Osvaldo Aguirre

La poesía en estado de pregunta


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       Osvaldo Aguirre (Compilador)

      LA POESÍA EN ESTADO DE PREGUNTA 10 ENTREVISTAS

      

      

      

      

       POESÍA

      Gog & Magog ediciones

      ©2014, Osvaldo Aguirre

       ©2014, Gog y Magog Ediciones

      Diseño de colección: Cecilia Kröpfl

      ISBN 9789509704695

       Hecho el depósito que impone la ley

       [email protected]

       www.gogymagog.com

      Facebook: gogymagog.ediciones

      Instagram: @gogymagog

      Buenos Aires

       2014

      Índice de contenido

       NOTA PRELIMINAR

       Daniel García Helder Episodios de una formación

       Fabián Casas La poesía está en estado de pregunta

       Laura Wittner Percibir, transformarse y escribir

       Sergio Raimondi No hay mundo de un lado y versos del otro

       Cristian De Nápoli El resentimiento como un valor positivo

       Mario Arteca Un novelista que escribe poemas

       Silvana Franzetti La exploración del viajero que no conoce el terreno

       Martín Gambarotta No hablar de poemas ni de poesía

       Eduardo Ainbinder Alambicado, espiralado

       José Villa Una ondulación musical

       Fuentes

      NOTA PRELIMINAR El punto de partida de este libro puede ser situado en una conversación que tuve con Daniel Samoilovich en 2005. En ese momento hablamos sobre los reportajes que venía pu- blicando Diario de Poesía y de la necesidad de actualizar el perfil de la sección. Por su ubicación en el contexto del Dia- rio, como nota de apertura, la entrevista tenía un sentido fuer- te de reconocimiento. Decidir quién ocupaba ese lugar era con frecuencia un motivo de debate en las reuniones del con- sejo de dirección. Una nueva generación de poetas, la de los años 90, estaba ya suficientemente consolidada como para ser considerada en la agenda de las entrevistas. El propio Diario de Poesía había sido parte de su promoción, a través de la publicación de autores hasta entonces inéditos o poco cono- cidos en las secciones de poesía argentina y de la reseña de sus libros. Ahora esos poetas reclamaban un nuevo espacio. Este libro presenta una selección de esas entrevistas, con el foco puesto en poetas de los años 90. Cada conversación supone el examen de una poética en particular y al mismo tiempo de las circunstancias de la época, en un momento de cambio para la poesía argentina. Las discusiones que atravesaron esa década todavía permanecen abiertas y sus efectos son apreciables en la poesía del presente. Las entrevistas permiten abordar temas centrales en esas discusiones, como la cuestión del objetivismo. La entrevista que inauguró la serie fue la de FabiánCasas. Agrego como apertura la que hice para Ba- zar Americano con Daniel García Helder, poeta y editor de notoria influencia en la generación del 90. Osvaldo Aguirre

      Daniel García Helder Episodios de una formación. La producción de Daniel García Helder constituye uno de los centros de gravitación de la poesía que se escribe hoy en la Argentina. Esa posición se ha definido en la convergencia de una serie de operaciones desarrolladas en forma simultánea: la realización de una obra en verso, hasta ahora recogida en tres volúmenes, con el valor de inaugurar una poética; la reflexión sobre el arte, entendida por el autor como articulación del “análisis crítico de obras del pasado con el de obras en curso” y que se despliega en un sólido corpus de ensayos, y la actividad como editor y docente, tomando a su cargo la formación y difusión de poetas más jóvenes. Nacido en Rosario en diciembre de 1961, García Helder suele ser incluido entre los poetas del 90. Su ubicación en ese campo, sin embargo, es particular: está al mismo tiempo adentro y afuera de la corriente, es uno de sus integrantes pero sobre todo la conciencia y el lenguaje de un nuevo punto de partida, el objetivismo. Quince poemas, libro que escribió en sociedad con Rafael Bielsa (1988), fue leído al momento de aparecer como la primera publicación que postulaba con claridad una poética en esos términos, que en principio aludían a la obsesión por los objetos, las virtudes de la prosa como meta del poema y la concepción del poema como otro objeto. El faro de Guereño (1990) y El guadal (1994) fueron los títulos que formalizaron la ruptura con la generación anterior; al respecto, García Helder había ajustado cuentas previamente en “El neobarroco en Argentina”, una impugnación disfrazada de informe periodístico. Su lugar ya fue visualizado por Edgardo Dobry en “Poesía argentina actual: del neobarroco al objetivismo” (1999): el “mirar que no se eleva por sobre la chatura de la realidad, sino que deliberadamente se pone a la misma altura” y “una lengua que renuncia a registros cultos y procedimientos retóricos para filmar la realidad en el mismo caos y en los mismos chirridos con que se manifiesta”, dos de los presupuestos básicos de la nueva poesía argentina, son sus contribuciones personales. El desarrollo de García Helder estuvo muy ligado a Diario de Poesía, publicación que integró desde su primer número, en el invierno de 1986, y en la que ocupó la estratégica secretaría de redacción hasta fines de 2001. La columna de opinión como cuaderno de notas y laboratorio de poesía; el rescate y la reinstalación de poetas olvidados o desconsiderados, con la atención focalizada a menudo en autores “bajos”, en un movimiento que evoca el método de conocimiento de la propia escritura; las intervenciones drásticas sobre el mapa de la poesía argentina (reasunción de Juan L. Ortiz, recolocación de Joaquín Giannuzzi, Francisco Urondo señalado como “punto central de la poesía argentina” de la segunda mitad del siglo XX, entre otras proposiciones) y el apoyo a las propuestas de renovación de los poetas de la generación siguiente, a través de concursos y acciones de política cultural, aparecen como las líneas dominantes de ese trabajo. En 2006 recibió la beca Guggenheim. Tiene inédito Tomas para un documental, anticipado en diversas publicaciones de poesía. -Me gustaría comenzar desde el punto de partida de tu historia como escritor. No desde el momento en que empezaste a escribir sino del primer texto o de los primeros textos de los que te hacés cargo, los que señalarías como el principio de tu recorrido. -Mientras el origen permanece incierto, me remito a los ocho poemas made in Rosario que salieron en el número 4 del Diario de Poesía, marzo de 1987. Con algunas modificaciones, que ahora en general desapruebo, esos poemas integraron El faro de Guereño, que publicó José Luis Mangieri en 1990. Comparando las versiones de la revista con las del libro, saltan a la vista algunos cambios en la puntuación y en los cortes de verso, vestigio de las sucesivas pruebas de ajuste del fraseo y la versificación a la que sometía los textos en esa época. Es sintomático,