AAVV

Dels orígens a l'abolició


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en el futuro, tendrán las cortes de 1484-88,57 celebradas por Fernando el Católico, que utilizan la tacha para recaudar la cantidad ofrecida y crean para su gestión un organismo paralelo a la Diputación, que tomará cuerpo a partir de 1510. La resolución de las dudas sobre el donativo se deja en manos de una comisión formada por ocho miembros, dos por parte del rey y dos por cada uno de los brazos y la responsabilidad de su gestión dependerá de una comisión formada por tachadores (tasadores), clavarios y contadores.

      Las cortes fijan el donativo y dividen su gestión entre la Generalitat y los estamentos (1510-1585)

      El análisis del donativo hace evidente que, a partir de 1510, la oferta se concreta en 100.000 libras a las que se añaden otras 10.000 para pagar los gastos de las Cortes, y la responsabilidad de su recaudación la compartirán hasta Felipe II, los estamentos y la Generalitat.

      Los primeros cobrarán la parte que les corresponde a través de una tacha, que será gestionada por comisiones, semejantes a la configurada en las cortes celebradas por Fernando el Católico a finales del siglo XV (1484-88). La Generalitat, por su parte, verá mediatizada la gestión de su aportación por los estamentos. A partir de 1510, los responsables de la tacha reciben el encargo de evaluar, tras el informe de los diputados, la suma que la Generalitat puede aportar de sus bienes para el pago del donativo y de fijar la cantidad que debe recaudar, cargando censales.

      Las comisiones designadas por las asambleas sucesivas 1542, 1547 y 1552, podrán actuar con o sin la presencia de los oficiales de la Generalitat o exigir a su escribano, bajo juramento, la entrega de los documentos que justifican la contabilidad presentada y nadie podrá interferir en su actuación, en detrimento de la autoridad de los diputados.

      4. La Generalitat y la representación del reino

      El objetivo es precisar mi posición sobre el papel de la Generalitat. Soy consciente de que con ello me salgo de la cronología que por especialidad me corresponde, pero lo hago convencida de la unidad del período foral y lo artificioso de su división.

      Me limitaré a recordar que Valencia, cap i casal del regne, especialmente vinculada con la monarquía desde la conquista, se siente amenazada por la Generalitat y solicita del rey que la disuelva poco después de su creación. Enfrentamiento que se encona durante el interregno y que permitirá su continuidad en 1412. Una continuidad que la confirma la nueva dinastía y que me llevó a señalar la inicial colaboración entre la monarquía y la Generalitat frente a la capital en los principios del siglo XV, no hay que olvidar que será Alfonso el Magnánimo el que consolide la institución.

      Si a todo ello añadimos que las primeras actas conservadas de la Junta de Electos del estamento militar se inician en 1488, fecha de creación de la comisión paralela de los estamentos para administrar la tacha (cortes de 1484-88), que esa comisión se renueva y mantiene durante el XVI, cuando se fija la división del donativo entre los estamentos y la Diputación y, finalmente, el control que las cortes ejercen sobre la Generalitat a partir de 1528, se hace evidente la importancia asumida por los estamentos sobre