Eduardo Adolfo Herrera Herrera

Educación y prevención para la salud sobre cáncer de cuello uterino


Скачать книгу

“Algunas cifras de los diez años”, el nuevo Gobierno heredó 2081 millones de dólares de déficit, cifra que se refleja en el incremento de la deuda pública interna y en el exterior por 13.492,4 millones de dólares; es decir: el 28,8 % del PIB. Este aumentó a 40,2 % en marzo de 2017, lo cual, cuantificado, da 40.465,2 millones de dólares. Una parte de esos fondos sirvieron para el incremento de los empleados públicos, que en el año 2007 fue de 457.469 personas, mientras que en 2017 aumentó a 672.420.

      En términos nominales, el salario mínimo vital pasó de 375 dólares en 2017 a 386 dólares en el 2018 (Ortiz, 19 de mayo de 2017, p. 1) y, para el 2019 el salario básico unificado es de 394 dólares. Por consiguiente, este salario apenas alcanza para cubrir alrededor del 50 % de las necesidades básicas del hogar, tales como alimentación, vestuario, vivienda, educación, salud, recreación, entre otras (Revista Líderes, 5 de agosto de 2019, p 23).

      Se define como pobreza a “aquellos hogares cuyo consumo por persona es inferior a la línea constituida por el valor monetario de una canasta básica de bienes y servicios”, según la Encuesta de Condiciones de Vida (INEC, 2007), la tasa de desempleo registra un aumento en 0,2 puntos porcentuales en los hombres y aumenta en 0,6 puntos porcentuales para las mujeres. Entre septiembre de 2014 y septiembre de 2015, la tasa de desempleo no presenta variación estadísticamente significativa a nivel nacional, en cambio, “la tasa de empleo adecuado disminuye en 1,8 puntos, esta diferencia sí es estadísticamente significativa” (INEC, 2015c).

      En este contexto, el presidente Lenin Moreno recibe una tarea desafiante según la periodista Adriana Bucheli, quién en una nota de prensa que recoje una serie de opiniones de expertos, señala que se debe procurar exportar más e importar menos, atraer a la inversión extranjera mientras se hace eficiente el ahorro; además, debe mejorar la intermediación financiera con el apoyo a las empresas de la economía popular y solidaria; y, finalmente, continuar con los acuerdos comerciales que están avanzando con miras al acceso a nuevos mercados (2017, párr. 12).

      Partiendo de la Encuesta de Empleo, Desempleo y Subempleo (INEC, 2015d), en el Ecuador en septiembre de 2014 y 2015, se estipula que, ante la disminución de los recursos para el Estado por la baja del precio del petróleo, “si queremos lanzar una estrategia de la sociedad del conocimiento, la reforma educativa debe ser analizada de manera específica”, y añade que “hay que conversar sobre el marco institucional y redefinirlo para discutir temas como la eficiencia, la productividad, a quién se le encarga qué y cuáles son las políticas necesarias” (Bucheli, 2017, párr. 19).

      Enríquez, del diario El Comercio, informa que “cuatro sectores tuvieron menos demanda laboral” (2016), según datos del Banco Central y a una encuesta realizada en 983 empresas de las áreas industriales, servicios, construcción y comercio en el año 2015. En el mismo artículo periodístico, José Hidalgo, director general de la Corporación de Estudios para el Desarrollo (CORDES), dijo que el sector del comercio fue uno de los más afectados en crecimiento. Además, Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), aseguró que la época navideña no reactivó al sector comercial del país y Henry Yandún, presidente de la Cámara de la Construcción (CAMICON), mencionó que no solo se dejó de contratar, sino que hay despidos de los trabajadores (Enríquez, 2016, p. A1).

      Con el fin de cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, el INEC, en coordinación con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ha definido algunos parámetros y variables (Organización de las Naciones Unidas, 2015). Para ello ha relacionado la información actualizada que se resume a continuación:

      • Fin de la pobreza: para el 2030 se busca erradicar la pobreza extrema, la cual se mide por un ingreso diario menor de 1,25 dólares. El índice de la pobreza extrema se ha incrementado de 5,2 % en 2015 a 5,4 % en 2016.

