Antonio Pérez-Mosso Nenninger

Apuntes de Historia de la Iglesia 6


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Cf. Aps2, 173-176.

      109 Cf. JD4, 763-765; Aps3, 47-54; VC1, 93

      110 Cf. BS, 53s

      111 Cf. HS, 21-29; NH2, 323

      112 Cf. NH2, 323s; HS, 26s

      113 Cf. GER12, voz Iconografía; GER12, voz Iconos; Aps2, 151-164

      114 Cf. VC1, 206-213; DM, 80-82; JD3, 292-315; BS, 55-65

      115 BS, 62s

      116 HS, 44

      117 Cf. LORTZ, Joseph, Historia de la Iglesia en la perspectiva de la Historia del pensamiento, I, Cristiandad, Md 1982, 43; VC1, 206

      118 El historiador Bernard Stasiewski hace este significativo comentario acerca de la tercera Roma: “Motivos de la historia de la cultura, políticos y religiosos, ideas de Roma, nueva Roma, Jerusalén, herencia bizantina, conciencia mesiánica de misión e ideas escatológicas se mezclaron entre sí para formar una concepción que habría de ejercer su influencia en la historia. La teoría de Moscú como tercera Roma confirió a los fieles ortodoxos y al zar una fuerte conciencia de misión, que continuó influyendo en la ideología del Estado y del imperio rusos y que todavía se puede observar en el nuevo patriarcado de Moscú, erigido en los primeros decenios del siglo XX” (cf. JD6, 291s).

      119 Cf. Aps1, 222-231; Aps2, 117-127

      120 Cf. BS, 66

      121 Cf. VC1, 211-213; DM, 80-84

      122 Cf. JD6, 292-315; BS, 65-71

      123 Cf. BS, 59

      124 Cf. BS, 57s

      125 Cf. BS, 57-59

      126 Cf. VC1, 23-28

      127 Cf. VC2, 123-126

      128 Cf. VC1, 213-215; DM, 323-326; BS, 71-76

      129 Cf. DM, 325

      130 Cf. HS, 59

      131 Cf. BS, 79-81

      132 Cf. BS, 72, 77-79

      133 En Occidente vige el feudo con un sentido cristiano (el pacto se jura ante los Evangelios), y de ninguna manera deriva hacia una dura servidumbre de la gleba o semiesclavitud, ni se prolongará indefinidamente. En España casi ni existió el feudo por las singulares circunstancias de la Reconquista en que los reyes priman, para incentivarla, la concesión de franquicias y cartas pueblas a muchos lugares arriesgados por la cercanía de los ejércitos musulmanes. En Cataluña persistió más el feudo por haber sido Marca franca con Carlomagno. Y en la zona de la última fase de la Reconquista (Andalucía, Extremadura...) también se dio una institución algo semejante al feudo al pasar multitud de las poblaciones vencidas al sistema de las reparticiones para servir a señores en extensos latifundios agrícolas y ganaderos (cf. Aps2, 191-194).

      7. Rusia. Notas: de Pedro el Grande (1689-1725) a 1890

      Antes de que principie el reinado de Pedro el Grande, decisivo para la apertura Rusia a Occidente, ya hubo largo pleito sobre si el país debía abrirse o no a la cultura e ideas del Occidente de la época. La cuestión se había planteado durante el reinado del zar Alejo (1645-75). El pueblo era del todo reacio, y sólo una reducida minoría de la nobleza, no decisiva para el cambio, estaba a favor. El mayor influjo en favor de la apertura era el de las minorías de extranjeros establecidos en Rusia: instructores militares contratados por el gobierno, comerciantes de las capitales, vecinos del barrio alemán de Moscú...

      La decisiva obra de Pedro el Grande (1689-1725)

      Para con las numerosas comunidades religiosas practicó una dura política. Frente a la nobleza de sangre, opuso la nueva nobleza “de servicio” creada por sus inmediatos predecesores para asegurarse una élite del todo sumisa al zar. Refuerza social y económicamente a esta élite, compuesta sobre todo por altos funcionarios del Estado, entregándoles numerosas tierras y siervos del patrimonio imperial para disponer de ellos con poderes ilimitados.