Cristóbal Villalobos

Ciudadanías, educación y juventudes


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de Comercio Jerardo Muñoz Campos de Antofagasta (ISCA) que, a pesar de ser de diferentes nacionalidades, comparten un pasado y un presente similar. Provenientes de Colombia, Venezuela y Bolivia respectivamente, vinieron con sus familias a Chile buscando mejores oportunidades de vida y se instalaron en el norte del país, donde poco a poco han ido forjando un sentido de pertenencia y ciudadanía.

      Aunque muchas veces las personas migrantes no son consideradas como ciudadanos del país al que llegan, ya sea por las instituciones, el gobierno o por otros ciudadanos, las tres estudiantes advierten, desde un primer momento, que no es necesario nacer en un país para sentirte parte de este. Las trayectorias de vida de las tres dan cuenta de este proceso, aunque con algunas diferencias. Así, mientras Kely y Debora comentan que tuvieron muy buena recepción en Chile y que no les fue difícil adaptarse, Enyger, por su parte, dice que le costó aceptar la idea de dejar Bolivia, pero que con el tiempo se fue acomodando a su nuevo espacio.

      En este proceso, todas reconocen que la escuela cumple un rol fundamental. El colegio al que asisten las tres estudiantes se caracteriza por contar con una alta matrícula de estudiantes extranjeros, por lo que muchos tienen historias similares, lo que ayuda a promover el proceso de integración. Además, y, de acuerdo con lo que comentan, los docentes también las han recibido de muy buena manera, permitiendo así hacer más fluida la incorporación a la escuela y a la comunidad. En la ciudad, en tanto, ninguna declara haber “tenido malas experiencias”, aunque Kely confiesa que “a veces se siente una incomodidad cuando una está presente, pero igual una sabe que es extranjera entonces no se toma a pecho”.

      Aunque ninguna participa actualmente en organizaciones barriales o movimientos sociales, todas coinciden en que la ciudadanía se forja con el hecho de formar parte de una comunidad, y de sentirte cómoda en un espacio. “Soy ciudadana porque he pasado mucho tiempo acá. Una aprende muchas cosas, yo convivo con mucha gente de acá y formo parte de la sociedad. Soy igual que cualquier chilena” menciona Enyger, al respecto. Kely en tanto, señala que “vivo en este lugar y soy parte de la comunidad. No puedo decir que no soy ciudadana porque si no, no estaría aquí”.

      En la misma línea, Debora menciona que “si te sientes cómoda, que es un lugar que te acepta, y sientes que estás bien mental, física o materialmente donde estás, puedo decir que si soy ciudadana de este lugar” a lo que agrega que “puedo apoyar a este país en cualquier parte que esté a mi alcance, eso también nos vuelve ciudadanos, estar acá, ayudarnos. Así nos volvemos ciudadanos entre todos”.

      A pesar de estas declaraciones, las estudiantes declaran que estos procesos se han visto detenidos por otras dificultades, siendo central la relacionada con su edad. Según indican, el adultocentrismo es algo que les afecta cotidianamente: “Pasa mucho que los adultos muchas veces piensan que no estamos en edad de preocuparnos o estresarnos cuando eso no es así. Siempre hay algo de lo que nos tenemos que preocupar” comenta Enyger. Por su parte, Kely coincide con su compañera y destaca que a los adultos les cuesta entender a los adolescentes y que “no saben cómo tratarlos en general porque a veces lo hacen de una manera muy abusiva o, lo contrario, muy comprensiva”.

      De todas formas, esta situación no limita sus pretensiones de seguir aportando en la sociedad y en su comunidad. Actualmente, todas indican que se encuentran próximas a enfrentar un hito en su trayectoria escolar: elegir la especialidad que más les guste y la que más sentido les genere, tanto para sus propias vidas como para sus familias y la comunidad.

       Antofagasta, 2021

      Todos al llegar a un país extranjero tenemos grandes expectativas de lo que nos vamos a encontrar, tratamos de acoplarnos a un nuevo lugar, costumbres, un nuevo colegio, compañeros y maestros, hay situaciones y anécdotas que suceden, algunas de esas experiencias y recuerdos serán narradas en esta carta, que compartiremos con uds.

