Francisco Alfonso Izquierdo Carrasco

Operaciones auxiliares en el punto de venta. COMT0211


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hoy en día: Carrefour.

      Estas superficies en el exterior, que ofrecían facilidad de aparcamiento exterior e incluso subterráneo, una gran versatilidad de productos alimenticios y que empezaban a convivir con una serie de locales comerciales que permitían la venta de otro tipo de artículos, empezaron a lograr que el consumidor desligase la idea de gran superficie asociada al atasco y al centro de las grandes ciudades, algo que evidentemente era muy engorroso para aquellos clientes que se desplazaban de pequeñas ciudades y pueblos de alrededor de las capitales, donde no existía esa posibilidad de comercio.

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      Los centros comerciales se suelen situar en la periferia de las ciudades.

      Al hilo de lo referido anteriormente, se podría realizar una clasificación de la ubicación de los comercios atendiendo a los siguientes factores:

       Centro de la ciudad

       Aquí se ubican multitud de comercios de diferente tipología. Tienen un gran tránsito peatonal, aunque presentan el inconveniente de la falta de aparcamiento y los costes por arrendamientos suelen ser elevados.

       Zonas periféricas

       En las zonas periféricas de las ciudades se disponen los grandes centros comerciales. Son grandes zonas de influencia por lo que la afluencia de público está garantizada, tienen grandes bolsas de aparcamiento.

       Zonas semiurbanas

       Son zonas con bajo tránsito peatonal, aunque por ellas discurren multitud de vehículos. En ellas se ubican pequeños comercios que tienen una amplia gama de productos. Los locales suelen ser económicos y hay facilidad para aparcar.

      image IMPORTANTE

      El surgimiento de hipermercados y grandes zonas comerciales en el extrarradio de las ciudades también provocó que aparecieran nuevas zonas residenciales a su alrededor.

      4.2. Por tamaño

      Otra manera de distinguir las características de un establecimiento comercial de otro es gracias al tamaño de sus instalaciones. Estos suelen estar relacionados con el área o zona ocupada, cifrada en m2 de superficie real ocupada. En función de la misma se distinguen:

       Autoservicio: es un establecimiento en régimen de libre servicio con una dimensión entre 60 y 300 m2, su surtido es bastante reducido.

       Supermercado: establecimientos en régimen de libre servicio con una dimensión entre 300 y 2.500 m2.

       Cash and Carry: son establecimientos en régimen de libre servicio, realizan ventas al por mayor y en ellos solo pueden comprar sus socios (comerciantes minoristas). Disponen de un surtido amplio y variado.

       Hipermercados: establecimientos en régimen de libre servicio con una superficie de venta de más de 2.500 m2.

       Tiendas de conveniencia: son establecimientos que se caracterizan por estar abiertos al menos 18 horas al día, tienen una superficie inferior a 500 m2 y cuentan con un surtido amplio, aunque lo ofrecen a precios superiores a los de cualquier otro establecimiento comercial.

       Grandes almacenes: establecimientos con una superficie de venta que se sitúa en torno a los 10.000 m2 de promedio, generalmente distribuida en varias plantas y con un amplio surtido de artículos.

       Centros comerciales: son establecimientos que superan ampliamente los 40.000 m2 y 60.000 m2 de superficie. En ellos se puede encontrar una amplia oferta: restaurantes, cines, áreas recreativas, comercios especializados, etc.

      image DEFINICIÓN

       Régimen de libre servicio

      El cliente entra en el establecimiento y tiene a su disposición multitud de artículos expuestos en estanterías, es él quien decide lo que compra, observa el producto, lee el etiquetado, lo lleva a la caja y lo paga. No necesita la ayuda del vendedor para seleccionar los artículos.

      4.3. Por productos

      La especialización de los establecimientos viene dada por el crecimiento demográfico y las nuevas necesidades de los clientes. Así, por ejemplo, se sabe que cuando se habla de locales comerciales independientes en las calles de las ciudades, cada uno de ellos estaba especializado en ciertos productos, como la alimentación, la moda, el calzado o perfumería y belleza de manera independiente; o lo que es lo mismo, una tienda o local, igual a un tipo o línea de producto.

      Con la llegada de la década de los noventa la especialización empezó a ser mayor; de esta manera, fueron surgiendo los hipermercados para dar paso después a los centros temáticos.

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       Centro temático (© Fotografía: Toni Genes / Shutterstock.com)

      image EJEMPLO

      Como ejemplo de centros temáticos se pueden distinguir las grandes cadenas de ferretería, las dedicadas a la venta de mobiliario y productos para el hogar, fontanería, etc.

      Pues bien, por productos podríamos diferenciar ciertos tipos de establecimientos, destacando los destinados a:

       Alimentación, moda y complementos: los establecimientos dedicados íntegramente a la alimentación, así como los de moda y complementos, suelen asociarse con locales comerciales independientes situados en las calles de las poblaciones y con mercados y mercadillos.

       Sector del automóvil: los concesionarios de marca o multimarca forman parte de un comercio únicamente dedicado al sector del automóvil.

       Hogar y bricolaje: en los centros temáticos de hogar y bricolaje se suele encontrar productos destinados a la construcción, mejora o decoración de la vivienda personal, aunque también, dependiendo de la cadena empresarial, se pueden adquirir electrodomésticos y mobiliario.

       Mobiliario: los centros temáticos dedicados al mobiliario o sector del mueble están más especializados en la oferta y venta de todo tipo de equipamiento basado en la comodidad del hogar, como estanterías, camas, sofás, sillas y mesas, o muebles de cocina o de oficina, entre otros.

       Electrodomésticos: el establecimiento comercial temático referente al sector electrodoméstico es el que ofrecerá las diferentes ofertas y marcas del surtido de producto de trabajo y ocio, como ordenadores personales, tabletas, videoconsolas, televisiones y aparatos reproductores, hasta los necesarios electrodomésticos tales como neveras, hornos, microondas, frigoríficos, lavadoras y lavavajillas, entre otros.

       Servicios: otro centro temático habitual, sobre todo en la época de los noventa, fue el del sector servicios, con peluquerías y salones de belleza, lavanderías, agencias bancarias, de asesoramiento o de viajes, librerías temáticas, etc.

       Supermercados e hipermercados: los supermercados supusieron en los ochenta y noventa una mejora del habitual ultramarino en cuanto a diversidad del surtido y económicamente, con mejores precios. Esto supuso un abandono del local comercial de la calle, así como de los mercados municipales de abastos, ya que en el supermercado se ofrecía una amplia demanda de productos de alimentación, droguería, higiene y belleza, deporte y ocio, así como juguetería, menaje del hogar e incluso mobiliario y electrodomésticos. Este auge del comercio multiservicio