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Arte, Educación, Interculturalidad: Reflexiones desde la práctica artística y docente


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Conclusiones

       Bibliografía

       Técnicas de interpretación como didáctica para profesores oyentes con estudiantes sordos

       Rompiendo la cuarta pared

       Los escenarios

       El conflicto

       La metodología

       Las respuestas

       Primera llamada

       Segunda llamada

       Tercera llamada

       Conclusiones

       Tablas y gráficos

       Bibliografía

       Autores

       Alexander J. Alcocer

       Raúl Armijos

       Ana María Carrillo

       Alejandro Cevallos

       Pamela Cevallos

       Oscar Enríquez

       Pilar Flores

       Libertad Gills

       Jorge Gómez Rendón

       Sol Gómez

       Bradley Hilgert

       Mayra Huerta Jiménez

       Manuel Kingman

       Pascale Laso

       José Luis Macas Paredes

       Eduardo Molinari/ ARCHIVO CAMINANTE

       Pilar Mueckay Arcos

       Pamela Pazmiño

       Susan Rocha

       Glenda Rosero Andrade

       Daisy Rueda

       Aida Sánchez de Serdio Martín

       Jaime Sánchez Santillán

       Patricia Gisela Terceros Montaño

       Roberto Vega

       María paOla Viteri Dávila

       Agradecimientos

      Muchas gracias a la Carrera de Artes Visuales de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador por acoger estos debates dentro de sus líneas educativas. Gracias a todas y todos los colegas de la Carrera de Artes Visuales, que apoyaron durante este proceso y su voluntad para que se lleve a cabo esta publicación. Muchas gracias a las y los autores de los capítulos del libro por la larga espera. Gracias a mi hija Martina por la paciencia y un agradecimiento especial a Isabel Llaguno por el apoyo en el último tramo de la edición de este libro, sin su cooperación y constancia no se hubiera hecho realidad esta publicación.

       Prólogo Pensar colectivo, la importancia de un encuentro de arte y educación

      Jaime Sánchez Santillán

      Este libro recoge muchas de las reflexiones y discusiones que se plantearon en el marco del “II Encuentro de Arte, Educación, Interculturalidad: Reflexiones desde la práctica artística y docente”, que se llevó a cabo en octubre de 2018. Ha tomado tiempo la publicación de estas reflexiones, por varios motivos, además de las complicaciones burocráticas de la universidad en donde trabajo, los requerimientos de lectura y arbitraje del campo académico y una serie de imprevistos personales que desbordan la vida académica y que precisaban de mi tiempo y atención. Es importante recalcar esto último porque en gran parte de los textos aquí presentados se aborda lo humano como componente primordial de la construcción del conocimiento y de los procesos de pensamiento en el arte y la educación, sobre las exigencias de una academia cada vez más rigurosa, pero que muchas veces olvida que uno de los principales objetivos de la educación, es la emancipación del pensamiento y la dignidad humana.

      En un primer momento este encuentro buscaba armar una línea de pensamiento que se asiente en las experiencias dentro de la educación artística en espacios hegemónicos y no hegemónicos y que permita un aprendizaje desde metodologías de trabajo utilizadas, investigaciones localizadas y formas de abordar temas que suelen estar en tensión. Es el caso de la educación popular e intercultural en diálogo con las artes (entiéndase artes de una manera amplia). De esta manera se realizó una convocatoria a nivel internacional con la intención de aportar al debate. Todas las propuestas fueron seleccionadas por un comité académico de la Carrera de Artes Visuales de la PUCE.

      El encuentro recogió más de cuarenta ponencias que se distribuyeron en tres días y que se logró gracias a la organización del valioso y querido equipo del encuentro, todas estudiantes de la carrera de Artes Visuales de la PUCE: Daysi Rueda, Sara Clavijo y Xavier Morales, con la colaboración cercana de Verónica Escorza y Sofía Castillo. A la vez, este encuentro significó estrechar lazos de colaboración entre muchas de las y los participantes. Fue entrañable poder escuchar muchas experiencias educativas que venían del trabajo en espacios que son olvidados por las obligaciones estatales, y cómo, desde la precariedad se logran procesos valiosos de educación popular.

      Desde un primer momento estaba seguro que el concepto de interculturalidad era importante debatirlo y tensionarlo. Es muy común que la interculturalidad sea uno de los términos que se suelen convertir en muletillas demagógicas en la construcción de políticas que se suponen inclusivas, sin embargo, la pregunta de fondo era cómo se entiende la interculturalidad en estos espacios de decisión. Esta reflexión se amplía a los espacios educativos relacionados con la educación y producción artística. ¿Cómo entender la interculturalidad en un contexto que responde a un sistema neoliberal que logra despolitizar y deshumanizar todos los procesos y movimientos culturales y sociales?

      Lo que me parecía extraño es que dentro de este sistema neoliberal la discusión de la interculturalidad había calado en muchos espacios y que en varios países de Latinoamérica se había incluido el debate dentro de sus constituciones. Esto da cuenta de la importancia, que, al menos simbólicamente, tenía este debate cuando se intentaba pensar en políticas sociales que estén acorde con los discursos proselitistas de muchos gobiernos.

      De esta manera, lo que se puede pensar es que la interculturalidad se presenta en estos espacios hegemónicos desde algunas formas de entenderla que distorsionan su base reivindicativa y emancipadora. Catherine Walsh (2009) apunta tres formas de entender la interculturalidad: la relacional, la funcional y la crítica. Las dos primeras, reconocen la diversidad, el intercambio entre culturas distintas, los valores de cada una, sin embargo, desproblematizan todo tipo de tensión, lo que no permite visibilizar procesos racista o excluyentes. La interculturalidad “funcional”, en cambio, reconoce “diversidades y diferencias culturales” con el objetivo de proponer políticas “inclusivas” pero no reconoce las condiciones de inequidad social y asimetría de oportunidades,