a que te rellenen el que ya tenemos. —Leo entró en la conversación mientras apoyaba el rostro en su mano contemplando al trío de chicas.
— De acuerdo, compraremos uno y rellenaremos el que ya tenemos. —aseguró Aries de buen humor, sonriendo mientras volvía a beber su té y continuaba llenando su lista mental de compras.
— ¡Comida! —oímos de pronto el grito de Tauro tras aparecer sin camisa y con unos holgados pantalones de dormir.
— Ve a lavarte y vestirte, no seas indecente. —le reclamó Libra.
— Tengo hambre, nadie me despertó. —fue la simple excusa del toro, acercándose mientras se rascaba el pecho y escudriñaba la superficie de la mesa por algo de comer.
— Capricornio y Piscis hicieron tostadas, ¿quieres? —tomé uno de los platos con tostadas y se lo ofrecí. Tauro asintió mientras tomaba el plato con ambas manos, adueñándose de él antes de encontrar un lugar donde sentarse.
— Y un café. —Escorpio apareció vestido y arreglado detrás de Tauro.
Ahora sí estábamos todos reunidos, salvo Virgo, quien continuaba durmiendo. Bueno, después de todo lo sucedido la noche anterior no me extrañaba.
— Dos días serán una eternidad. —se lamentó Tauro mientras contemplaba su tostada con mantequilla.
— ¿De qué hablas? —preguntó Leo.
— De Virgo. No podremos probar su deliciosa comida por dos días. —el gran toro cerró sus ojos al darle una mordida a la tostada.
— Tauro… aunque le hayamos dicho a Virgo que puede levantarse en dos días, no creo que sea capaz de hacerlo. —Capricornio parecía arrepentido de haber dicho aquello.
— ¡¿Qué?! —saltamos todos a la vez.
— ¿Cómo que no será capaz? ¿Acaso mi hermano no podrá volver a caminar? —Cáncer se levantó de golpe, aterrado con la idea.
— No, Cáncer, es solo que la recuperación de una herida de bala puede tardar mínimo una quincena. —intentó calmarlo Capricornio, nuestro súper médico de enigmáticos ojos violetas.
— ¿Una quincena? —Cáncer pareció evaluar el significado de aquella palabra, tomando asiento con lentitud.
— Eso quiere decir quince días, genio. —Cáncer le dedicó una mirada molesta a Aries, quien sonrió con malicia al ver que su objetivo de molestar al otro estaba cumplido.
— Sé lo que quiere decir quincena, gracias. —soltó Cáncer, volviendo a su desayuno mientras refunfuñaba contra la chica al otro extremo de la mesa.
— ¿En serio tardará tanto? —Acuario se inclinó sobre la mesa para poder acercarse más a Capricornio en un intento por que Cáncer no lo escuchara.
— Quince días para que se pueda levantar y después tiene que empezar con la rehabilitación. Supongo que podrá cojear un poco, pero de todos modos tendrá que limitar sus movimientos. —Capricornio era sincero, eso me gustaba de él, pero Acuario no quedó feliz con su respuesta, volvió a sentarse mientras torcía sus labios pensando al respecto.
Yo suspiré desanimada, Virgo no estaría nada feliz con la noticia. Observé en dirección al dormitorio del pequeño peliblanco mientras me preguntaba si estaría bien; Capricornio había asegurado que el sedante que le había administrado le tendría dormido un buen rato.
— De acuerdo, no pensemos en eso. —escuché de pronto la voz entusiasta de Acuario, quien tomó el mando del televisor y lo encendió.
— En otras noticias… La presentación de la nueva obra del afamado Anton Stepanoff, cuyo estreno se llevaría a cabo anoche en el teatro principal, se vio interrumpida tras un aviso de bomba. Las autoridades, así como los asistentes y miembros del elenco se vieron forzados a abandonar el teatro. Aún no está del todo claro el incidente, en estos momentos las fuerzas de orden y el gremio de la Araña Escarlata tienen el caso en… —la voz del locutor de noticias provocó que todos centráramos nuestros cinco sentidos en el televisor.
