en una serie de capítulos escritos por autores hispanohablantes, ese largo trayecto de la cirugía mínimamente invasiva en el campo de las hernias y los presenta en un formato dinámico y supremamente útil.
Indiscutiblemente, se debe hacer énfasis en que son técnicas avanzadas que no se dominan en un tiempo corto. Exigen el profundo conocimiento de la anatomía, de las destrezas avanzadas y de los pasos técnicos que se deben seguir, y un entrenamiento formal que, idealmente, debe incluir la disección de cadáveres y la presencia de un tutor.
Vale la pena el esfuerzo. No se dejen desalentar por aquellos que prefieren el statu quo a cualquier cambio, que consideran desgastante e innecesario el esfuerzo de implementar nuevos procedimientos, aunque hayan demostrado su utilidad.
La frase “un barco está seguro en el puerto, pero no es ese el objetivo de construir barcos”, atribuida a Albert Einstein y a John Augustus Shedd, es aquí pertinente.
La cirugía no es una actividad de puerto. Nosotros, los cirujanos, florecemos en la tormenta.
Permítanme recurrir a lo expresado por John F. Kennedy y decirles que, cuando adoptamos la cirugía mínimamente invasiva a pesar de la reticencia del establishment, cuando practicamos las primeras herniorrafias por laparoscopia, cuando ampliamos la vista del espacio extraperitoneal, cuando hicimos esas y otras cosas, no las hicimos porque fueran fáciles, las hicimos a pesar de ser difíciles. Las llevamos a cabo porque en el proceso adquirimos nuevas habilidades, mayores conocimientos de la anatomía y de las estrategias para el reparo de las hernias y porque, al final, mejoramos la calidad de vida de nuestros pacientes.
Desafío actual de la enseñanza en cirugía
Mario Secchi
Cirujano General.
Rector Instituto Universitario Italiano de Rosario (IUNIR).
Mariano Blanco
Cirujano General.
Docente Instituto Universitario Italiano de Rosario (IUNIR).
La cirugía como pieza fundamental del sistema de salud, es una disciplina eminentemente práctica, enfocada en la acción de profesionales de