Enrique Dussel

El arte de argumentar: sentido, forma, diálogo y persuasión


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(visuales o paraverbales) del argumento, así como otras contribuciones importantes que expandieron el campo de la teoría de la argumentación. Sobre todo, desenvolvieron en conjunto la dimensión pragmática del estudio argumentativo.

      Las teorías fundadoras y de la segunda ola son en su mayoría diferentes entre sí en grado considerable. Existe poco diálogo entre ellas. Perelman, Toulmin y Hamblin nunca hacen referencia uno al otro. Incluso en el reciente libro Fundamentals of Argumentation Theory (Fundamentos de teoría de la argumentación, 1996) se prefirió exponer cada teoría en aislamiento, sin ningún comentario sobre cómo articular las distintas contribuciones y sin establecer la compatibilidad básica y las incompatibilidades entre los principales acercamientos para el análisis de los argumentos. Sin embargo, ha comenzado a producirse un diálogo, patente incluso en ciertas formulaciones teóricas de la segunda ola. Así, por ejemplo, Gilbert adopta elementos retóricos y normativos, Tindale conjuga dialéctica y retórica, y Van Eemeren se abre hacia el estudio «estratégico» y emocional de la argumentación. Plantin integra el análisis de Toulmin, las técnicas de Perelman y el análisis lingüístico de Ducrot.

      En el debate internacional sobre la argumentación, en las investigaciones más recientes y en muchas conferencias, como las bienales de Canadá y las efectuadas cada cuatro años en Amsterdam, se empiezan a tender cada vez más puentes entre subdisciplinas y teorías. Poco a poco se imponen los contactos (dialéctica-retórica, lógica-lingüística, dialéctica-erística, retórica-hermenéutica) y la integración, así sea parcial. Se abren los horizontes a la emoción y lo no verbal. Ya hoy suenan chocantes los términos iniciales de escuelas como la lógica «informal» por ser una contradicción en los términos y la pragmática integrada en «la lengua», término que constituye una especie de oxímoron, como dice Plantin,40 ya que une lo sistemático y el uso; necesitamos avanzar de una manera decidida hacia el estudio de lo informal, el uso, la descripción, la emoción, el conflicto y lo visual.

      A mi juicio, la teoría de la argumentación está en el tránsito —desde una perspectiva epistémica— de una fase de desarrollo y llenado de los paradigmas parciales (lógico-dialécticos, retóricos y lingüístico-discursivos) que ocurrió en la primera ola a un periodo de complicación, integración y apertura favorecido por el estallido de la segunda ola. En este andar, el campo de la teoría de la argumentación se ha convertido en un campo internacional, que interesa a Italia, Alemania, los países de habla francesa e inglesa, América Latina, Europa del este e incluso, de forma ocasional, a estudiosos de África y oriente. El autor mismo del presente libro es producto de un diálogo, ya que fue alumno de Julieta Haidar en México, de Plantin en Francia y de Gilbert en Canadá.

      Es claro que el discurso de y sobre la teoría de la argumentación forma parte de la historia de cada momento, produce un efecto sobre el saber y la vida. En este sentido la batalla contemporánea y el fundamento de la teoría de la argumentación es para mí —entre otras cosas— por lo siguiente:

      • La difusión masiva de las técnicas de discusión y crítica

      • La inclusión y respeto de las diversas racionalidades de las diferentes culturas oprimidas, en contra del etnocentrismo y del simple desconocimiento de las tradiciones indígenas y «orientales»

      • La consideración de la argumentación en cada ciencia natural o social

      • La valoración de las emociones y la intuición como centro de nuestra humanidad, así como el abandono del racionalismo estrecho y mecánico fundado por Descartes; cuestión que trae aparejada la comprensión dinámica de la comunicación, en una mirada que sustituya la simple visión del comunicar como procesamiento de información

      • La consideración central no sólo de la forma sino también del qué de la argumentación (su contenido), el porqué y el para qué de su fundamento social y humano

