Carmen Pilar Lamuela Polo

Gracias por existir


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mes de Julio, sin embargo, era más fresco de lo normal. El porcentaje de accidentes en carretera había aumentado. Unos decían que, por la crisis,ya que los automovilistas no arreglaban ni revisaban ruedas y frenos por lo caro que resultaban. Otros decían que la crisis había dejado el asfalto de las carreteras lleno de baches y de curvas peligrosas sin arreglar. Vamos, que la crisis que era la culpable sí o sí. Además, un grupo de personas estaba protestando en la calle contra los recortes en salud y educación, contra los políticos y sus políticas, contra los bancos, los rescates y cómo ellos a cambio cerraban sucursales y despedían empleados. Bien mirado no han faltado nunca razones para protestar, porque la realidad siempre puede mejorarse, pero ¿estamos dispuestos a hacer algo para mejorarla?

      A un extremista noruego le había dado por colocar una bomba en la sede del gobierno y por matar a numerosos jóvenes en la isla de Utoya, donde se encontraban en un campamento multicultural.

      Con todo lo que flotaba en el ambiente a lo largo de ese verano, a Isabel le asignaron las noticias comarcales. Encima de su mesa un artículo de investigación sobre el servicio de taxi en el medio rural. Otro sobre la XVI edición de los cursos de música en un pueblecito de la comarca de Calatayud, Villarroya de la Sierra donde vieron la luz del mundo por primera vez, Juan José Lorente, Bernabé Martí y Ángel Millán.

      Isabel se decidió por escribir sobre la propuesta de una vía verde entre Calatayud y Torrelapaja que suponía la rehabilitación de puentes y viaductos. Sobre todo, le vino a la cabeza la insistencia de su padre de escribir sobre los caracoles. Así que empezaría por el camino verde como el de baba que dejan los caracoles al arrastrarse.

      Entró un wasap en el móvil. Era de Luis “El clan de LOS CARACOLEROS se enfrenta a una pena de 44 años de cárcel. 16 personas detenidas “.Podría tener más morbo para los lectores y dar mas relevancia al periódico si se dedicaba a esta última noticia.

      A 60 km de Isabel una pareja de novios para el coche en la A2 para auxiliar a otro vehículo que está tirado en el arcén. Ella es hija sola y trabaja en Madrid. Van a comunicar a sus padres la fecha de su boda pues han decidido formalizar su relación.

      -Ten cuidado, no bajes del coche. Voy a ayudarles. -Le ordena el novio sabiendo lo peligroso de la situación y lo arriesgado de bajar del coche dada la velocidad que llevan los vehículos.

      -Gracias, muchacho. Hemos pinchado una rueda. Voy a colocar los triángulos de aviso de accidente.

      -Yo voy a avisar a la guardia civil.

      Se dirige al coche justo en el momento en que la novia abre su puerta de copiloto con intención de salir.

      -¡Qué imprudentes!, no piensan en mí, ahora se van a enterar.

      Un camión se lleva la puerta y a la joven por delante produciéndole la muerte en el acto. El tiempo se para. El novio solo piensa como va a comunicar a los padres de su novia lo que ha ocurrido. Deja de pensar, corre al lado de la joven, está muerta. El camionero, hecho un manojo de nervios, llama a ambulancia, policía. El joven no ve nada, no siente nada, solo está mirando a su novia inerte. Cuando llegan la ambulancia y la policía, intentan que reaccione, pero él no está. Tardará mucho tiempo a sentirse vivo otra vez. Los días siguientes es como si fuera un muerto viviente.

      SM-Música: Diana Navarro “El camino verde”

      Isabel está desayunando en el salón mientras ve la televisión. Le llama la atención una foto de las Meninas sin los rostros de las personas, y el comentarista de Televisión habla del reflejo de sus cuerpos en el lienzo. Es una obra de José Manuel Ballester. Su arquitectura es simple, lineal y a la vez complicada, su fotografía, pintura, escultura trabajadas, modernas, basadas en “la abstracción de la realidad”.

      Entre sueños, la realidad se tambalea al igual que la de Jóse. A lo mejor es esa característica de la vida misma: ¡Si fuéramos capaces de aceptar ese bamboleo de las circunstancias con serenidad y entereza! ¡Si fuéramos capaces de dejar nuestra silueta, nuestra huella del paso por esta vida!

