J.C. Escobedo

Enciclopedia de la mitología


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junto al río Termodonte, con Temiscira por capital, o bien en Escitia, en la ribera del pantano de Meótida. Su nombre significa «sin mama» y deriva de que solían cortarse el seno derecho para manejar mejor el arco.

      Estas mujeres se entregaban a ejercicios guerreros. Se gobernaban por sí solas y eran enemigas de los hombres, a los que mataban sin piedad. Fueron derrotadas por Belerofonte. Combatieron contra Heracles y Teseo, y participaron en la guerra de Troya con su reina Pentesilea, muerta a manos de Aquiles. Otra famosa reina de las Amazonas fue Hipólita.

      AMBROSÍA

      Mítico alimento de los dioses. Lo traían blancas palomas que iban a buscarlo al jardín de las Hespérides, en el confín de Occidente. La ambrosía provocaba que los dioses conservaran la inmortalidad y la juventud.

      ÁMICO

      Hijo de Poseidón y de la ninfa Melia, y rey de los bébrices.

      Era conocido en todo el mundo euroasiático por su gran fuerza y por su habilidad como luchador, pero al llegar los Argonautas, Pólux lo desafió y lo mató, después de sostener con él un duro combate.

      AMITAÓN

      Personaje mitológico recordado, sobre todo, por haber engendrado al adivino Melampo y porque de él descienden numerosos personajes importantísimos de las guerras tebanas, como Anfíloco, Anfiarao y Alcmeón, llamados por esta razón Amitaónidas.

      AMITAÓNIDAS

      Nombre que recibían los míticos hijos de Amitaón.

      AMÓN

      Dios egipcio de Tebas, posteriormente identificado con el dios solar Ra en el binomio Amón-Ra.

      Los faraones le dedicaron dos templos, uno en Karnak y otro en Luxor. A medida que allí se debilitaba su culto, crecía su devoción en Nubia y en los oasis de Libia, sobre todo en Amonio, ciudad que se hizo famosa por su templo, visitado en el año 322 a. de C. por Alejandro Magno para hacerse proclamar hijo del dios. En algunas representaciones aparece con cabeza de cordero.

      AMOR

      Véase Eros.

      ANAKTES

      Nombre con el que se veneraba a los Dioscuros en Atenas. El término significa «dominador, rey».

      ANCEO

      Hijo de Licurgo. Mítico héroe griego que participó valerosamente en la caza del jabalí de Calidón. Cuando el animal salió de su madriguera, se destacó por su temeridad. Su imprudencia resultó funesta, pues se aproximó demasiado y, cuando estaba a punto de golpearlo con su hacha, cayó despedazado por el monstruoso animal.

      ANCILE

      Escudo que, según la tradición, cayó del cielo como regalo del dios Marte a los romanos. De su conservación dependía la vida misma de Roma. El rey Numa Pompilio, para impedir que lo robasen, hizo fundir once escudos idénticos al verdadero, y los colocó junto a este para que nadie pudiese identificarlo. El ancile se guardaba en el templo más importante de los dedicados a Marte, que se alzaba en Roma junto a la Puerta Capena.

      ANDROGEO

      Hijo de Minos. Según algunas leyendas, los atenienses y los megarenses lo mataron a traición; según otras, fue enviado contra el terrible toro de Maratón, donde murió. En cualquier caso, su fin provocó la venganza de su padre, el rey cretense, y la guerra contra los atenienses.