      Hola, somos 3 estudiantes que llegamos a vivir al norte de Chile. En el viaje nuestros pensamientos y emociones corrían a mil ya que no sabíamos cómo sería todo nuestro nuevo entorno, traíamos consigo esperanzas de nuevas aventuras y nuevas cosas por conocer, y llego el momento de llegada donde sería la nueva residencia, ANTOFAGASTA. ¡¡¡Que emoción un nuevo hogar!!!

      La primera prueba que se vive cuando uno es joven y extranjera es incorporarse a estudiar… Comienzan los temores y la curiosidad, ¿cómo serían nuestros profesores? ¿estrictos?, ¿lejanos con los estudiantes?, ¿serían más avanzados estudios? ¡¡Uuuff!! Eso fue totalmente diferente, a la hora de entrar a clases era muy parecido a nuestros países, ¡prueba superada! La segunda prueba es tener amigos y “amoldarse” y sentirse a gusto e incluida entre los y las compañeras, en esto influye mucho la personalidad de cada una de nosotras si a unas no les costó mucho, una de nosotras busco actividades para sentirse integrada, esto la ayudo a mejorar y adaptarse, ¡¡¡otra prueba superada!!! La tercera y última prueba, nuestras palabras significan otra cosa, a veces pasan algunas anécdotas por el desconocimiento del significado de ellas, también como se escriben imprenta o manuscrito, nos fuimos adaptando y en nuestro liceo hay muchos extranjeros entonces nuestros profesores ya manejan nuestras palabras, y las incluyen en su vocabulario, como nosotras las de mis otros compañeros extranjeros. ¡¡Prueba superada!!

      Para finalizar queremos darles un mensaje a todos y todas las que leerán esta carta. No importan las diferencias de culturas y de origen; todos somos personas. Algunas estamos dispuestas a cambiar de país para buscar un lugar mejor y, aunque extrañamos nuestra cultura y países, seguimos adelante luchando por nuestros propios sueños, ser profesionales y un aporte positivo para nuestro país, Chile.

      Débora, Kelly, Enyger, ISCA Antofagasta.

      RELATO 2

      GÉNERO Y SEXUALIDAD: UN TEMA QUE MUEVE A LOS ESTUDIANTES SECUNDARIOS

      GÉNERO Y SEXUALIDAD: UN TEMA QUE MUEVE A LOS ESTUDIANTES SECUNDARIOS

      Hoy, la mayoría de las universidades y muchos colegios en el país cuentan con espacios de diálogo e instancias para concientizar a las personas sobre educación sexual y educación no sexista, temas que hasta hace pocos años parecían ser un tabú. El Liceo Experimental Manuel de Salas es un ejemplo donde se ha desarrollado este proceso de diálogo, a través de la implementación de una Unidad de Género y Sexualidad (UGeSex), que ha logrado combatir estigmas, promover debates y cambiar la manera en que se hacen las cosas.

      Esta unidad, impulsada por estudiantes y que hoy convoca a docentes, funcionarios, directivos y apoderados del colegio, cuenta con diversas instancias donde todos (pero especialmente las y los estudiantes) pueden instalar en la agenda escolar y promover discusiones sobre temas diversos, como la equidad de género, el respeto y concientización sobre temáticas sexuales o el placer, agrupando desde estudiantes de los primeros años hasta adultos.

      Uno de sus grandes hitos de la UGeSex ha sido lograr incidir en la malla curricular, y desarrollar actividades a nivel de todo el colegio en horario de clases. Alejandra Toloza, ex alumna del colegio (egresada en 2019), fue una de las fundadoras de esta unidad, y agrega por su parte que la unidad “se contrapuso a esta estructura que había en el colegio antes, en el que la sexualidad y género no estaban institucionalizados en absoluto”.

      Aunque al principio la unidad iba a funcionar como una secretaría receptora de denuncias, este fin se volvió muy complicado por diferentes motivos. Ante los obstáculos que se fueron presentando, decidieron contactar a una psicóloga con enfoque de género, la cual le dio un nuevo aire a la comisión y colaboró para que la instancia fuera mutando hacia un nuevo objetivo. “El trabajo que hizo la psicóloga fue súper importante. Nosotras no teníamos conocimiento de las denuncias y los casos por confidencialidad y respeto, entonces tuvo un rol fundamental en la UGeSex. En ese tema -que fue el principal de la unidad en un principio- “se trabajó súper bien” comenta Chiara Sabatini, exalumna (egresada el 2020), que llegó el 2019 al colegio y rápidamente se integró a participar en la unidad.

      Cuando comenzaron,