Jorge Luis Garcia

Evaluación y manejo pediátrico


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      Salud oral

      Helga Lineth Ramírez Velásquez

      Jairo Criado Pacheco

      Enrique Carlos Pitta Peñaranda

      Definición

      Estado de normalidad y funcionalidad eficiente de los dientes, las estructuras de soporte, los huesos, las articulaciones, las mucosas y los músculos de todas las partes de la cavidad bucal, relacionadas con la masticación, la comunicación oral y la expresión facial. La salud oral trasciende en el proceso de crecimiento y desarrollo, en los cambios somáticos y funcionales del ser, y se convierte en uno de los fundamentos del ciclo vital humano.

      Hábitos de higiene bucal

      En los países desarrollados, los hábitos de higiene bucal mantienen su importancia junto con los hábitos alimentarios. En países en desarrollo se ha comprobado que las prácticas de higiene bucal están relacionadas con el nivel socioeconómico. El objetivo es el control de la biopelícula dental y el mantenimiento de las superficies dentarias limpias, por medio del uso del cepillo de dientes y la seda dental, a fin de prevenir las caries, la gingivitis y la enfermedad periodontal.

      La remoción de la biopelícula dental, por medio del cepillo, el hilo y otros elementos complementarios, alcanzan eficacia cuando son aplicados adecuadamente. Sobre esa eficacia influyen aspectos como el diseño de los cepillos, el tipo de dentífrico utilizado y el método y la frecuencia del cepillado. Se recomienda el uso de cepillos dentales de cerdas suaves, de mango largo y grueso para una fácil manipulación por parte del niño. El cepillado dental debe efectuarse 3 veces al día, haciendo énfasis en la importancia del cepillado antes de dormir, debido a que durante 7 horas de sueño se desarrolla, crece y actúa sobre el esmalte dental y el tejido gingival la flora bacteriana productora de caries en el medio ácido bucal, que no puede modificarse en las horas de reposo por la xerostomía fisiológica del sueño. Un instrumento complementario es el uso del hilo dental, para remover la placa bacteriana alojada en los espacios interdentales; esto evita el riesgo de la caries interproximal. El uso de enjuague bucal fluorado también es un método de prevención de caries.

      Tabla 1. Recomendaciones de higiene bucal en niños

Recomendaciones referidas a la higiene bucal en niños
Desde la aparición de los dientes hasta los 2 años• El cepillado debe ser realizado por el adulto responsable.• Si la dieta del niño incluye hasta 4 consumos de azúcar diarios, es suficiente un cepillado nocturno.• Si la dieta incluye más de 4 consumos de azúcar diarios, es conveniente aumentar la frecuencia.• Si existen medidas de ingesta de fluoruro, no es conveniente incorporar pastas dentales con fluoruro durante estas edades, debido al potencial riesgo de producir fluorosis dentaria por el tragado de la solución.• Las características recomendadas para los cepillos manuales son las siugientes: cabeza pequeña, con 3 o 4 hileras de penachos parejos, con mango recto de longitud que permita la manipulación por parte del adulto.
De 3 a 6 años• El cepillado debe ser realizado por un adulto responsable.• En niños con espacios interdentales cerrados, se puede recomendar el uso de la seda dental por parte del adulto responsable.
De 7 a 9 años• El cepillado debe ser realizado o controlado por un adulto responsable.• El estímulo precoz del control de placa en niños depende principalmente de la motivación de los adultos responsables, quienes deben estimular a los niños a realizar su higiene bucal desde que tengan la habilidad suficiente para hacerlo, supervisándolos adecuadamente.• La higiene interdentaria es necesaria en niños con espacios interdentales cerrados y con especial riesgo de caries o enfermedad periodontal.• Los cepillos eléctricos presentan ventajas en niños portadores de ortodoncia o en aquellos que precisan ser cepillados por otras personas.
De 10 a 12 años• Reforzar la recomendación del control de la placa (biopelícula dental) cercana al margen gingival, mediante nuevos diseños de cepillos o técnicas de cepillado.• Estimular el uso de sistemas de higiene interdental por su papel preventivo de la gingivitis.• Es recomendable introducir el control de placa interdental mediante el uso de hilo dental.
Mayores de 13 años• Recomendar adecuadas técnicas de cepillado manual y controlar la calidad de los cepillos para minimizar los efectos adversos del cepillado.• Podría justificarse el uso de cepillos eléctricos (oscilantes rotatorios y contrarrotacionales) en la prevención y control de la gingivitis, así como en pacientes en mantenimiento periodontal.

      La higiene oral se inicia desde la primera semana de vida. La cavidad oral del recién nacido se debe limpiar con una gasa humedecida en suero fisiológico, por lo menos una vez al día. Entre los 2 y 9 años, el dentífrico debe tener hasta 500 ppm de flúor, además hay que asegurarse de que el niño escupa la pasta tras el cepillado y que realice un adecuado enjuague bucal con agua. A partir de los 9 años, la pasta debe contener entre 1000 y 1450 ppm, y se recomienda no enjuagar excesivamente la boca tras el cepillado para aprovechar el efecto tópico.

      Crecimiento y desarrollo de la dentición y la oclusión

      La aparición de los dientes es uno de los aspectos del desarrollo del niño de más fácil observación. Los órganos dentarios se forman a partir de la lámina dental ectodérmica y del tejido conjuntivo mesodérmico adjunto. Las papilas dentales surgen de células del ectomesénquima que se derivan de la cresta neural.

      El feto humano de 6 semanas muestra 10 sitios de actividad epitelial sobre el margen oclusal (tejido blando) del maxilar y la mandíbula en desarrollo, y anticipan la posición de los 10 futuros dientes deciduos o temporales en ambos maxilares. La dentición permanente se forma a partir de la lámina dental, desde el quinto hasta el noveno mes de vida intrauterina, comenzando por los incisivos centrales y finalizando con los segundos premolares. Los primeros molares permanentes se inician a partir de extensiones de la lámina dental, durante el cuarto mes de vida intrauterina. Los segundos y terceros molares comienzan a formarse después del nacimiento progresivamente a las edades de 1, 4 y 5 años. La lámina dentaria se desintegra cuando la cripta ósea que rodea el gérmen dentario ha acabado de formarse. La cronología de la formación dental y de la erupción dental se utiliza como índice de desarrollo y maduración en el niño.

      Primera dentición o dientes de leche

      En esta etapa aparecen 20 dientes primarios, los cuales serán reemplazados por 32 dientes permanentes o definitivos. La cronología de la erupción de las piezas primarias está sujeta a influencias genéticas de forma más acentuada que para la dentición permanente.

      El proceso de la erupción se realiza en 3 periodos que se suceden ininterrumpidamente, y que corresponden a la salida de distintos grupos dentarios de la siguiente manera:

      • En un primer grupo hacen erupción los dientes centrales inferiores, a los 6 meses; luego, los centrales superiores, los laterales superiores y, finalmente, los laterales inferiores. El intervalo de separación cronológica de cada par de dientes homólogos suele ser de 2 a 3 meses. Una vez que han hecho erupción los incisivos, hay un