      ANDRÓMACA

      Hija del rey Ectión y esposa de Héctor. Es una de las figuras más delicadas de la Ilíada, y la descripción de su encuentro con Héctor (canto VI) es uno de los relatos más conocidos del poema, lleno de conmovedora poesía. Héctor había vuelto a entrar en la ciudad y antes de regresar a la sangrienta lucha quiso saludar a su esposa y a su hijo Astianacte. Andrómaca, que había llevado luto varias veces porque Aquiles había matado a su padre y a siete hermanos y había destruido Tebas, su ciudad natal, presagia que Héctor sufriría la misma suerte. Sale a buscarlo con su hijo en brazos, en un último intento por retenerle a salvo en la ciudad. Le advierte del triste destino que les tocaría en suerte a ella y al pequeño Astianacte si él faltase. Andrómaca sabe, sin embargo, que todos sus ruegos serán vanos y que Héctor, aunque apenado, volverá al campo de batalla. Esta evidencia imprime a las palabras que le dirige un tono de profundo dolor, de angustia, de miedo y casi de rebelión contra los acontecimientos, que inexorablemente la privan de sus seres más queridos. Después de la muerte de Héctor y de su hijo Astianacte a manos de Pirro, hijo de Aquiles, fue llevada por el mismo Pirro a Grecia como esclava. Se casó después con Heleno, otro hijo de Príamo, y con él reinó en Caonia (Epiro), donde, según Virgilio, la encontró Eneas.

      Su figura inspiró a Eurípides, que escribió las tragedias Las troyanas y Andrómaca, a Ennio, autor de una obra titulada Andrómaca, y, entre los modernos, a Racine, con la tragedia Andromaque.

      ANDRÓMEDA

      Hija de la ninfa Casiopea y de Cefeo, rey de Etiopía. Casiopea se vanagloria de que su propia belleza y la de su hija aventajan a la de las Nereidas. Estas piden a Poseidón que las vengue. Etiopía es inundada y un enorme y terrible monstruo marino causa estragos entre hombres y animales. Interrogado el oráculo de Amón, este revela que el único medio para aplacar al monstruo es ofrecerle como presa a Andrómeda. La muchacha es, pues, atada a una roca, pero, cuando el monstruo marino está a punto de alcanzarla, aparece Perseo, que lo petrifica con la cabeza de Medusa. Como premio obtiene a Andrómeda por esposa. Después de su muerte, Andrómeda fue transportada a la morada de los dioses, entre las constelaciones.

      ANFIARAO

      Célebre vidente. Hijo de Linceo e Hipermestra. Fue uno de los siete reyes que asediaron Tebas para devolver el trono a Polinice y derrocar a su hermano Eteocles. Por ser adivino, había previsto que moriría en aquel asedio y por lo tanto se ocultó. Sin embargo, traicionado por Erifila, su mujer, a cambio de un collar, fue obligado a partir y un abismo que se abrió en el suelo durante la batalla se lo tragó con su carro. No obstante, antes de salir había hecho jurar a su hijo Alcmeón que lo vengaría si moría en la guerra. En efecto, a su muerte, Alcmeón mató a su madre Erifila. Anfiarao fue a habitar entre los dioses; tuvo un oráculo en Tebas y otro más famoso en Oropos. En su honor, se celebraban las fiestas Anfiareas, juegos gimnásticos y musicales. Acerca de él escribieron Esquilo, Eurípides, Aristófanes y Estacio.

      ANFICTIÓN

      Rey de Ática, que sucedió en el trono a Cránao. Anfictión era hijo de Deucalión, Erecteo le había quitado el trono.

      ANFÍLOCO

      Hijo de Anfiarao y de Erifila, perteneciente a la dinastía de los Amitaónidas. Como su hermano Alcmeón, intervino en los episodios de las guerras tebanas de los Siete y de los Epígonos y en el sitio de Troya. Fue uno de los guerreros escogidos para entrar en el célebre caballo de madera. Después de haber fundado la ciudad de Argos, murió en una reyerta con el adivino Mopso.

      ANFIÓN

      Hijo de Zeus y de Antíope, fue rey de Tebas junto con su hermano Zetos, después de matar a su tío Lico (véase Antíope). A diferencia de Zetos, Anfión era de ánimo gentil; dedicado a la poesía y a la música, había recibido de Hermes una lira maravillosa, de la que arrancaba dulcísimos sonidos. Cuando llegaron a ser señores de Tebas, ambos hermanos se dedicaron a la construcción de fortificaciones y de nuevas murallas que debían ceñir la ciudad. Sin embargo, mientras Zetos se fatigaba transportando las piedras, Anfión, con el son de la lira, hacía que estas se moviesen por sí solas y se amontonasen para formar las murallas. Anfión se casó con Níobe, hija de Tántalo, y tuvo de ella una numerosa