Vladimir Issurin

Entrenamiento deportivo.


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Preparación psicológica (mental) Desarrollar la personalidad del deportista para que éste tenga armonía, una alta motivación y una moral estable. Inculcar las habilidades de autorregulación cognitiva del estado emocional de los deportistas para facilitar la realización máxima de su potencial psicofisiológico Preparación intelectual Mejorar el conocimiento general y específico del deporte de los deportistas para completar de forma efectiva su programa de entrenamiento y competiciones

       ■ los principios del deporte elegido: disciplinas, antecedentes técnicos y tácticos, propósitos y condiciones del entrenamiento, estándares de comportamiento –asociación, normas éticas principales;

       ■ los principios de la competición: normas, programa, material, derechos y obligaciones de los deportistas, estándares del“juego limpio”;

       ■ los principios de la metodología del entrenamiento: objetivos del entrenamiento, recursos y métodos, información sobre cargas y recuperación, conocimiento del cuerpo humano y del autocontrol.

      Este conocimiento se transmite a través de conversaciones, conferencias, seminarios, literatura profesional, etc. En particular, la rutina del entrenamiento acompañada de instrucciones breves y explicaciones contribuye a la educación intelectual del deportista. No hay una correlación di-recta entre el nivel de preparación intelectual y los logros deportivos; sin embargo, es obvio que los deportistas de clase mundial están mucho más informados y más educados en conceptos de su propio conocimiento deportivo que los deportistas de clase media.

      Se deduce de lo anterior que los ejercicios físicos se utilizan para solucionar problemas de preparación física, técnica, táctica y, en parte, psicológica. Especialmente valiosos son los ejercicios que combinan el trabajo sobre la capacidad motriz y la habilidad técnica, la habilidad técnica y la táctica, y la táctica y la estabilidad psicológica en el marco del estrés emocional. Tales habilidades, llamadas ejercicios de efecto conjugado, se usan extensamente en el entrenamiento deportivo.

      El diagrama de la figura 1.1 muestra el contenido y la unidad de los componentes y partes esenciales de la preparación deportiva. En la parte superior del diagrama, el entrenamiento y las competiciones determinan la esencia de la preparación deportiva y forman su contenido. En la parte inferior, el contenido principal (entrenamiento y actividades competitivas) se realiza a través de las partes esenciales de la preparación deportiva: preparación física, preparación técnica, etc.

      Un comentario más acerca de la relación entre “entrenamiento” y “preparación”. Muy a menudo, la palabra“entrenamiento”se utiliza para designar “preparación”. Este uso destaca la importancia del entrenamiento como el componente principal de la preparación deportiva.

      El entrenamiento deportivo es un proceso orientado a conseguir una meta que los deportistas siguen para alcanzar sus aspiraciones y ambiciones esforzándose por obtener sus objetivos y metas. No obstante, un deporte competitivo tiene un objetivo general específico: conseguir la perfección en un deporte seleccionado. Éste es el punto específico del entrenamiento de alto rendimiento, a diferencia de otras actividades deportivas como el entrenamiento del estado físico general, la educación física escolar o el entrenamiento físico profesional para las fuerzas armadas, la marina, la policía, etc. El objetivo general se puede plantear más específicamente en un período específico o en varios años. En deportes en los que se miden la velocidad, la distancia, la fuerza y otros criterios, se puede expresar como un resultado específico hacia el que los deportistas trabajan; en otros deportes puede ser la posición conseguida en las clasificaciones mundiales, etc.

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      La jerarquía de los objetivos se puede representar como una pirámide, donde el vértice expresa el objetivo general de la excelencia (figura 1.2).

      Obviamente, los objetivos generales determinan la motivación a largo plazo de los deportistas, el estilo de vida, los hábitos y el comportamiento. El nivel medio de la pirámide presenta los propósitos del entrenamiento a través del desarrollo de las capacidades motrices, el dominio técnico, la táctica y la estrategia, la salud y el conocimiento específico del deporte. Evidentemente, cada deporte demanda su propio perfil en conceptos de estos propósitos, que deberían adaptarse a las condiciones específicas del deporte. Está comúnmente aceptado que el contenido y las particularidades de las capacidades tácticas en juegos de balón difieren mucho de los de deportes de resistencia o potencia.

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      La base de la pirámide del objetivo está formada por las metas del entrenamiento que corresponden a tareas concretas de ejercicios o entrenamientos individuales. Por ejemplo, el objetivo del ejercicio de press de banca con carga submáxima es la fuerza máxima de la parte superior del cuerpo. En otras palabras, las metas del entrenamiento son los objetivos más simples y claros que afectan el contenido y la magnitud de la carga de las sesiones específicas de entrenamiento. Las metas del entrenamiento tienen relación con varias capacidades motrices (fuerza, resistencia, rapidez, agilidad), habilidades o elementos técnicos, capacidad táctica o aspectos cognitivos. Normalmente no se seleccionan más de dos o tres metas del entrenamiento para una única sesión de entrenamiento.

      Establecer el objetivo es de gran importancia para la preparación del alto rendimiento y requiere especial atención y la competencia del entrenador. Como ya se ha indicado, el mejor enfoque consiste en definir los objetivos generales con la mayor precisión posible. Esto significa que el entrenador tiene que analizar las capacidades presentes del deportista y hacer un pronóstico realista del futuro. Este pronóstico se puede alterar basándose en dos factores: a) los resultados obtenidos y b) el grado de mejora. Es muy importante que los objetivos generales sean ambiciosos y estén bien fundamentados, y es vital que el deportista los reconozca y pueda alcanzarlos.

      Todo lo anterior es relevante para las metas del entrenamiento. Es muy deseable traducir las metas en datos cuantitativos, en conceptos de tareas motrices, técnicas y tácticas, y, si es posible, también en características antropométricas. Este enfoque cuantitativo de las metas conduce a la creación de un “modelo personal” de la condición óptima del deportista (véase capítulo 8).

      Establecer las metas del entrenamiento es una parte obligatoria del plan de cada sesión. Normalmente, fijar las metas del entrenamiento crea pocos obstáculos; las dificultades pueden empezar con la estructuración de un programa correcto.

      Los conceptos básicos de la metodología del entrenamiento se han acuñado históricamente en respuesta a demandas prácticas; existen objetivos del entrenamiento, contenido del entrenamiento y métodos del entrenamiento. La tabla 1.2 muestra estos conceptos cuestionando primero qué preguntan estos conceptos y respondiendo después.

      La lista de conceptos comienza con“objetivos del entrenamiento”, que ya se han revisado. El siguiente concepto básico es “contenido del entrenamiento”. Todas las actividades que normalmente se llevan a cabo en el entrenamiento tienen que ser sistematizadas de acuerdo con planes a largo, medio y corto plazo. Estos planes describen