Barbara E. Mundy

El Códice mendocino: nuevas perspectivas


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y quedó comisionado como director del museo revisar los Archivos y Bibliotecas de Europa, todos los códices, manuscritos e impresos raros relativos a México que allá existen y emprender su descifración paleográfica y su publicación metódica. Los 34 bultos que dejó Paso y Troncoso pesan ocho mil setecientos ochenta y dos kilos y quedaron todos a disposición del gobierno mexicano. [E]l legado del ilustre desaparecido es en extremo valioso, tanto por su valor intelectual, como por su valor material, pues importa muchos miles de pesos por lo que ha costado imprimir algunos de ellos y por las fuertes sumas que en tantos años recibió el señor Troncoso” (Paso y Troncoso 1988, f. 150–151).

      10 Para Robertson ([1959] 1994, 82–106), la primera etapa de la escuela comprende el periodo entre 1519 y 1541 y trata de manuscritos que mantienen elementos asociados por la investigación contemporánea con las tradiciones anteriores a la conquista, como el formato de plegado. La segunda etapa comprende el periodo entre 1541 y 1601 y, como se menciona en el texto, contiene manuscritos realizados por artistas indígenas, pero que revelan rasgos asociados al proceso de aculturación de las tradiciones y técnicas españolas.

      11 Nicholson y otros investigadores han señalado que esta referencia al oro puede indicar el precio al que Hakluyt adquirió el Mendocino. Sin embargo, desde mediados de 1587 en adelante las tensiones y agresiones entre España e Inglaterra, que dieron lugar al intento de invadir Inglaterra en 1588, aumentaron constantemente. Dada la posición del clérigo inglés como un observador cercano de las acciones de Sir Edward Stafford, de quien se sospechaba vendía información a los españoles, no se puede descartar que dicha inscripción pudiera haber sido concebida como un código o relacionada con la necesidad de comunicación imperiosa con Inglaterra.

      12 Richard Hakluyt (1850) regresó a Inglaterra en 1588 escoltando a Lady Stafford, la esposa del embajador inglés en Francia; es decir, cuatro años antes de la muerte de Thevet.

      13 En André Thevet’s North America, Schlesinger y Stabler (1986) discuten ampliamente los problemas que el uso liberal del material por parte de André Thevet y la falta de fiabilidad de sus testimonios plantean a la investigación moderna. De hecho, como afirman los autores antes mencionados, la reputación de Thevet como investigador descuidado no es un fenómeno moderno. Tanto Jean de Lery como François de Belleforest atacaron la obra de Thevet por su falta de fiabilidad. Incluso Richard Hakluyt (1625, xxiii), que visitó a Thevet en París en 1586-87 y de quien recibió el Códice mendocino, calificó la Cosmographie de Thevet como “wearie volumes bearing the titles of universall Cosmographie which some men that I could name have published as their owne, beyng in deed most untruly and unprofitablie ramassed and hurled together”.

      14 Lestringant (1991, 20–21) ha señalado la importancia de la Cosmographie de Levant para la carrera de Thevet, ya que fue gracias a la dedicación de esta obra a François III de la Rochefoucault que el geógrafo fue admitido en la corte francesa en 1559.

      15 Ese mismo año Hakluyt ([1584] 1877) presentó a la Reina Isabel su tratado A Discourse on Western Planting, un documento secreto a ser leído solo por la reina, Walsingham y un par de oficiales de alto rango de la corte (Scammell 2016). En esta obra, Hakluyt “outlined a new approach to colonial expansion, unlike that of the Spanish. Instead of concentrating on the conquest of indigenous peoples and the commandeering and feudal administration of their wealth and land, as in the Spanish approach, Hakluyt proposed exporting the discontented and underemployed of England to new and relatively empty lands, with their abundance of raw materials. The colonists would harvest these resources, which would feed the growing manufacturing capability of England” (Helfers 1997, 160–86).

      16 En el Gobierno del Perú de Juan de Matienzo ([1567] 1967, 207), el autor exalta las cualidades de estadista de Mendoza y lo eleva a la posición de arquetipo para los virreyes españoles. Asimismo, en la dedicatoria de la Relación de Michoacán, Fray Jerónimo de Alcalá ([1540] 1980, 5–6) se refiere a Mendoza en términos elevados que evocan el lenguaje reservado a los monarcas, en particular la idea de que Mendoza había sido “elegido por Dios” para gobernar a los pueblos de la Nueva España. Obras contemporáneas como La Utopía mexicana del Siglo XVI, de Guillermo Tovar de Teresa (1992), leen la labor de Mendoza a través de la lente de un estadista que creaba un virreinato basado en un ejercicio de reflexión filosófica e histórica y que no solo respondía a necesidades prácticas de efecto inmediato.

      17 Hay muchas ediciones, en algunas se ofrece el título completo en otras no, pero podemos ver la edición mexicana de 1844 de Joaquín de Mora que presenta esta traducción de la palabra.

      CAPÍTULO 2

      Los materiales pictóricos del Códice mendocino

      Davide Domenici

      Università di Bologna

      Chiara Grazia

      Centro di Eccellenza SMAArt

      (Scientific Methodologies applied to Archaeology and Art)

      Università di Perugia

      David Buti

      CNR-ISPC (Istituto di Scienze del Patrimonio Culturale)

      Laura Cartechini

      CNR–SCITEC (Istituto di Scienze e Tecnologie Chimiche "Giulio Natta")

      Francesca Rosi

      CNR–SCITEC (Istituto di Scienze e Tecnologie

      Chimiche "Giulio Natta")

      Francesca Gabrieli

      CNR–SCITEC (Istituto di Scienze e Tecnologie Chimiche "Giulio Natta")

      Virginia M. Lladó-Buisán

      The Bodleian Libraries, University of Oxford

      Aldo Romani

      Centro di Eccellenza SMAArt (Scientific Methodologies applied to Archaeology and Art)

      Università di Perugia

      Antonio Sgamellotti

      Accademia dei Lincei

      Costanza Miliani

      CNR-ISPC (Istituto di Scienze del Patrimonio Culturale)

      Introducción