Jorge Eslava

Mirador de ilusiones


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V. CINE EN EL AULA DE SECUNDARIA

       Toma 5

       Ver con sentido crítico

       Educar en nuestras aulas

       Responsabilidad del docente

       Banda sonora 5

       Riesgos de un cine marginal. Diálogo con Omar Forero, cineasta y profesor universitario

       Función continuada 5

       25 películas sobre el desconcierto de la adolescencia. Sinopsis, comentarios y motivos de conversación

       PLANO VI. CINE EN EL PERÚ

       Toma 6

       Inicio de la historia

       Algunos sucesos significativos

       Formar a nuestros docentes

       Banda sonora 6

       Una maestra imprescindible. Diálogo con Rossana Díaz Costa, cineasta y profesora universitaria

       Función continuada 6

       25 películas peruanas sobre nuestra historia. Sinopsis, comentarios y motivos de conversación

       PLANO VII. OTROS TÓPICOS FORMATIVOS

       Toma 7

       Mirar la adolescencia

       Difíciles relaciones

       Elogio a la paciencia

       Banda sonora 7

       Educar sobre la base del diálogo. Diálogo con Teresa Quiroz, profesora e investigadora universitaria

       Función continuada 7

       50 películas sobre otros tópicos formativos. Sinopsis, comentarios y motivos de conversación

       DESENLACE

       Encuestas a estudiantes y educadores

       Sugerencias para aplicar en la escuela

       CRÉDITOS DE CIERRE

       Índice cronológico de películas

       Índice alfabético de películas

       Referencias

Image

      Charlot no cabe de contento. En La quimera del oro la chica ha acudido a la cita y junto a las otras invitadas le piden: “¡Un discurso! ¡Un discurso!”. Abrumado, él apenas responde: “¡Oh, estoy tan feliz...! No puedo... ¡Pero bailaré la danza de los panecillos!”. Hace un espacio en la mesa, ensarta dos panecillos con tenedores e inicia uno de los momentos gloriosos del cine… Suspendido en dichas imágenes y sonidos que compartimos hace muchos años, dedico este libro a mi querido hijo Diego Alonso.

      PRESENTACIÓN

      Dos clases de películas: las que emplean los recursos del teatro (actores, puesta en escena, etcétera) y se valen de la cámara para reproducir, las que emplean los medios del cinematógrafo y se valen de la cámara para crear.

      *

      El cinematógrafo es una escritura con imágenes en movimiento y con sonidos.

      *

      Un filme no puede ser un espectáculo, porque un espectáculo exige la presencia en carne y hueso. Sin embargo, como en el teatro fotografiado o cine, puede ser la reproducción fotográfica de un espectáculo. Ahora bien, la reproducción fotográfica de un espectáculo es comparable a la reproducción fotográfica de un lienzo o de una escultura. Pero la reproducción fotográfica del San Juan Bautista de Donatello o de La muchacha del collar de Vermeer no tiene ni el poder, ni el valor, ni el precio de esa escultura o de este lienzo. No las crea. No crea nada.

      Robert Bresson*

      Seré sincero desde la primera línea. Como todo plan de rodaje en una película, este libro tiene un objetivo y un proceso de trabajo, un equipo comprometido en su elaboración y una comunidad destinataria. Y, desde luego, una clara utopía que alienta su concepción y planificación. Todos estos elementos constitutivos están vinculados de manera estrecha al propósito de favorecer la formación docente básica regular. En consecuencia, no emprendo un libro para iniciados en cine, sino para interesados principiantes y, en especial, para nuestros maestros y maestras preocupados por enriquecerse culturalmente e innovar sus formas de enseñanza en las aulas escolares. Y, como hay muchas maneras de abordar el cine, voy a optar por una imaginaria cámara subjetiva que me permita un punto de vista personal.

      A menudo, ejercer la vocación educativa orienta la lectura del tramado social de un país, clava puntales de urgencia y alienta la difícil labor que cumple el magisterio en los colegios. Tal vez quienes hemos resistido en el arte de la enseñanza y con terquedad hemos transitado por diversos niveles y contextos del sistema educativo primordial observamos con nitidez una situación deplorable que necesitamos transformar cuanto antes. Con un sesgo distinto, este Mirador de ilusiones comparte el mismo espíritu pedagógico que animó los libros Un placer ausente (2013), Paisaje de la mañana (2017) y Zona de encuentro (2017) —dirigidos a profesores—, pero lo hace desde la butaca de una sala oscura.

      Los trabajos mencionados estuvieron relacionados con el espinoso asunto de la lectura, el conocimiento de la literatura infantil peruana y la ampliación y consolidación de un corpus cultural de lecturas escolares para secundaria. La presente obra atiende al cine, una delicada manifestación de la actividad humana que nació de la inventiva de los hermanos Lumière hace ciento veinticinco años y que fue exhibida a unos pocos asistentes en una zona licenciosa de París —más precisamente en el sótano del Grand Café, a orillas del Sena— y floreció hasta convertirse en un bello oficio del siglo XX, capaz de seducir intensa y masivamente a un público muy variado.

      Fijemos las dos vigas maestras de nuestro proyecto. En primer lugar, el reconocimiento del valor artístico del cine. Acuerdo indispensable, apreciados lectores. Como veremos más adelante, al cine no lo sostiene la improvisación, sino un complejo mecanismo de sensibilidad, reflexión y técnicas cada vez más sofisticadas. No en vano fue bautizado, desde sus orígenes, como el séptimo arte por su capacidad de acoger la arquitectura, la escultura, la pintura, la música, la danza y la literatura1. Aunque para mí es mucho más que un arte sintético, con signos nuevos para