en una crisis de legitimidad en el tema tributario. Garzón, en los meses previos al final de su mandato, cedió a las presiones que habían sido tradicionales en el periodo del deterioro, en los años ochenta, y detuvo dos procesos cruciales: el cobro de valorización y la actualización catastral. Aceptó Moreno los riesgos políticos de reiniciar ambos procesos, y la Secretaría de Hacienda llevó a feliz término el de actualización catastral, que dio lugar a un incremento del 20 % en pesos corrientes entre 2009 y 2010 (de 758 mil millones a 910 mil millones) en el recaudo por impuesto predial. Por su parte, el IDU hizo lo propio con el recaudo de valorización.
En los meses finales se organizó la actualización catastral anual, eliminando los sobresaltos de la actualización cada cinco años. Para evitarlos, el Gobierno llevó al Concejo una propuesta que culminó en el Acuerdo 352 de diciembre de 2008, que mitiga el impacto de las actualizaciones catastrales en el futuro, particularmente la misma realizada en el año de aprobación del acuerdo.
El pago oportuno en predial y vehículos se preserva en valores altos. Para el año 2010, el 93,3 % frente al valor esperado (Dirección de Impuestos de Bogotá, 2010). La calificación de riesgo por parte de diferentes agencias calificadoras ha permanecido bien y en algunos casos ha mejorado (ver tabla 2).
Tabla 2. Resumen calificaciones 2005-2010
Nota: Las calificaciones de BRC Investor Services corresponden a las emisiones de deuda pública interna. Las calificaciones de riesgo de Standard and Poor’s, Fitch y Moody’s corresponden a la deuda externa del Distrito. aAAA= Esta calificación se asigna a la mejor calidad crediticia respecto de otros emisores o emisiones del país y normalmente corresponde a las obligaciones financieras emitidas o garantizadas por el gobierno; BB+, BB= Especulativa. Representa una calidad crediticia relativamente vulnerable respecto a otros emisores o emisiones del país; BBB-= Adecuada calidad crediticia. Agrupa emisores o emisiones con una adecuada calidad crediticia respecto de otros del país. Sin embargo, cambios en las circunstancias o condiciones económicas tienen una mayor probabilidad de afectar la capacidad de pago oportuno que para obligaciones financieras calificadas con categorías superiores. b, cBB= es menos vulnerable a incumplimiento que otras emisiones especulativas. Sin embargo, enfrenta constante incertidumbre y exposición ante situaciones adversas financieras, económicas o del negocio, lo que puede llevar a que el emisor tenga una capacidad inadecuada para cumplir con sus compromisos financieros sobre la obligación; BBB= presenta parámetros de protección adecuados. Sin embargo, es más probable que condiciones económicas adversas o cambios coyunturales probablemente conduzcan al debilitamiento de la capacidad del emisor para cumplir con sus compromisos financieros sobre la obligación. dBa: se consideran especulativas y están sujetas a un riesgo crediticio considerable24.
Fuente: adaptado de Secretaría Distrital de Hacienda (2005-2010).
A diciembre 31 de 2010 el indicador “Capacidad de pago” andaba en 3,21 % y el del sostenibilidad en 25,14 % (Dirección de Impuestos de Bogotá, 2010). La Ley 358 señala que el límite para el primero es 40 % y para el segundo es el 80 %. Ambos indicadores disminuyeron durante los años de la administración Moreno, en preparación para adquirir deuda para financiar el metro. Durante el proceso de diseño de la línea de metro, la Secretaría Distrital de Hacienda mantuvo control permanente para evitar que los costos proyectados superaran la capacidad de financiación por parte del Distrito y de la Nación.
El impacto positivo o negativo del Acuerdo 469 de 2011, que regresa a la condonación de sanciones e intereses de mora, está aún por valorarse. Este tipo de medidas mejora los recaudos en el corto plazo, pero vuelve a mandar la señal de que tarde o temprano habrá exenciones, lo que se convierte en un desestímulo para tributar a tiempo.
Evolución durante el periodo
Las gráficas siguientes muestran cómo, a partir del año 1994, los ingresos por concepto de tributación y transferencias aumentaron considerablemente. El periodo analizado comprende los años 1990 a 2006. La periodicidad de los datos es anual, y las cifras en precios corrientes han sido deflactadas a precios de 1998, tomando como referencia el índice de precios al consumidor de Bogotá del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE (s. f.), que tiene como año base 1998.
Figura 2. Ingresos corrientes tributarios 1990-2006
Fuente: adaptado de Bromberg Zilberstein, P. et al. (2006).
Como se puede apreciar en la figura 3, el impuesto al consumo de la cerveza ha conservado un comportamiento estable en el tiempo. Son notorios los cambios de nivel observados después del año 1993 en los impuestos de industria y comercio y predial unificado. Para el primero, se pasó de $221.907 millones de pesos en 1993 a $436.544 millones de pesos en 1994, aumentando 1,96 veces en un solo año, lo que equivale a una tasa de crecimiento de 96,72 % real, estabilizándose hasta 2001 y creciendo a partir de entonces. Este aumento obedece al cambio implementado por el cobro bimestral25 y a la presunción de rentas, posterior a la promulgación del Estatuto Orgánico.
Por su parte, el impuesto predial unificado pasa de $117.320 millones de pesos en 1993 a $216.315 millones de pesos en 1994, aumentando 1,8 veces en un año, lo cual equivale a una tasa de crecimiento de 84,3 % real, y se observa una leve tendencia al aumento a partir de entonces. Cabe señalar que la dinámica de este tributo no es tan notoria como la de industria y comercio, lo cual obedece al estancamiento de los precios de los predios urbanos asociados a la crisis del sector de la construcción durante la recesión de 1999. No obstante, el recaudo se ve favorecido en el tiempo por los mecanismos de formación y actualización catastral, los cuales determinan la sostenibilidad del tributo en el tiempo, y favorecen el proceso de planeación.
La tasa de crecimiento promedio de los ingresos fiscales en la ciudad durante el periodo fue de 8,3 % anual, mientras la tasa de crecimiento calculada para la economía de la ciudad fue de 1,76 %. Es significativo el crecimiento en los ingresos tributarios, muy superior al crecimiento de la economía26.
Figura 3. Evolución de impuestos de mayor participación 1990-2006
Fuente: adaptado de Saldías Barreneche, C. (2010, p. 166).
La tabla 3 muestra la situación del pago de tributos por predial, que considero una buena manera de medir la disposición a pagar de los ciudadanos:
Tabla 3. Cumplimiento del pago predial
Fuente: adaptado de Alcaldía Mayor de Bogotá (2007b).
Los valores son tan altos como los de la encuesta de cultura ciudadana sobre actitudes frente a los tributos (ver más adelante). No se tienen datos sobre el porcentaje de omisos en cada localidad como para intentar caracterizar a quienes no pagan o explicar los bajos porcentajes en las localidades pobres. Por el número de predios involucrados es evidente que el esfuerzo para hacer el cobro es oneroso, pero sin más datos es difícil saber si un programa de cultura tributaria puede influir sobre el pago correspondiente, o sobre el porcentaje en abstracto, que muy posiblemente haya dejado de pagar por dificultades económicas.
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