el campo de conocimiento la didáctica permite formular distintos criterios y desarrollos metodológicos en la enseñanza para alcanzar, en forma concreta y práctica. Establece los puentes entre los fines educativos y el desarrollo de configuraciones metodológicas particulares.
La didáctica tiene un papel central en la investigación, experimentación y sistematización de propuestas, criterios y métodos de enseñanza y de acción docente. La didáctica evoluciona a lo largo del tiempo en función del avance del conocimiento y los cambios sociales.
En el área de las ciencias administrativas hemos seleccionado los proyectos para el trabajo en aula, que consiste en que todos los contenidos puedan ser trabajados mediante la elaboración de un proyecto o plan de acción en el aula, planteando un problema que los adolescentes deberán analizar y resolver, seleccionando alternativas de resolución.
Este se debe organizar en etapas, contar con un tiempo determinado, se deben hacer seguimientos del proceso y resultados. El método requiere la acción grupal de los estudiantes, como también se debe ir sustentando con talleres para la producción de proyectos.
Debe destacarse que la lógica del método de proyectos no se orienta a una propuesta tentativa, singular, para un determinado contexto.
Cols (1998) sostiene: “Hablar de proyecto implica adoptar una manera de planificar la tarea que opone a los planes detallados, rígidos y prescriptos.
Los elementos básicos de un proyecto curricular son:
Las finalidades: ¿para qué?
Los contenidos: ¿qué?
Las decisiones organizativas y metodológicas relativas a la enseñanza y a la evaluación: ¿cómo?
Los principios que debe tener en cuenta un proyecto son:
La tarea del aula es compleja y multidimensional. Se pretende objetivos variados y se realizan actividades en forma simultánea.
El docente, a partir de la reflexión respecto de la práctica, tomará decisiones por las cuales el proyecto se va concretando, completando, ajustando, en el curso de su realización.
El aula constituye un sistema social, abierto, de comunicación e intercambio.
El diseño de proyectos curriculares a nivel del aula deberá tener en cuenta los aspectos didácticos (objetivos, contenidos, metodología de enseñanza) y los referidos al contexto psicosocial, relacionado con las interacciones personales del aula.
El proyecto, para cumplir su función en la enseñanza, debe ser reflexivo, sustentarse con coherencias en cada acción asumida.
El proyecto debe responder ¿por qué? y ¿para qué? se hacen determinadas actividades.
Finalmente, son importantes los aportes de Susana Avolio de Cols (1998), quien en su libro Los proyectos para el trabajo en el aula afirma: “Trabajar con proyectos significa considerar la enseñanza como una actividad social, que se da en un medio complejo…” (Cols; 1998:12).4
Transmitir una experiencia cultural de una generación a otra
Los valores que sustenta la institución son percibidos como inciertos y contradictorios, menos puede la autoridad basarse en esos valores. A partir de allí, el modelo de vocación declina. Se espera menos de los docentes que encarnen principios fundamentales a que demuestren competencia y eficacia profesionales.
Más exactamente, la vocación cambia al docente como profesional, hoy es un trabajador asalariado y afirma Garay (2013): “El trabajador docente camina por múltiples espacios y tiempos fracturados (…), está en un lugar solitario. Hoy el docente no reconoce estas problemáticas y si las reconoce cree que se deben a causas personales y subjetivas de sus pares o los directivos, a las familias de sus alumnos o a los problemas que estos llevan a sus aulas” (Garay, Lucía; 2013).5
Meiriu (2007) sostiene que la responsabilidad del educador es hacer emerger el deseo de aprender, a través de situaciones favorables, diversificadas, variadas, estimulantes, intelectualmente activas, que pondrán al alumno en la posición de actuar y no simplemente en la posición de recibir.6
Como plantea Davini (2005): “Es evidente que quienes enseñen necesitan saber o tener un relativo dominio sobre el conocimiento, la habilidad o experiencia que desean trasmitir. Pero conocer o poseer este saber no es suficiente: se necesita también pensar para qué enseñarlo, cómo enseñarlo y tomar decisiones”.7
ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS
campo disciplinar
Antecedentes históricos
Las actividades de administración son tareas fundamentales que realiza todo grupo humano organizado, de forma natural. Hoy se ejecuta conscientemente por el aprendizaje adquirido a través de los procesos de formación y construcción de nuevos conocimientos.
Existen varias definiciones de la administración, que han surgido y cambiado a través del tiempo, según los avances científicos y tecnológicos.
Según afirma Robbins (1987:5): “Cuando usamos el termino administración nos referimos al proceso de llevar a cabo las actividades eficientemente con personas y por medio de ellas”. Logrando producir bienes y servicios en el tiempo propuesto con la menor cantidad de recursos asignados; una actividad que se aplica en todas las áreas de gestión de una empresa.
Para Chiavenato (2000:1) la administración es la “conducción racional de las actividades de una organización, con o sin ánimo de lucro. Ella implica la planeación, la organización, dirección y el control de todas las actividades diferenciadas por la división de trabajo, que se ejecuten en una organización”. Plantea el siguiente concepto: “administración es el proceso de planear, organizar, dirigir y controlar el empleo de recursos organizacionales para alcanzar determinados objetivos de manera eficiente y eficaz” (Chiavenato; 2007:7).8
En síntesis, para Chiavenato administrar es poner en práctica de una forma interrelacionada donde las cuatro funciones de la administración son: planear, organizar, dirigir y controlar recursos para alcanzar objetivos organizacionales. Define al administrador como responsable del desempeño de una o más personas en el trabajo, haciendo énfasis en que el administrador no es aquella persona que ejecuta, sino el que consigue que otros realicen las tareas.
El proceso administrativo está constituido por secuencias sistemáticas de funciones para realizar tareas, medios, métodos, o manera de ejecutar ciertas actividades.
Los pioneros de la administración aportaron principios generales que hoy son universales y guían la acción de los administradores; para predecir resultados con mayor seguridad, y garantizar el logro de los objetivos y metas institucionales propuestas.
Taylor (1850-1916) “Padre de la administración”
Se la ha designado como la etapa científica desde los fines del siglo XIX e inicio del siglo XX, los autores que se mostraron en investigar desde el punto de vista “científico” la problemática que presentaban las empresas industriales, principalmente por la producción en gran escala y en forma estandarizada.
Frederick W. Taylor (1856-1916). Ingeniero industrial de profesión, nació en Filadelfia, Estados Unidos, se le ha calificado como el “padre de la administración científica”, por haber investigado en forma sistemática las operaciones fabriles, sobre el área de producción bajo el método científico.
Sus obras: Administración de talleres, Principios de la administración científica.
Comenzó como obrero y recorrió los diferentes cargos de la jerarquía industrial, de sus observaciones surgieron hipótesis para desarrollar mejores procedimientos y forma para trabajar. Experimentó su hipótesis