      • La ampliación de la pragmática de la argumentación hacia el estudio ideológico y político que comprenda las condiciones de producción, circulación y recepción de los discursos

      • La consideración de lo complejo, multidimensional e interdisciplinario (la totalidad; lo verbal-paraverbal-no verbal; lo lógico, dialéctico, retórico, erístico, semiótico, pragmático, discursivo y hermenéutico)

      • El énfasis en la comprensión y crítica del universo de los argumentos visuales que nos rodean, deleitan y envenenan a un tiempo

      • La construcción de un acuerdo en beneficio de todos en un mundo cada vez más interdependiente

      • Y la contribución, desde la práctica de la argumentación, a la reconstrucción de la posibilidad de un horizonte donde la mayoría de los seres humanos, hoy abandonados en la pobreza y el olvido, pueda vivir mejor; es decir, la formulación de propuestas capaces de integrar el estudio de la forma, del contenido y de una vocación liberadora —sin los excesos y monstruosidades del siglo XX — en la teoría de la racionalidad y la razonabilidad

       El mercado teórico

      A modo de resumen, el cuadro de la figura 2 muestra con un «+» los énfasis de cada teoría, con un «-» los componentes débiles y con el espacio blanco la ausencia. Además señalamos ciertos focos de interés en cada teoría. La tabla no es exhaustiva ni puede ser totalmente precisa, ya que puede discutirse algún criterio y su mayor o menor presencia en una escuela de pensamiento. Sin embargo, estoy seguro de que servirá como una orientación inicial para que el lector o lectora se ubique en el campo mundial de la teoría de la argumentación.

      Clasificamos a los autores según la subdisciplina predominante en la cual se ubican, aunque es importante aclarar de entrada que varios de ellos, en especial Willard y Gilbert, no se colocan con claridad en una sola tendencia. De hecho puede notarse en el cuadro de teorías que en muchos casos no hay un corte tajante sino muy diversas mediaciones que nos llevan de lo lógico a lo dialéctico, lo retórico y lo lingüístico discursivo. Además de que, de por sí, la dialéctica supone la lógica, la erística pone en contacto dialéctica y retórica, y la semiosis es un componente ineludible de la significación. A riesgo de ser un poco repetitivos, a continuación desglosamos un resumen del cuadro para mejor comprensión del lector y para que pueda ubicar las corrientes y autores a lo largo del libro de un solo golpe.

      • Los análisis del malentendido de Naess41 y Crawshay-Williams42 que renovaron la lógica tradicional para acercarla a la visión del diálogo, camino que fue seguido por Lorenzen43 con su lógica propedéutica, así como por Barth y Krabbe con su sistema de dialéctica formal44 que abreva de la tradición estoica y convirtió las tablas de verdad en un proceso dialógico

      • Las propuestas lógico dialécticas del esquema universal de la argumentación de Toulmin,45 el estudio de las falacias por Hamblin,46 la teoría de la acción comunicativa de Habermas47 y sus reformulaciones por Kopperschmidt.48 La teoría de la pragma-dialéctica,49 la lógica informal de Blair y Johnson,50 así como numerosas obras y autores del pensamiento crítico (Estados Unidos y Canadá) y la dialéctica formal (Barth y Krabbe)

      • La argumentación multimodal y la argumentación coalescente de Michael Gilbert que rebasan el horizonte lógico,51 los análisis abiertos a la retórica de Tindale52 y los que consideran lo visual como en el caso de Groarke53 y Blair.54 El enfoque sociológico de Willard55

      • La erística de Kotarbinski56

      • Perelman y Olbrechts-Tyteca,57 quienes son los fundadores de la nueva retórica, que recupera la tradición argumentativa antigua centrándose en un enfoque retórico y racional, así como las reformulaciones de ella efectuadas por Kienpointer.58 Klein,59 quien trabajó también el enfoque retórico, buscando una fusión con lo pragmático social

      • Gadamer, Ricouer y De Man, que estudian la retórica filosófica

      • La argumentación en la lengua (ADL) que estudia