del conocimiento tiene dos grandes protagonistas: el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación, y las nuevas organizaciones y redes de relación entre organizaciones por las cuales dicha información circula de manera continua en todos los sectores de actividad.
En esta época, el mundo se encuentra determinado por la transnacionalización y la financiación de la economía. La polarización entre el centro y la periferia se modifican debido al manejo de los monopolios que articulan las políticas de los países centrales, para asegurar la nueva distribución de los bienes.
Después de la Segunda Guerra Mundial se crearon dos modelos económicos. El primero es el keynesiano, el cual tuvo un crecimiento sostenido con la intervención estatal que impulsó la productividad del trabajo y el crecimiento económico. El segundo modelo se originó en la década de 1970 y reemplazó a la economía con base en el capital industrial productivo por el capital financiero. Esto se conoce como la llamada globalización económica. Se trata del proceso que se caracteriza por la libre circulación de bienes y servicios, además de que crea un mercado mundial mediante la eliminación de las fronteras. Es un proceso civilizador en tanto desafía, rompe, subordina, destruye, recrea la vida y las formas sociales de trabajo, las formas de ser, pensar, actuar, sentir e imaginar.
En América Latina y el Caribe, hacia el 2014, la esperanza de vida al nacer es de 78 años para la mujer y de 72 años para el hombre, el Producto Interno Bruto per cápita (PIB per cap.) es de 10,2 y 18 dólares para la mujer y el hombre, respectivamente; finalmente, el índice de desarrollo humano es de 0,74 para la mujer y de 0,75 para el hombre (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo [PNUD], 2015, p. 223). El índice de desarrollo humano es un indicador creado con el objetivo de conocer las condiciones de vida de una región, aporta valores entre 0 y 1, siendo 0 la calificación más baja y 1 la más alta. Con estos datos se podría pensar que la situación de la región no es tan grave como en otras zonas del mundo, pero son promedios y no muestran las enormes disparidades en el interior de la región ni dentro de cada país, considerados como los de mayor inequidad a escala mundial. Es decir, la brecha entre ricos y pobres es muy grande.
El Ecuador está dividido en cuatro grandes regiones: Costa, Sierra, Oriente y el Archipiélago de Galápagos. Hasta mediados del siglo XX, la Sierra acogía a la mayor parte de la población, pero hoy en día en la Costa viven casi la mitad de los ecuatorianos. El Oriente es menos poblado, con un 3 % del total de los habitantes. La población del Ecuador tenía, en 2016, 16’528.730 personas; en el 2017 se incrementó a 16’776.977 personas, que se hallan distribuidas de la siguiente manera: en la Costa, 8’303.168 habitantes; en la Sierra, 7’504.942; en la región amazónica, 898.547; la región insular, 30.890, y las zonas no delimitadas, 39.430 habitantes. Para 2018, se estima que el país tendría 17’023.408 habitantes.
Según las proyecciones del Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos (INEC), para el 2020, Quito tendría 2´781.641 habitantes; Guayaquil, 2´723.665, y Cuenca, 636.996 (INEC, 2020). La población total del país en ese año sería de 17´510 643 personas (Ortiz, 19 de mayo de 2017, p. 1). Sin embargo, la tendencia actual es la reducción del número de hijos y el envejecimiento de la población. “En el año 2025, la población ecuatoriana superará el 10% de adultos mayores con lo cual estará entre los países considerados con una población envejecida” (Paredes, 2016, párr. 9).
En el Ecuador, en 2012, del total de mujeres casadas y en unión libre, de entre 15 y 49 años de edad, el 3 % se declaró sin hijos y el 52,4 %, con tres o más hijos. La tasa de natalidad fue de 25 % y la de fecundidad fue de casi 3 hijos por mujer (INEC, 2015). En la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición-Ecuador (Ministerio de Salud Pública, Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, 2013) se señala que los problemas de los niños y niñas menores de cinco años son preocupantes; la anemia asciende a 25,7 %. En general, las mejoras que se observan en relación con la desnutrición son modestas en relación con la deficiencia de hierro, de vitamina A y de zinc; sin embargo, persiste esta deficiencia de estos micronutrientes en muchos niños. En síntesis, en el Ecuador se prevé para el 2020 un crecimiento anual de alrededor del 0,69 % del producto interno bruto (Banco Central del Ecuador, 2020). Sin embargo, la desigualdad marca los indicadores sociales como se puede evidenciar con el empleo infantil y adolescente que va del 3,9 % en el 2001 al 5 % en el 2016 (Instituto Nacional de Estadística y Censos [INEC] y Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia [Unicef], 2015, pp. 31-35).
1.2.1. Situación geográfica del Ecuador
El Ecuador está localizado en la costa noroccidental de América del Sur, con una extensión territorial de 256.370 km². Políticamente está conformado por 24 provincias, las cuales se dividen, a su vez, en 226 cantones y estos se organizan en parroquias rurales y urbanas. Limita al norte con Colombia; al sur y al este con Perú, al oeste con el océano Pacífico. La capital de la República del Ecuador es Quito.
Figura 1.1 Porcentaje de distribución por superficie en km2 del Ecuador por regiones 2010
Fuente: Villacís, Carrillo (2012). Población, superficie (km2), densidad poblacional a nivel parroquial. Tomado de https://www.ecuadorencifras.gob.ec/informacion-censal-cantonal
El 80 % de la población está expuesta a eventos de carácter sísmico debido a 52 fuentes sismogénicas. La cordillera de los Andes atraviesa el país, además existe un territorio insular netamente volcánico. En el Ecuador existen 72 volcanes con algún factor de riesgo, de estos, al menos 13 con alto riesgo para la población.
La flora de Ecuador abarca entre 20.000 y 25.000 especies de plantas vasculares (plantas con flores, helechos y coníferas), que representan el 10 % del total en el mundo. Existen cerca de 2700 especies de orquídeas, las cuales constituyen el 11 % a escala mundial. La fauna también es grande. Se compone de 706 especies de peces, de más de 400 variedades de anfibios, ocupando el cuarto lugar en el planeta; además, incluye 400 especies de reptiles, 320 variedades de mamíferos y más de 1550 especies de aves, lo que equivale al 8 % del total en el mundo.
En 2017 Ecuador tenía 16’776.977 habitantes (Ortiz, 19 de mayo de 2017, p. 1). La mayoría de la población vive en zonas urbanas, con una densidad poblacional de 49,4 personas por km². La distribución poblacional no es homogénea y se encuentra concentrada en los polos de desarrollo de las principales provincias. En la Costa, la población se concentra en la provincia del Guayas; en la Sierra en la provincia de Pichincha.
El Ecuador es un país multicultural y multiétnico. La Dirección Nacional de Salud (DNS) de los pueblos indígenas señala que el 6 % de la población se considera indígena; el 5 % afroecuatoriana; el 78 % mestiza, y el 11 % blanca. Los indígenas se concentran en su mayoría en las provincias de Chimborazo (70 %), Cotopaxi (60 %), Imbabura (45 %), Bolívar (40 %) y Tungurahua (28 %).
De acuerdo a Méndez (2007), la Tasa Global de Fecundidad (TGF) en el periodo 2000-2010 disminuyó de 3,74 a 2,6 hijos por mujer