se usa en contextos halákicos, mientras que el mashal en contextos hagadicos. En documentos tardíos, el ma‘aseh pierde sus características distintivas y es semejante al mashal en función.97
Neusner señala algunos otros puntos importantes. Él encuentra poco apoyo a la idea de que se difundió un cuerpo de parábolas autónomas que se adaptaron a diferentes situaciones. Estas no fueron parábolas “listas para usar”; más bien, la mayoría de las parábolas se generaron por el texto al que sirven. Son de contexto específicos y desarrolladas en relación con sus nimshalim, las explicaciones interpretativas que siguen a la mayoría de las parábolas rabínicas. Algunas tienen disparidad entre mashal y nimshal, pero la mayoría muestra una correlación directa, incluso alegórica.98 Si uno arguye que las parábolas de Jesús tienen un final abierto, no tienen interpretación y no están íntimamente ligadas al contexto específico, o sea, no fueron creadas para el contexto donde aparecen, entonces al menos es necesario dar evidencia que valide dicho método, y también explique por qué las parábolas de Jesús son tan diferentes de sus análogos del Antiguo Testamento y las rabínicas.
Si empezamos con los documentos rabínicos más tempranos, la Mishná (del siglo segundo, d.C.), exceptuando el tratado ’Abot (“Dichos de los padres”), poco hay que sea parabólico. Sólo tres pasajes merecen atención: el tratado Sukkah 2.9;99 el tratado Niddah 2.5;100 y 5.7.101 Todas estas parábolas son más bien rudimentarias y más semejantes a similitudes. No aparecen parábolas narrativas con trama. El tratado mishnáico Sotah 9.15 añade, como exageración honrosa, que al morir Rabí Meir, ya no había más creadores de parábolas, pero no queda claro qué quiere decir con “parábolas” (meshalim).102 Dada la naturaleza halákica de la Mishná, la escasez de parábolas no es sorprendente, pues las parábolas ocurren mayormente en la hagádica.
Si incluimos ’Abot, encontramos otros textos instructivos, incluso cuando ’Abot no usa el marcador mashal y no contiene parábolas narrativas con tramas desarrollados.103 Ya hemos mencionado la parábola que se atribuye a Antígono de Socho (1.3) (p. XX). Hay seis textos adicionales semejantes a las similitudes de Jesús. ’Abot 2.15 tiene cierto enfoque escatológico: “El día es corto y mucho el trabajo y los obreros ociosos, la paga es abundante y el amo tiene apremio.” Es obvia la semejanza con la parábola de Jesús de los obreros de la viña. La tendencia escatológica también se observa en 3.17, con una analogía de un comerciante que da crédito y los recaudadores que demandan el pago, todos alistándose para un banquete. Semejante a la parábola del prudente y el insensato, dos analogías en ’Abot 3.17 refieren la relación entre la sabiduría y las obras: un árbol de ramas abundantes pero pocas raíces, el cual el viento derriba, y un árbol de pocas ramas pero de muchas raíces, el cual el viento no puede derribar. Otra parábola con enfoque escatológico aparece en 4.16: “El mundo es como un vestíbulo antes que el mundo fuera: prepárate en el vestíbulo para que puedas entrar al salón del banquete.” En 4.20, con la pregunta: “¿A qué se parece?”, se compara al joven que aprende y al anciano que estudia respectivamente, con tinta escrita en un papel nuevo y con tinta escrita en un papel manchado, y aquellos que aprenden del joven o del viejo se comparan respectivamente, con uno que come uvas verdes y bebe vino nuevo, y uno que come uvas maduras y bebe vino añejado, por lo cual otro rabí advierte que no se debe mirar sólo el recipiente sino su contenido. En 5.15, una analogía cuádruple aparece para describir cuatro tipos de personas que se sientan ante los sabios: la esponja, el embudo, el filtro, y el colador. Es obvia la semejanza con los cuatro tipos de suelos, en la parábola del sembrador.
Después de la Mishná, las parábolas proliferan. Las primeras parábolas narrativas que encontramos en los materiales rabínicos están en la Tosefta (alrededor del año 300 d.C.), y posteriormente aparecen en casi todos los materiales: ambos Talmuds, los diversículos escritos midrásicos y las colecciones de dichos. La misma parábola puede aparecer en varios documentos con variaciones. En Cantar de los cantares Rabbá 1.8 se dan seis diferentes parábolas para indicar que ellas son maneras para entender la Torá. Antes que Salomón dijera parábolas, las personas no entendían la Torá pero, al crear meshalim, posibilitó el entendimiento.
