adulto debe practicar actividades que mantengan o incrementen la fuerza y tolerancia musculares un mínimo de dos días por semana.
•Debido a la relación dosis-respuesta entre actividad física y salud, las personas que deseen mejorar su condición física personal, reducir el riesgo de enfermedades y discapacidades físicas, o prevenir un aumento de peso poco saludable se beneficiarán si superan el volumen mínimo recomendado de actividad física.
BENEFICIOS DE LA ACTIVIDAD FÍSICA Y/O EL EJERCICIO PRACTICADOS CON REGULARIDAD
Se siguen acumulando datos que respaldan la relación inversa entre actividad física y enfermedad cardiovascular, hipertensión, ictus, osteoporosis, diabetes de tipo II, obesidad, cáncer de colon, cáncer de mama, ansiedad y depresión (tabla 1.3). Esto ha quedado en evidencia con estudios de laboratorio, así como con estudios de observación basados en poblaciones a gran escala (11, 19, 22, 25, 45, 51). Desde la última edición de este manual, se han obtenido datos adicionales que refuerzan esta relación. Como se afirmó en la reciente Recomendación del ACSM-AHA sobre la Salud y la Actividad Física (19), «desde la recomendación de 1995, varios estudios epidemiológicos de observación a gran escala, en que participaron de miles a decenas de miles de personas, han documentado claramente una relación dosis-respuesta entre actividad física y riesgo de enfermedad cardiovascular y mortalidad prematura en hombres y mujeres, así como en participantes de diversas etnias» (24, 26, 32, 38, 42, 56). El cuadro 1.2 resume los beneficios de la actividad física regular y/o el ejercicio.
Recientemente, el ACSM y la AHA hicieron pública una declaración sobre Actividad Física y Salud Pública en Adultos Mayores (3). En general, estas recomendaciones son pare-cidas a las pautas actualizadas para adultos (19), aunque la intensidad recomendada de la actividad aeróbica está relacionada con el nivel de capacidad aeróbica de los adultos mayores. Además, se hacen recomendaciones específicamente por la edad respecto a la importancia de las actividades de flexibilidad, equilibrio y fuerza muscular, así como la importancia de desarrollar un plan de actividades que integre medidas terapéuticas y preventivas (31).
RIESGOS ASOCIADOS CON EL EJERCICIO
En general, el ejercicio no causa episodios cardiovasculares en personas sanas con un sistema cardiovascular normal. El riesgo de paro cardíaco o infarto de miocardio súbitos es muy bajo en personas sanas que practican actividades de intensidad moderada (50, 53). Sin embargo, hay un aumento agudo y transitorio del riesgo de muerte cardíaca y/o infarto de miocardio súbito en personas que practican ejercicio vigoroso con una enfermedad cardiovascular diagnosticada u oculta (16, 29, 40, 43, 50, 55). Por tanto, el riesgo de este tipo de episodios durante el ejercicio aumenta con la prevalencia de casos de enfermedad cardíaca en la población. El capítulo 2 contiene pautas para la estratificación de riesgos de personas que deseen aumentar sus niveles de actividad física.
CUADRO 1.2 | Beneficios de la actividad física regular y/o el ejercicio |
MEJORA DE LA FUNCIÓN CARDIOVASCULAR Y RESPIRATORIA
•Aumento del consumo máximo de oxígeno debido a adaptaciones centrales y periféricas
•Disminución de la ventilación minuto con una intensidad submáxima absoluta
•Disminución del consumo de oxígeno del miocardio con una intensidad submáxima absoluta
•Disminución de la frecuencia cardíaca y la tensión arterial con una intensidad submáxima absoluta
•Aumento de la densidad capilar del músculo esquelético
•Aumento del umbral de ejercicio por la acumulación de lactato en la sangre
•Aumento del umbral de ejercicio por el inicio de los signos o síntomas de la enfermedad (p. ej., angina de pecho, depresión isquémica del segmento ST, claudicación)
REDUCCIÓN DE LOS FACTORES DE RIESGO DE ENFERMEDAD CORONARIA
•Reducción de la tensión sistólica y diastólica de reposo
•Aumento del colesterol sérico ligado a lipoproteínas de alta densidad y disminución de los triglicéridos séricos
•Reducción de la grasa corporal total, reducción de la grasa intraabdominal
•Reducción de la necesidad de insulina, mejora de la tolerancia a la glucosa
•Reducción de la adhesión y agregación plaquetarias
REDUCCIÓN DE LA MORBILIDAD Y MORTALIDAD
•Prevención primaria (es decir, intervenciones con que prevenir la manifestación inicial)
•Mayores niveles de actividad y/o condición física se asocian con una mortalidad más baja por enfermedad coronaria
•Mayores niveles de actividad y/o condición física se asocian con una tasa inferior de la combinación de enfermedades cardiovasculares, enfermedad coronaria, ictus, diabetes de tipo II, fracturas osteoporósicas, cáncer de colon y mama, y enfermedad de la vesícula biliar
•Prevención secundaria (es decir, intervenciones después de un episodio cardíaco [para prevenir otro])
•Basándose en metaanálisis (datos reunidos de diversos estudios), los casos de mortalidad cardiovascular y de todo tipo se reducen en pacientes postinfarto de miocardio que participan en un programa de ejercicio de rehabilitación cardíaca, sobre todo como un componente de la reducción de los factores de riesgo multifactoriales
•Los ensayos con distribución aleatoria sobre el ejercicio de rehabilitación cardíaca para pacientes postinfarto de miocardio no respaldan una reducción en la tasa de reinfartos no mortales
OTROS BENEFICIOS