Autores Varios

Cosmopolitismo y nacionalismo


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interés de la verdad significa que uno no debería suprimir los libros heréticos, sino refutarlos. Bayle a menudo repite el argumento de que prohibir libros equivale por una conclusión natural a admitir que contienen argumentos irrefutables. Existen pocas personas como Crisipo, que se preocupó de que los argumentos de sus adversarios estuvieran bien expresados antes de proceder a refutarlos. Bayle concluye que si uno quiere ver a su partido triunfar sobre sus enemigos, uno debe confrontar los escritos del partido contrario.23

      Todo lo anterior puede sonar a responsabilidades generalmente saludables de los ciudadanos de la república de las letras, adecuadas incluso hoy en día para la emulación, incluso si exigen una gran dosis de juicio práctico y no son susceptibles de una legislación exacta. Pasemos ahora a algunas dudas que podrían plantease sobre la noción de una república de las letras.

      2. ALGUNAS PREGUNTAS PARA LOS REPUBLICANOS DE LAS LETRAS

      Comenzaré con una cita de 1699 sobre la república de las letras que no es de Bayle, pero que suscita un número importante de preguntas sobre la presentación de los ideales de la república:

      Esta definición es interesante tanto por lo que dice como por lo que no explicita. El cosmopolitismo amplio e igualitario –¿podríamos llamarlo multiculturalismo?– de las primeras frases oscurece el hecho de que la república de las letras, prácticamente por definición, no incluía a los iletrados, que, entonces y ahora, formaban la mayoría del mundo. Bayle prestó poca o ninguna atención explícita a los iletrados. Más bien, se ocupaba de las divisiones entre la gente de letras. Pero su obra tiene implicaciones para el tema de los iletrados. Éste será el tema de la sección siguiente.

      La afirmación de que el honor se concede por aclamación elude todos los problemas sobre el capricho de las masas (o del público lector) y su debilidad por la demagogia. Esto, a su vez, hace surgir la pregunta por la política. Ya hemos tratado sobre algunas de las virtudes y responsabilidades de los ciudadanos de la república de las letras. ¿Cuál es su relación con la otra res publica, la república nacional? ¿Deben ser demagogos nacionalistas intolerantes, manipulando a la muchedumbre ignorante? ¿O deben ser cosmopolitas elitistas, mirando por encima del hombro a los iletrados, puesto que estos sí son nacionalistas? Éste será el tema de mi segundo tema.

      2.1 Los hombres de letras versus los iletrados