      Que manía estos humanos con dejar huella. No se dan cuenta que lo material permanece o se transforma mientras que ellos dejan de ser conscientes y en ese momento son míos.

      Renoir en Madrid, eso era una noticia de investigación y no los trajimanejes de las pequeñas comarcas. Siempre le había llamado la atención la pintura, aunque no había tenido oportunidad de formarse. Solo sabía lo que le gustaba y lo que no, lo que sentía cuando veía un lienzo. En ocasiones, lloraba ante ciertas obras, aunque no lo admitiría delante de nadie.

      Renoir transmitía optimismo a través de sus retratos coloristas. Eso que sufría de artritis. Por lo visto se ataba los pinceles a la mano para seguir realizando sus trazos largos de vívidos colores. Es curioso como este hecho se les atribuye a múltiples pintores famosos como si encontraran en el seguir pintando las fuerzas para seguir viviendo. Los genios siempre se distinguen por su tozudez, por ese plus de trabajo que algunas personas no hacen y que marca la diferencia entre un notable alto y un sobresaliente. En sus cuadros de paisajes coloristas, Renoir insertaba mujeres voluptuosas, (no modernas sílfidesanoréxicas) que reflejaban la alegría de vivir. Fue un gran retratista.

      Dando vuelta a estos pensamientos se acercaba Isabel a visitar a Jóse aquel domingo. Se lo encontró en medio del enorme salón rodeado de ancianos y ancianas que lo miraban de forma retadora.

      Su mirada cambió en el momento en el que percibió su presencia.

      -Pensaba que no ibas a venir-le comentó, dirigiendo al mismo tiempo una mirada retadora al público asistente al encuentro.

      -¿Por qué no iba a venir?Ya te dije que no te iba a dejar solo mientras te recuperas-le dijo Isabel con el tono de voz más cariñoso que encontró en su registro emocional.

      -Siéntate conmigo Isabel. Mira, aquel es mi compañero de habitación –señaló a un hombre un poco más joven que él, pero de aspecto triste. Llamó su atención con gritos y señales ostentosas.

      -¡Es mi hija, ves, ha venido mi hija! -gritaba.

      Todo el mundo miraba a Isabel de arriba abajo.

      -¡Estas preciosas!, así quiero que vengas a verme. Mira esos de allí están conmigo en la mesa del comedor-seguía gritando y haciendo aspavientos para que todos se dieran cuenta de que había venido a visitarlo.

      -Jóse, basta. Creo que ya saben que no estás solo.

      -Mira, esa me ha preguntado que, si soy autónomo o jornalero, no sé qué ha querido decir. Isabel ¿Qué debo contestarle?

      -Lo que quieras ser a partir de ahora, papá. -le contestó Isabel por contestar.

      El silencio se instaló entre ellos. Se hizo denso, casi comestible. El anciano, con un hilo de voz, comunicó a su hija:

      -No sé si tendré tiempo para ser lo que quiero, cariño, pero pase lo que pase, yo estaré contigo siempre.

      Isabel le cuenta que ha escrito un articulo sobre un clan que se dedicaba a traficar con droga y que les llamaban los Caracoleros. Jóse queda embobado escuchando como habla su amada y sin entender todo lo que le dice, solo admira la juventud y que no se va a quedar solo.

      SM- Elvis Presley “Bridge over troubled wáter”

      Otra vez, no se dan cuenta de que estoy junto a ellos, que existo porque ellos viven. Hoy ha sido una pareja joven que tenían una serpiente pitón de mascota. ¡A quién se le ocurre! Hace dos meses tuvieron un hijo. Llega la primavera y los animales de sangre fría comienzan a despertar su instinto. No observan nada anormal en la serpiente. Por precaución la dejan encerrada en una urna de cristal. También porque ahora tienen que buscar alguien que cuide del pequeño cuando ellos se vayan a trabajar. J.M. es un estudiante de veterinaria que ha decidido sacarse unos dineros cuidando niños-as. No lo tiene fácil porque es varón y parece que no da mucha confianza para este trabajo a pesar de las películas americanas que cuentan historias alucinantes sobre buenísimos cuidadores. Gracias que lo cogieron para cuidar del pequeño. En la primera entrevista, J.M. advierte que la serpiente, que está en su urna, que está situada al lado del bebé, se estira,