      • Hambre cero: poner fin a todas las formas de malnutrición; el objetivo es que en 2025 se logren las metas con respecto al retraso del crecimiento de niños menores de 5 años y abordar las necesidades de nutrición de los adolescentes, lactantes y personas de la tercera edad. Para 2012, el índice nutricional general fue de 25,3 % y para 2014, de 23,9 % (INEC, 2015a, p. 241).

      • Salud y bienestar: reducir la tasa de mortalidad materna a menos de 70 por cada 100.000 nacidos vivos. Para 2015 la mortalidad materna fue de 44,58, aunque faltó recuperar subregistros y homologar los cálculos con base en reglas internacionales.

      • Educación de calidad: para 2030, velar por que todas las niñas y niños terminen los ciclos de enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad, con el objeto de que se den resultados escolares pertinentes y eficaces. Por ejemplo, 41 % de la población escolar femenina ha terminado la primaria y la secundaria durante el ciclo 2015-2016; en el caso de la población escolar masculina, la cifra es de 44 %.

      • Igualdad de género: reconocer y valorar el trabajo doméstico y de cuidado no remunerados, mediante el aprovisionamiento —como prioridad nacional— de servicios públicos, infraestructura, políticas de protección social y la promoción de responsabilidad compartida dentro del hogar y de la familia. En efecto, el 14,39 % de las personas de 12 años y más se dedicaron al trabajo doméstico y a los cuidados no remunerados en el país durante 2012. Esta cifra se mide por la cantidad de tiempo a la dedicación de estos oficios.

      • Agua limpia, saneamiento y energía no contaminante: este objetivo tiene que ver con la labor de las autoridades de los Consejos Provinciales y Alcaldes, que son diferentes con respecto de las ciudades de Quito, Guayaquil, Cuenca y sus provincias. Por ello, será necesario crear parámetros de medición equiparables. El balance energético nacional (que incluye el consumo propio) es de 11,7 %, del cual el 7,3 % proviene de la electricidad; 2 %, de la leña, y 2,4 %, de la caña de azúcar.

      • Trabajo decente y crecimiento económico: promover el crecimiento económico sostenido, el empleo pleno, productivo y el trabajo decente para todos. El indicador es la tasa de crecimiento anual del PIB real per cápita. En los últimos años ha fluctuado: -1,4 % anual en 2015 y 3,0 % anual en 2016. Para 2018 se proyectó en 2 %.

      • Reducción de la desigualdad: para 2030, potenciar y fomentar la inclusión social, económica y política de la gente, independientemente de su edad, sexo, discapacidad, raza, etnia, origen, religión y situación económica. Para medirlo, se tomará en cuenta la proporción de aquellos que viven por debajo del 50 % de la mediana de los ingresos. Esta se desglosa por edad, sexo y personas con discapacidad, que a diciembre de 2016 fue de 19,0 %.

      • Para 2030, reducir de manera significativa las corrientes financieras y de armas ilícitas, fortalecer la recuperación y devolución de bienes robados y luchar contra todas las formas de delincuencia organizada. Es necesario fortalecer el plan de vacunación, los programas de prevención de riesgos, asegurar el acceso a la atención de salud y a los medicamentos, fomentar la salud mental, poner fin a las epidemias, el sida, la tuberculosis, el dengue y el zika.

      Con el fin de cumplir estas metas, es preciso alcanzar un desarrollo adecuado de la medicina familiar y de la atención primaria dentro de las estructuras académicas de las Facultades y Escuelas de Medicina de las Universidades. Un análisis reflexivo debería tener como marco de referencia el que, para cumplir las metas propuestas, se requiere un médico que no solo posea habilidades en la práctica en el primer nivel de atención, sino que vea la Atención Primaria de Salud (APS) como un concepto integral, el cual incluya acciones comunitarias con un enfoque interdisciplinario e interprofesional y que esté integrado a un equipo de trabajo.

      La población del Distrito Metropolitano de Quito es de 2’239.191 habitantes: 1’150.800 (51,37 %) son mujeres y 1’088.811 (48,63 %) son hombres. Partiendo del último Censo de Población y Vivienda del 2010