Cristóbal Villalobos

Ciudadanías, educación y juventudes


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       Ernesto Treviño

      Profesor Asociado de la Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Católica de Chile y director del Centro UC para la Transformación Educativa (CENTRE UC). Doctor en Educación de la Universidad de Harvard (EE.UU). Además, es Investigador Principal del Centro de Estudios Avanzados sobre Justicia Educacional (CJE) e Investigador Asociado del Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación (CEPPE UC). Sus áreas de investigación son educación inicial, educación cívica y segregación e inclusión pedagógica. Ha liderado proyectos con financiamiento de ANID-Chile, UNESCO, UNICEF, PNUD, la Agencia de Calidad, el ICFES de Colombia y de los Ministerios de Educación de Chile, Colombia y Paraguay.

      Contacto: [email protected]

      1. INVESTIGAR EL PRESENTE, PENSAR EL FUTURO. LA PROPUESTA DEL LIBRO

      “Pero, ¿cómo voy a ser ciudadano, si aún no soy mayor de edad?”. Con esa lapidaria frase, una joven del sur de Chile respondía a nuestra pregunta sobre qué era para ella ser ciudadana hoy. Aunque con diferencias, esta idea de la juventud como un espacio que está fuera de la ciudadanía es hoy una opinión extendida en toda la población, aun cuando la legislación nacional establece que los jóvenes desde los 14 años son responsables ante la ley. Como una forma de afrontar, discutir y cuestionar esa realidad, pero también como una manera de crear e imaginar nuevos futuros, “Ciudadanías, educación y juventudes. Investigaciones y debates para el Chile del futuro” se construye como un libro que busca: i) recopilar evidencia sobre la construcción de la ciudadanía juvenil en Chile y América Latina; ii) promover discusiones respecto del rol de la escuela en la formación ciudadana; y iii) potenciar el debate sobre los desafíos económicos, sociales, culturales y ambientales que vivimos actualmente y que vivirán las próximas generaciones en este globalizado (y convulsionado) mundo.

      Como cualquier obra, el libro se posiciona desde un punto de vista epistemológico, ético y político de base, que puede sintetizarse en tres “mínimos comunes” que constituyen lo que podríamos llamar el ethos que orienta el libro. En primer lugar, partimos de la convicción de que los y las jóvenes (así como todos los seres humanos) son sujetos activos de nuestras sociedades y, en este sentido, son ciudadanos y ciudadanas de hecho. En segundo lugar, concebimos el mundo de tal forma que la ciudadanía la entendemos consustancialmente como un acto democrático, lo que implica que esta no puede estar reglamentada (únicamente) por estándares jurídicos o por reglamentos institucionales, sino que debe ser construida a través del reconocimiento mutuo y colectivo de las personas. Finalmente, partimos de la idea de que la escuela y el sistema escolar (con sus incontables limitaciones) son instituciones relevantes y necesarias para la construcción de la ciudadanía juvenil. Organizadas como ejes de pensamiento y acción, estas tres ideas estructuran y orientan (respetando las particularidades de cada estudio) las investigaciones, debates y análisis incorporados en esta obra.

      A pesar de este marco común, “Ciudadanías, educación y juventudes. Investigaciones y debates para el Chile del futuro” se desarrolla también desde la idea de que el análisis y discusión sobre la ciudadanía es un proceso colectivo, plural y, por definición, en continua revisión. Como una forma de considerar este aspecto, el libro se desarrolla como un crisol de pluralidades, que buscan configurar, en su propia operación de diversidad, una imagen polifónica sobre cómo se tensiona la relación entre ciudadanía, la escuela y las juventudes en el Chile contemporáneo. Esta pluralidad se evidencia en los diversos enfoques conceptuales y disciplinas incluidas en el libro (que incluyen historia, ciencia política, ciencias ambientales, sociología, educación, entre otras), la variedad de enfoques de investigación, datos y formas de análisis utilizados (incorporando análisis de encuestas internacionales, etnografías, análisis de discursos, entrevistas, entre muchas otras), la diversidad de investigadores e investigadoras incorporados y la multiplicidad de realidades geográficas, sociales, culturales analizadas (que incluyen sujetos de distinto nivel socioeconómico y que recorren a lo largo del país, por nombrar dos aspectos).