— ¿Aún no se tiene claro el incidente? ¿Qué quiere decir eso? Es claro que los ٣R fueron, Libra y Piscis se lo dijeron a las autoridades, además… dejamos aquel mensaje en la bodega. —Leo parecía molesto por la falsa información.
— Bueno… tendrían que relacionar lo de la bodega con el atentado de la bomba. —terció Libra.
— Claro, y considera que me he encargado de borrar todo rastro del video que transmitieron los 3R. —agregó Géminis.
— Cierto… eso me recuerda. —Libra se veía inquieto al hablar.
— ¿Qué? —le pregunté.
— ¿Qué vamos a hacer cuando Virgo se dé cuenta de lo que hemos hecho? —en un gesto típico suyo de preocupación, Libra apoyó los codos en la mesa, entrelazó los dedos de sus manos y ocultó la boca detrás de ellos.
— ¿Qué quieres decir? —Leo, el único pelirrojo del grupo, frunció el entrecejo como si pensara que lo que planteaba Libra jamás llegaría a suceder.
— Pues… Capricornio acaba de decir que Virgo estará postrado en cama y recluido en su cuarto por al menos quince días… —comenzó a explicar Libra, quien era un año mayor que el león, pero aún no alcanzaba la mayoría de edad.
— ¿Y? —esta vez fue Piscis quien no comprendía el punto.
— ¿Y? —repitió Libra, mostrando las palmas hacia arriba como si la conclusión fuera obvia.
— ¿Qué? —Piscis seguía sin comprender.
— Y que seguro se pone a leer noticias en internet o a ver la televisión. —Libra, en mi opinión el único sensato del Zodiaco, se reclinó en el respaldo de su silla como dándonos a entender a todos que no era necesaria más explicación.
— Oh, rayos. —Escorpio dejó su tazón vacío de un golpe sobre la mesa, y junto con él, todos los demás vimos la luz.
— Estamos en problemas. —no estoy segura si Aries se lo dijo a sí misma o si fue más bien una advertencia general, pues la castaña parecía bastante abstraída en sus pensamientos.
— Estoy seguro de que los noticieros no tardarán en dar con nuestra carta de presentación. —continuó Libra, por si alguno de nosotros aún no terminaba de conectar todos los puntos.
— Virgo va a matarnos. Sobre todo a mí. —Acuario se veía asustado, al terminar de hablar estiró el cuello de su camiseta para poder respirar mejor.
— ¿Y eso? —no comprendí por qué él sería más culpable, después de todo, Acuario y Capricornio fueron los únicos que no participaron de nuestra venganza, bueno, aparte de Virgo.
— Porque antes de que nos reuniéramos con ustedes Virgo le pidió a Acuario que les dijera que no dañaran a los 3R. —reveló Capricornio, entonces se llevó su tazón de café a los labios, bebiendo con esa parsimonia que le caracterizaba.
— ¿En serio? —Piscis parecía asombrada por tal noticia.
— ¿Y por qué no dijeron nada? —no podía creer que ni Acuario ni Capricornio nos hubieran advertido los deseos de Virgo.
— Porque nadie se mete con el Zodiaco. —Acuario sonó bastante más severo de lo que él mismo hubiera querido sonar, pero cuando se trataba de defender nuestro lema no creo que hubiera alguien más entusiasta que él, aunque rara vez sea quien ejecute nuestras amenazas.
— Bien dicho. —le secundó Aries.
— Sí. Si te metes con uno te metes con todos. —Leo empuñó su mano derecha con fervor, yo acepté que tenían razón.
Pensándolo con calma, aunque Acuario nos hubiera transmitido los deseos del pequeño peliblanco dudo mucho que alguno de nosotros se hubiera detenido o hubiera cambiado de