Christian Jiménez Kanahuaty

Bajo la soledad del neón - Antología de cuento contemporáneo de América Latina


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       Hacia una exploración epistemológica del cuento

       Tatuado

       I

       II

       III

       IV

       V

       VI

       VII

       VIII

       Video killed the radio star

       La Ola

       Árboles en la noche

       Un cuento cotidiano

       Encomendar el alma

       Tiempo, intervalos, escalar, quemar grasas

       1. Secuestro

       2. Amanecer

       El otro lado del muelle

       Nos invaden los humanos

       Cyborgiano ka’u (El cyborg de Kuré-reví City)

       Cabeza de poeta

       Información sobre los autores

       Hacia una exploración epistemológica del cuento

      La construcción de la prosa en América Latina se funda socialmente en la exploración de nuevas formas de tomarle el pulso a diversos temas emergentes en la vida de los Estados; es decir que la narrativa en formato cuento es un modo de conocer lo real. Un conocer a partir de la representación de lo real y, sobre todo, a partir de su interpretación por parte de un autor determinado que viene cargado de una serie de experiencias domésticas, cotidianas, educativas y económicas que determinan su escritura y el foco de atención que coloca sobre el devenir de sus personajes (que son creación, recreación e imaginación). Así, el cuento latinoamericano contemporáneo afronta también la ruptura con la tradición. Y no es una tradición que haya ceñido el sistema narrativo del cuento, más bien es una que colocó al cuento en un lugar específico del campo literario e hizo de él una ballena blanca cuya cacería implicaba un riesgo y un ejercicio de estilo, pero también una política. La política del cuento es un reconocimiento sobre su estética, su brevedad y revelación. Si bien la fórmula remite a los factores clásicos de manual de escritura del cuento, hay que notar que ese piso mítico afronta su mutación y distorsión debido a los contextos cambiantes del universo sobre el cual el escritor tiene puestos los pies al momento de escribir. Y es que ningún escritor escribe desde un vacío. Ni tampoco escribe sin precedentes o sin precursores. Por ello, el escritor busca establecer un puente entre ese manual clásico de la escritura del cuento y una forma diferente de conectar lo íntimo con lo exterior; y lo exterior en muchos de los cuentos de esta antología tienen sello de realidad concreta, marcas de agua que delimitan, nombran y connotan una geografía. Una geografía que permite que el cuento tome muchas formas de presencia en el espacio público del debate sobre la narración del presente.

      Aprehender el presente es el límite de la literatura. Es el límite que impone la tradición del rol del escritor como gran traductor de la realidad a una forma de ficción que puede ser consumida como entretenimiento pero que, al mismo tiempo, posee la capacidad de interrogar a lo que cuenta a medida que lo va escribiendo.

      En todo proceso creativo hay problemas, y lo que hace el escritor es recurrir a una selección de lo que se debe contar por el bien de la historia y lo que se debe contar por el bien del formato cuento. En esa tensión de resolución por la historia y el formato, el escritor debe decidir el sentido y el significado que desea otorgarle a lo que escribe. Lo que escribe, entonces, termina por convertirse en la síntesis creativa de una forma de afrontar la selección que la escritura impone al escritor, su rigor y su mirada. El foco de atención es desplazado en procura de la economía de palabras o por la fuerza de la metáfora en el momento justo, o por la epifanía que remite a la idea de que la expiación del personaje debe ser tal solo si tras su descenso al infierno emerge renovado con una pátina vital que le ayudará a afrontar su nueva existencia. A veces, incluso, el cuento solo narra el antes y lo que viene después del conflicto; queda en manos del lector, en su imaginación, el rellenar los vacíos.

      En ese sentido, la interpretación social del cuento es un puente sobre un vacío: un sentido que la prosa en el cuento intenta indagar sobre la discontinuidad. Aquí no se trata de interpretar el tema y los recursos para ponerlos en escena, sino la forma, y más que la forma, los recursos conceptuales y teóricos sobre los que el cuento inconscientemente se mueve para funcionar y ser escrito. Una epistemología del cuento interroga esos niveles de decisión creativa por los cuales atraviesa el escritor a la hora de dar sentido a una historia que tiene en mente; o una historia, si se prefiere, que ha sido socialmente invisibilizada, y el rol que escoge el escritor es básicamente el de hacer emerger esa historia a la superficie. Poner en cuestión la realidad es sacar a flote lo que la propia realidad histórica de cada sociedad se ha empeñado, desde los imaginarios culturales modernos, en ocultar bajo un discurso de modernización y progreso.

      Ningún cuento de esta antología reflexiona por fuera del Estado, aquella formación que históricamente se ha constituido como estructura de dominación que emprende procesos hegemónicos para establecer una gramática que apoye su funcionamiento y su intervención para mapear el sentido de la acción colectiva; es en el espesor de esta realidad que los cuentos funcionan. Dialogan con este estado de situación para romper la tradición desde un lugar de enunciación que posibilita la materialización de una narrativa disruptiva con el orden imperante.

      Los cuentos de esta antología cuestionan