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¿Cómo enseñar a enseñar lenguaje?


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de la práctica. Su objetivo es que las futuras educadoras y educadores lean en voz alta a niñas y niños de manera expresiva en un jardín infantil al final del semestre: contexto de mayor autenticidad y complejidad.

      En primer lugar, las futuras educadoras y educadores deben aprender a seleccionar un texto apropiado para sus estudiantes y a leer con un volumen y ritmo adecuados, sin caer en la exageración. Además, deben ser capaces de segmentar consistentemente las oraciones en unidades de sentido, con entonaciones, énfasis, alargamientos y cambio de voces a lo largo del texto para captar la atención de niñas y niños.

      La docente comienza el ciclo de aprendizaje con la introducción de la práctica esencial y realiza un modelaje de la lectura en voz alta de una obra infantil para que las futuras educadoras y educadores tengan una representación de la práctica esencial. Posteriormente, descompone la práctica de lectura en voz alta en sus elementos constitutivos para ofrecer después múltiples andamiajes en la primera parte del semestre: selección del texto, volumen y ritmo, entonación, alargamiento y cambio de voces, entre otros. Luego observan un video de una lectura en voz alta y analizan los distintos elementos que configuran la práctica esencial. Semanalmente, la docente va modelando la lectura y va dando oportunidades para que las futuras educadoras y educadores ejerciten algún aspecto de la lectura en voz alta y reciban retroalimentación. De este modo, tienen múltiples oportunidades de aproximación a la práctica que pondrán en acto posteriormente. Una vez que se han trabajado todos los elementos, ensayan su lectura en voz alta: escogen un texto según criterios que son enseñados por la docente y luego, en grupos pequeños, practican cada una su lectura en voz alta y reciben retroalimentación de las compañeras y compañeros; por lo tanto, tienen nuevas aproximaciones a la práctica esencial. Posteriormente, cada educadora o educador en formación videograba su lectura en voz alta, la que es autoevaluada y co-evaluada. Con estos insumos, generan una reflexión final escrita en la que analizan la calidad de la lectura en voz alta y formulan consideraciones para futuras lecturas. Se cierra este ciclo con una visita al jardín infantil donde cada educadora y educador en formación lee en voz alta un texto a un grupo de niños y niñas, es decir, la ponen en acto en un contexto de mayor complejidad.

      Otro aspecto fundamental de la práctica esencial lectura en voz alta interactiva con foco en la comprensión y el vocabulario es la enseñanza explícita de nuevo vocabulario. Las educadoras y educadores en formación, entonces, además de elegir un texto apropiado y de leer en voz alta con voz expresiva, deben ser capaces de seleccionar palabras de la lectura para enseñar a niñas y niños y planificar esta enseñanza a partir de una estrategia propuesta en base a evidencia (Beck & McKeown, 2007; Beck et al., 2008). Una profesora universitaria ha decidido trabajar en el curso Didáctica del Lenguaje Oral con el ciclo de aprendizaje de la práctica. En este caso, la profesora introduce la práctica esencial observando un video en que una educadora enseña la palabra “esmero”, la que ha seleccionado de la lectura El día de campo de don chancho, de Keiko Kazsa. Luego, en parejas, las futuras educadoras y educadores descomponen la práctica de enseñanza de vocabulario a partir de un análisis del video observado. La docente universitaria guía esta descomposición con las siguientes preguntas: ¿qué oportunidades genera la educadora para que niñas y niños aprendan la palabra “esmero”? ¿Cómo responden las y los estudiantes a estas oportunidades? Al final de la actividad, ponen en común la descomposición de la práctica:

       Explicación amigable de la palabra nueva extraída del texto leído.Buscar la definición de la palabra en el diccionario, luego adaptarla utilizando un lenguaje simple y apropiado para el grupo de niñas y niños.

Definición académicaDefinición amigable
Esmero: sumo cuidado y atención diligente en hacer las cosas con perfección.Esmero: hacer algo con mucho cuidado y atención para que quede perfecto.
Recuperado de: http://dle.rae.es/?id=GRkc144

       Revisión de las palabras después de la lectura con uso de recursos tales como movimiento, apoyos, videos, fotos, ejemplos y contraejemplos motivando a niñas y niños a decir las palabras en voz alta.Planificar un recurso que pueda servir para interactuar con la palabra “esmero” e invitar a niñas y niños a verbalizar la palabra cuando participen.