      De esta forma, unidad ética, pluralidad investigativa y pensamiento colectivo se convierten en los principales elementos desde los cuales se organiza este libro.

      2. TRES DIMENSIONES CLAVES DE LA CIUDADANÍA JUVENIL Y LA ESCUELA. SENTIDO Y ORGANIZACIÓN DEL LIBRO

      En términos de su organización, el libro se estructura en torno a las tres principales dimensiones de la ciudadanía: las actitudes ciudadanas, el conocimiento cívico y ciudadano, y la participación ciudadana. Lógicamente, estas dimensiones se encuentran interrelacionadas en la realidad social, pero su diferenciación permite resaltar dos ideas que guían el libro. Por un lado, permite mostrar que los desafíos de la ciudadanía (en general, pero especialmente la juvenil) son múltiples, pues lo que se sabe, lo que se piensa y lo que se hace no son siempre ni necesariamente lo mismo. Por otro lado, permite dimensionar la complejidad del desafío del proceso de formación ciudadana, el que abarca, a la vez, disposiciones éticas, formas de involucramiento político, actitudes cívicas, conocimiento de la realidad local y global, y formas de relación con los otros.

      La primera parte del libro se denomina “Actitudes Ciudadanas. Construyendo ciudadanía con otros/as/es” y reúne investigaciones relacionadas con algunas actitudes cívicas, como las actitudes hacia grupos subalternos (migrantes, pueblos originarios), las relacionadas con las identidades sociales (como la identidad de género) y las relacionadas con la institucionalidad, específicamente, las actitudes hacia la democracia. Aunque hay varias actitudes ciudadanas relevantes no consideradas (como hacia la corrupción, hacia la religión u otras formas de creencia o las comunitarias- barriales), los capítulos reunidos se focalizan en responder a interrogantes sobre tres dimensiones críticas para el país en las próximas décadas: la cohesión social, las identidades juveniles y la estabilidad democrática.

      Los dos primeros capítulos se focalizan en las actitudes hacia grupos subalternos. El primer capítulo, titulado “La migración y la diversidad cultural como fenómenos que desafían la enseñanza de la Ciudadanía”, escrito por Andrea Riedemann, Pablo Roessler y Fernanda Stang explora la relación entre ciudadanía y migración. A través de un análisis del currículo actual de formación ciudadana, se muestra la baja densidad y referencias que existen sobre el tema en el sistema escolar. De esta forma, se pone en relieve cómo los cambios migratorios y la multiplicación de la diversidad cultural está desafiando la comprensión tradicional de ciudadanía. En el segundo capítulo, Álvaro Hofflinger y Héctor Nahuelpán exploran la relación entre racismo y ciudadanía en “Formación ciudadana, racismo y colonialismo de asentamiento. El caso mapuche”. Utilizando el concepto de colonialismo de asentamiento para explicar históricamente el contexto de estudio y usando datos secundarios nacionales disponibles, los autores se focalizan en conocer los efectos de la discriminación escolar en la participación de los y las jóvenes indígenas. Los resultados muestran que, independiente del nivel de discriminación que experimenten, los estudiantes mapuche presentan menores niveles de participación y sentido de pertenencia que sus pares no mapuche, lo que indicaría que la discriminación no solo produce sentimientos de inferioridad, sino también limita sus espacios de interacción con la población no indígena, generando espacio para la disminución (aún más) de la cohesión social en la región.

      Comprender cómo se producen y circulan sistemas para razonar la normalidad y la diferencia en la categoría de género es el objetivo del texto escrito por Claudia Matus, Valentina Errázuriz y Luna Follegati en el tercer capítulo, titulado “Producción de mujeres como sujetos de segunda categoría en el espacio escolar. Más allá de las ideas normativas de género y ciudadanía”. Utilizando material etnográfico, las autoras dan cuenta de la persistencia histórica en la escuela de una feminidad normativa que condiciona la conceptualización y práctica de la ciudadanía, y que se transmite en una diversidad de formatos y lenguajes al interior de la escuela: desde la enseñanza de la Historia y Ciencias Naturales, hasta las pautas de crianza que transmiten las y los docentes. También relacionado con las identidades y las actitudes ciudadanas, el cuarto capítulo, “Discursos ciudadanos en torno a la diversidad