Hannah Crum

El gran libro de la kombucha


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       PARTE III

       MÁS QUE UNA BEBIDA SALUDABLE

       11Ideas para dar sabor a la kombucha

       12Smoothies, refrescos y spritzers

       13Relájate con un kóctel

       PARTE IV

       COCINAR CON KOMBUCHA

       14Básicos de la despensa

       15Tentempiés, ensaladas, acompañamientos y dulces

       16Cocinar con el SCOBY

       17Más allá de la bebida: otros usos de la kombucha

       PARTE V

       LA HISTORIA DE LA KOMBUCHA

       18Un resumen de la historia y la ciencia de la kombucha

       19Producción comercial de kombucha: más allá de la cocina

       APÉNDICE 1:Sustancias presentes en la kombucha

       APÉNDICE 2:Hitos en la investigación de los beneficios de la kombucha

       APÉNDICE 3:Diario del kombuchero

       Glosario y acrónimos

       Agradecimientos

       Índice analítico

      NOTA DE G. T. DAVE

      La kombucha llegó a mi vida hace más de veinte años y me cambió para siempre. Mis padres, que recibieron un cultivo de kombucha de un amigo de la familia, comenzaron a hacer y beber kombucha en nuestra casa. Me llamó la atención lo rápido que se enamoraron de esta bebida y lo bien que les hacía sentir y verse. Pero no fue hasta la batalla de mi madre contra el cáncer de mama cuando me di cuenta de la magnitud de las propiedades beneficiosas de la kombucha para la salud. Sus médicos estaban maravillados, y yo pude observar de primera mano cómo la kombucha la mantuvo fuerte y resistente durante todo el periodo de recuperación. Fue entonces cuando me convencí de que la kombucha era un regalo que había bendecido a mi familia, y que era necesario compartirlo con el resto del mundo.

      Tanto Hannah como yo hemos experimentado que la afirmación «la kombucha cambia tu vida» se queda muy corta. La kombucha restaura el equilibrio de la digestión, rejuvenece el sistema inmunitario y revitaliza la mente. Tomarla desencadena pensamientos y maneras de vivir más elevados porque te reconecta con tu cuerpo.

      La kombucha también es un instrumento para encontrar nuevos caminos hacia una vida más sana, y por lo tanto más feliz. A través del ciclo simbiótico de vida del cultivo madre y del «hijo», te recuerda constantemente que necesitamos buscar la fuerza vital en todos nuestros alimentos, y rodearnos de amor y energía positiva. Tanto si preparas tu propia kombucha como si alguien la prepara para ti, en este libro descubrirás el impacto que puede tener en tu vida; incluso podría cambiarte para siempre.

      - G. T. DAVE Fundador y presidente de GT’s Kombucha

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      PRÓLOGO

      La kombucha, o té azucarado fermentado, se ha convertido en la bebida del nuevo milenio. No es que sea nada nuevo, porque no lo es. Como todos los alimentos y bebidas fermentados, es antigua y sus orígenes concretos son difusos. Pero hasta la llegada del nuevo milenio no había sido comercializada, sino que se había extendido exclusivamente por canales alternativos.

      Me encontré por primera vez con la kombucha alrededor de 1994, cuando un amigo que tenía sida y estaba pasando por una crisis de salud muy grave decidió probar con la kombucha tras enterarse de sus supuestos beneficios para el sistema inmune. Muy pronto acumuló un montón de madres y comenzó a regalárselas a sus amigos para que se las llevaran a casa.

      La kombucha continúa extendiéndose en el ámbito de lo alternativo, pero también ha generado una industria, con ventas anuales en Estados Unidos estimadas en seiscientos millones de dólares, y subiendo. Este libro lo han escrito dos de las personas que se han dedicado en cuerpo y alma al éxito continuado de la kombucha. Hannah y Alex imparten talleres, venden madres de kombucha así como kits, coordinan a pequeños productores y ahora han escrito este libro.

      El gran libro de la kombucha sin duda hará desaparecer cualquier miedo que puedas tener a la preparación de tu propia kombucha. Está lleno de ideas innovadoras para incorporar sabores e incluye una sección de resolución de problemas muy concienzuda. Los autores proponen el uso de la kombucha como un tónico curativo, pero lo hacen de una manera equilibrada, respaldada con referencias a estudios científicos, a diferencia del bombo desproporcionado de otras afirmaciones poco corroboradas. Por mucho que me guste la kombucha (y el chucrut, el kéfir y muchos otros fermentados), encuentro poco razonable esperar que un solo alimento o bebida pueda curar enfermedades concretas.

      Menciono estos otros fermentados porque la kombucha existe en el contexto mucho más amplio de los alimentos y bebidas transformados por la acción de los microrganismos. De acuerdo con algunas estimaciones, un tercio de todos los alimentos que consumen los seres humanos han sido fermentados antes de ser comidos. El pan, el queso y las carnes curadas son alimentos fermentados. El chucrut, el kimchi, las aceitunas y ciertos tipos de encurtidos están fermentados. Lo mismo se puede decir de la salsa de soja, la salsa de pescado y el vinagre que encontramos en la mayoría de los condimentos. El café, el chocolate y la vainilla están fermentados, así como los vinos y las cervezas. Los sabores propios de la fermentación predominan no solo en las cocinas occidentales sino en las de todo el mundo. En muchos lugares los fermentados son alimentos cotidianos esenciales.