      “Imaginemos que cada uno está frente al espejo y que debe arreglarse con esmero para una ocasión especial. ¿Cómo te arreglas? ¿Qué haces primero? ¿Qué haces después? ¿En qué ocasiones debes arreglarte con esmero?”.

       Uso de las palabras en otros momentos de la jornada y a través del tiempo.Pensar en otras ocasiones del contexto escolar en las que podría utilizarse la palabra para retomar su uso.

      “Cuando la directora nos visita, la sala debe estar impecable, debemos esmerarnos en limpiarla y arreglarla.

      El regalo para la mamá te quedó muy lindo, se nota que trabajaste con esmero”.

       Enseñanza de grupos de palabras relacionadas con las del texto tales como vocabulario relacionado con el jardín o el cuidado del jardín.Diseñar la enseñanza de palabras relacionadas con los modos de hacer las cosas.

      “Hemos aprendido una nueva palabra “esmero”, cuando trabajamos en el proyecto del huerto lo hicimos con esmero. También podemos usar otras palabras para decir cómo hemos trabajado, tales como dedicación, cuidado, entusiasmo”.

      Posteriormente, las futuras educadoras y educadores se organizan en grupos y ensayan haciendo juego de roles para aproximarse a la enseñanza de vocabulario, quienes luego se retroalimentan.

      3. Creando oportunidades de aprendizaje práctico entre cursos

      Uno de los desafíos más complejos en la formación inicial docente es cómo lograr coherencia, articulación y progresión para el aprendizaje de los conocimientos disciplinares, pedagógico-disciplinares y de las prácticas esenciales a través del currículo. Como plantean Cartun, Schutz, Kellwy-Petersen y Franke (2018), la integración de las prácticas esenciales en los currículos de formación inicial docente puede darse a nivel de curso o bien a nivel de programa, lo que implica colaboración y construcción de un lenguaje común entre docentes que forman a futuras educadoras y educadores con foco en la práctica. Para ello, se requiere también de generación de recursos de enseñanza de las prácticas esenciales que permitan fortalecer el vínculo entre cursos de la formación inicial.

      Usaremos aquí para ejemplificar la guía “Selección y uso de libros para lectores iniciales. Guía para la Educación Parvularia” (Barra, Mendive & Ow, 2018). La guía de selección de libros ofrece un repertorio de obras de ficción y no-ficción para niñas y niños de 0 a 6 años. A partir de la propuesta de ciertos criterios pedagógico-disciplinares, se muestra cómo la lectura planificada de un libro, en múltiples ocasiones, con el mismo grupo de niñas y niños, puede favorecer el desarrollo de distintas habilidades del lenguaje oral y, al mismo tiempo, promover el goce por la lectura y la apreciación estética de cada obra, complementando así dos aspectos esenciales de abordar con lectores iniciales, pero que no siempre resulta fácil de visualizar en forma conjunta por las educadoras y los educadores en formación. Sin embargo, la guía también tiene como objetivo lograr que recurran a la planificación de una lectura para profundizar en otros ámbitos de experiencias tales como Interacción y comprensión del entorno o Desarrollo personal y social. De esta manera, lograrán generar relaciones entre distintos campos de conocimiento, reconociendo el libro como una herramienta interdisciplinar que les permite planificar conversaciones extendidas con niñas y niños a partir de temas desafiantes que surjan de la lectura de un libro literario o no literario.

      Si volvemos a la práctica esencial que hemos ejemplificado en este capítulo, podemos observar que la lectura de una obra cuidadosamente seleccionada permite planificar preguntas abiertas, enseñar palabras nuevas, practicar estrategias de comprensión oral, generar comentarios, reflexiones y desarrollar el gusto y motivación por la lectura a partir de su apreciación estética. Sin embargo, lograr un aprendizaje de todos estos elementos teniendo múltiples oportunidades de aprendizaje es inviable en un solo curso