En las parábolas rabínicas, por lo general se sigue una estructura uniforme: (1) el asunto que se ilustrará, (2) una fórmula introductoria, (3) la parábola, (4) la aplicación, a la que usualmente precede “así” o “de esta forma”, y (5) una cita de las Escrituras, que con frecuencia comienza “como está escrito”.104 En ocasiones, falta uno o más de estos ítems.
No se puede hacer justicia al voluminoso número de parábolas que encontramos en los varios documentos rabínicos. En este punto algunos ejemplos serán suficientes para tener una idea de lo que veremos en el análisis individual de las parábolas a continuación.
Tosefta, tratado Berakot 1.11:
No os acordéis de las cosas pasadas ni traigáis a memoria las cosas antiguas (Isaías 43.18)…. Ellos sacaron una parábola, ¿a qué se puede comparar esto? A uno que andando por el camino, un lobo lo atacó, pero se libró. Y entonces contará continuamente el incidente con el lobo. Después, un león le atacó y también se salvó. Y olvidando el incidente con el lobo, relatará el episodio con el león. Luego, incluso una serpiente lo atacó y también se salvó. Y olvidando los inconvenientes anteriores, repetidamente relatará el episodio con la serpiente. Así también es Israel: el sufrimiento reciente hace que olviden los sufrimientos antiguos.
Talmud de Jerusalén, tratado Berakot 2.7:
Al morir el rabí Bun bar Hiyya [siendo joven], rabí Zeira surgió y le alabó [exponiendo Eclesiastés 5.12]…. ¿A qué [historia] se puede comparar [la vida del] rabí Bun bar Hiyya? [A esta historia.] Un rey contrató muchos obreros. Uno de los obreros sobresalió en su trabajo. ¿Qué hizo el rey? Lo llamó y caminó con él alrededor [de las filas de los cultivos y no le permitió terminar con su trabajo del día]. Al anochecer, cuando todos los obreros vinieron a recibir su paga, el rey dio a este obrero el salario completo del día juntamente con los [demás] obreros. Los [otros] obreros se quejaron y dijeron: “Trabajamos todo el día. Este trabajó sólo dos horas, ¡y el rey le dio la paga de todo un día! El rey les respondió: “Este hombre trabajó [y logró] más en dos horas que ustedes [trabajando] todo el día.” De esta forma, el rabí Bun trabajó en el estudio de la Torá por veintiocho años [y aprendió] más que un estudiante maduro aprendería en cien años.
Talmud de Babilonia, tratado Haššanah 17b (respecto a la pregunta de una mujer a Rabban Gamaliel sobre la aparente contradicción entre Deuteronomio 10.17 y Números 6.26):
El sacerdote rabí José, se unió a la conversación y le dijo: Te daré una parábola que ilustrará el asunto. Un hombre prestó a su vecino un maneh y fijó un tiempo para el pago en presencia del rey, y el otro juró por la vida del rey que pagaría la deuda. Cumplido el tiempo que acordaron, éste no pagó la deuda, y fue a disculparse con el rey. El rey, sin embargo, le dijo: Te perdono el mal contra mí, pero ve y pide el perdón de tu vecino. Así sucede aquí: un texto habla de las ofensas de una persona contra Dios, mientras que el otro alude a las ofensas de una persona contra la otra.
Mekiltá Bashalla §٤ (sobre Éxodo ١٤.١٥):
Rabí Absalom, el anciano, dio una parábola, diciendo: ¿A qué se parece esto? A un hombre que enojado con su hijo lo echó de la casa. El amigo del padre vino a pedirle que permitiera al hijo volver a casa. Respondiendo a su amigo, dijo: Tú solo pides a favor de mi hijo. Yo ya estoy reconciliado con mi hijo. Así también dijo el Santo a Moisés: ¿Por qué clamas a Mí? ¿No es a favor de mis hijos? Yo ya estoy reconciliado con mis hijos.
Sifrá Behuqotai 262.9 (sobre Levítico 26.9):
Hay una parábola: ¿A qué se compara este asunto? Se compara al caso de un rey que contrató una gran fuerza laboral, y en ella había un cierto obrero, que trabajó para el rey por un largo tiempo. Los obreros vinieron a recibir sus pagas, y ese obrero vino con ellos. El rey le dijo: “Hijo mío, me volveré hacia ti [y te daré atención especial]. Estos jóvenes obreros que han trabajado para