de tiempo necesaria para realizar un número concreto de piezas en su tiempo estándar, es decir:
Y cuando se realizan piezas distintas, lo que significaría distintos tiempos estándar, la fórmula sería:
Es decir que el tiempo que se concede para realizar una producción es el tiempo a actividad normal de una unidad multiplicado por el número de piezas que se van a realizar. Una vez conocido esto, para calcular la actividad conseguida a partir de una producción, se debe comparar este tiempo producido con el tiempo real de ejecución:
Ejemplos de cálculo de actividad media mantenida en el desarrollo de un trabajo a partir del tiempo de ejecución.
Dos operarios han realizado trabajo conjunto, fabricando 14 piezas, cuyo tiempo estándar es de 19 minutos-hombre / pieza, para lo cual han utilizado 2 horas. Se procede a calcular paso a paso todos los datos necesarios para obtener la actividad seguida, utilizando la escala Bedaux. El único detalle destacable es la necesidad de trabajar siempre en las mismas unidades.
Tiempo producido = Piezas fabricadas x tiempo estándar por pieza
Tp = 14 × 19 = 266 minutos.
Tiempo real de ejecución (en minutos) = tiempo dedicado × número de operarios
Tr = 120 minutos × 2 operarios = 240 minutos-hombre.
Queda claro que la actividad conseguida por el operario es de 66,5 en la escala Bedaux, algo más de 6 puntos por encima de la exigible, lo que significa que ha realizado el trabajo con un desempeño superior al exigible.
Capítulo 3
Conveniencia del control de la productividad
El control de la productividad es imprescindible para poner en marcha el estudio de tiempos, que previamente se debe haber realizado en nuestra planta.
El control de la productividad consiste en la comparación entre el tiempo estándar de la operación (trabajo producido) y el tiempo real de ejecución (tiempo empleado), obteniendo de esta comparación información real acerca de las desviaciones que existen en nuestra fábrica. Sin control de la productividad la implementación de los tiempos es, sencillamente, imposible.
En la mayoría de los casos esta igualdad no se cumple, ya que:
El tiempo real de ejecución de una tarea está compuesto por el tiempo estándar o valor punto de dicha tarea más perdidas de tiempos, es decir, derroches de mano de obra, paradas o tiempos de espera por parte del operario, desequilibrios en líneas de producción y faltas de material para procesar, etc.
Como consecuencia del control de la productividad, saldrán a la luz todas estas ineficiencias que deberán ser mejoradas y, por tanto, conoceremos qué porcentaje de mano de obra se despilfarra.
A continuación se muestra lo que el propio estatuto de los trabajadores dice respecto al control de la productividad:
Estatuto de los trabajadores. RD Legislativo 1/1995, de 24 de marzo Articulo 20 - Dirección y control de la actividad laboral
1. El trabajador estará obligado a realizar el trabajo convenido bajo la dirección del empresario o persona en quien este delegue.
2. En el cumplimiento de la obligación de trabajar asumida en el contrato, el trabajador debe al empresario la diligencia y la colaboración en el trabajo que marquen las disposiciones legales, los convenios colectivos y las órdenes o instrucciones adoptadas por aquel en el ejercicio regular de sus facultades de dirección y, en su defecto, por los usos y costumbres. En cualquier caso, el trabajador y el empresario se someterán en sus prestaciones recíprocas a las exigencia de la buena fe.
3. El empresario podrá adoptar las medidas que estime más oportunas de vigilancia y control para verificar el cumplimiento por el trabajador de sus obligaciones y deberes laborales, guardando en su adopción y aplicación la consideración debida a su dignidad humana y teniendo en cuenta la capacidad real de los trabajadores disminuidos, en su caso.
En el estatuto de los trabajadores, se indica que el empresario podrá adoptar medidas para controlar el cumplimiento, por parte de sus empleados, de sus deberes. Este control, sin duda alguna, es uno de los deberes más importantes a cumplir por parte del empresario. El tiempo estándar debe pasar a ser de obligado cumplimiento por parte de los trabajadores y esto es posible con el correcto control de la productividad.
Capítulo 4
Conveniencia de los sistemas de incentivos
El principal objetivo de un sistema de incentivos es el de invitar a los operarios a ser más productivos, ya que si reducen el tiempo estándar de fabricación, recibirán a cambio una mejora en la remuneración.
El principal y más importante beneficio que reportará un sistema de incentivos salariales será un aumento de la producción, sin la necesidad de aumentar el horario laboral ni realizar inversiones. Se mejora la eficiencia de todos los factores que intervienen en la producción.
Figura 4.1
Además, la implantación de un sistema de incentivos traerá consigo la obtención de estos otros beneficios.
1. Disminución del coste directo de personal, ya que los operarios alcanzarán un mayor rendimiento dentro de la jornada laboral, sin aumentar el número de horas de la jornada.
2. Aumento salarial para los trabajadores, ya que estos recibirán un mayor salario debido a su rendimiento mayor al exigible.
3. Mejora de métodos de trabajo, ya que aflorarán todas las operaciones de no valor añadido, desequilibrios en líneas de producción, baja saturación, etc.
4. Reducción de gastos generales imputables al producto:
• Energía.
• Dirección.
• Amortizaciones.
5. El beneficio que se obtiene de la venta de la mayor producción realizada.
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