Taylor señaló las siguientes fallas en las empresas industriales:
Irregularidades del esfuerzo administrativo
Falla de relación entre el aparato administrativo y los resultados obtenidos
Ineficiencia laboral
Idea denigrante de los operarios respecto a sus labores
Para superar estos aspectos negativos aconsejó:
Planificar, dirigir y organizar el trabajo, pero separando la planificación de la ejecución.
Organización sistemática del trabajo de acuerdo a métodos científicos, en reemplazo de los métodos empíricos tradicionales
Selección científica del operario e instrucción y adiestramiento para el desarrollo máximo de capacidades y aptitudes
Supresión de las responsabilidades de iniciativa del trabajador para que se pueda concentrar en las instrucciones que recibió de la conducción, lo cual deriva en una mayor productividad.
Crítica a su labor
Los errores del taylorismo o su incorrecta interpretación produjeron la resistencia de los trabajadores por inhumano y antisocial.
El sistema buscó solucionar ciertos problemas causados por el maquinismo, obtuvo éxito en el aspecto técnico, pero fracasó en el social.
Su propósito de dividir y simplificar las tareas aumentó los problemas porque convirtió el trabajo en una actividad sin mayor interés para el operativo.
Al poner orden, racionalizar, evitar gastos y aumentar la división existente se agravó la monotonía de las tareas, el obrero se vio frente a la máquina ruidosa, sin contacto con su empleador, sin efecto por un trabajo que apenas lo compensaba de una existencia vacía.
En síntesis, no tuvo en cuenta los aspectos fisiológicos, psíquicos y morales del trabajo humano, pese a calificar de científica la organización laboral que propone, la despejó de contenido espiritual e impidió al trabajador lograr su realización plena.
Enrique Fayol (1841-1925)
Nacido en Francia, se graduó como ingeniero en minas, en 1860. En 1888 entró a trabajar en un consorcio monopólico de carbón y llegó a gerente, cuando la empresa estaba al borde de la quiebra. Al retirarse, veinte años después, había alcanzado posiciones óptimas.
A partir de 1918 se dedicó a difundir sus teorías sobre administración y fomentó la creación de un centro de estudios en París, el que atrajo la atención del gobierno.
Su obra fundamental es Administración industrial y general.
Para Fayol, las funciones esenciales de la empresa son varias, tienen características propias y requieren habilidades especiales como físicas, intelectuales, morales, culturales, experiencia y otras.
Las divide en seis grupos:
Técnicas
Comerciales
Financieras
De seguridad
De contabilidad
Administrativas
A estas últimas las define así:
Administrar: es prever, organizar, mandar, coordinar y controlar.
Prever: es escrutar el porvenir y confeccionar el programa de acción.
Organizar: es constituir el doble organismo, material y social, de la empresa.
Mandar: es dirigir al personal.
Controlar: es vigilar para que todo suceda conforme a las reglas establecidas y a las órdenes dadas.
Establece la necesidad de la función administrativa y la posibilidad de que sea objeto de enseñanza. Enseña que la habilidad para administrar solo pueda adquirirse trabajando en una empresa, de allí su afirmación de una teoría de la administración.
Sin embargo, deben acumularse práctica y experiencia, de la misma forma en que las escuelas especializadas preparan técnicos cuya formación se completa con el trabajo.
Objeto de estudio Fayol
Fayol creía que la administración se podía enseñar. Le interesaba la calidad de la administración y propuso varios principios para orientar el quehacer administrativo.
1. División de trabajo
2. Autoridad y responsabilidad
3. Disciplina
4. Unidad de mando
5. Unidad de dirección
6. Interés general sobre el individual
7. Justa remuneración al personal
8. Delegación vs. centralización
9. Jerarquías
10. Orden
11. Equidad
12. Estabilidad del personal
13. Iniciativa
14. Espíritu de equipo
Fayol explicó que estos principios administrativos no son de ninguna manera rígidos, y que en diversas situaciones se requiere hacer uso del criterio personal y la mesura. Lo más importante es que constituyen guías universales, y en cualquier tipo de organización humana se pueden aplicar.
Análisis entre Fayol y Taylor
Los dos enfocan sus estudios sobre la misma problemática, pero con puntos de vista diferentes.
Taylor realiza sus estudios desde el nivel obrero hasta la gerencia y Fayol lo hace desde la gerencia hacia los administrativos.
Taylor realiza su investigación a bases de tiempos, movimiento y selección del personal, Fayol establece la necesidad de la función administrativa como objeto de enseñanza. El personal debe tener capacidades y habilidades específicas para cumplir sus tareas administrativas de manera eficiente.
Hipótesis: “las propuestas de las actividades en administración hoy no son significativas desde el punto de vista lógico, psicológico y social”.
Marco conceptual
La enseñanza requiere que provoquemos a nuestros estudiantes a que realicen diferentes actividades con el objeto de aprender, acordamos con Davini (2015) en que “el método de proyectos presenta un importante valor educativo. Además de ser una metodología útil para desarrollar conocimientos, integra sistemáticamente el conocimiento y la acción, facilitando en los alumnos el aprendizaje de métodos racionales de trabajo, la habilidad para planear un proyecto y realización en tiempo, la creatividad, las capacidades expresivas. Favorece el desarrollo del trabajo cooperativo y la autonomía de aprendizaje”. (Davini; 2015: 9)9. De esta manera enseñar por proyectos en el área de administración es una propuesta, tomando un enfoque integrador con otras disciplinas, que puede dar una respuesta a las críticas de hacer más desafiante la enseñanza.
Bixio (2006) menciona que “los nuevos escenarios en los que se producen los procesos de enseñanza y aprendizaje se han modificado y “un proyecto educativo que busca realización, en los de un sujeto autónomo, crítico, solidario, cooperativo, capaz de coadyuvar en la construcción