dando a los visigodos el protagonismo en la expulsión de los vándalos en el 427 es el resultado de una confusión con la campaña de Valia diez años atrás[197].
[1] L. A. García Moreno, «Teodosio y la Gallaecia. Historia de una aristocracia tardorromana», en R. Teja y C. Pérez (eds.), Congreso Internacional La Hispania de Teodosio, vol. 1, Salamanca, Junta de Castilla y León, 1997, pp. 81-90.
[2] Cfr. S. Muhlberger, The Fifth-Century Chroniclers, cit., pp. 193-266. J. Vilella Masana, «Idacio, un cronista de su tiempo», Compostelanum 44 (1999), pp. 39-54. J. A. López Silva, A Crónica de Idacio de Limia, cit., pp. 17-26. C. Candelas Colodrón, El mundo de Hidacio de Chaves, Santiago de Compostela, Universidad, 2006, pp. 7-21.
[3] Aunque Hidacio declara nada más comenzar su crónica que es nacido en Lemica (Hydat., Praef. 1: «Natus in Lemica ciuitate»), en las proximidades de la actual Xinzo de Limia, e inmediatamente anota su condición de obispo (Hydat., Praef. 1: «praesul creatus officii»; 6: «adlectus ad episcopatus officium»), sólo en sendas entradas del año 460 alude a su secuestro de la iglesia de Aquae Flaviae (Hydat. 196: «capto Ydatio VII kal. Aug. in Aquaflauiensi ecclesia») y su regreso a la misma tras su liberación después de tres meses de cautiverio (Hydat. 202: «redit a Flauias»). Se ha considerado así que Aquae Flaviae fue su sede episcopal y que la ocupó desde el momento de su elección hasta su muerte. Cfr. C. Candelas Colodrón, «Hidacio ¿Obispo de Chaves? Iglesia, territorio y poder en el siglo V», Gallaecia 21 (2002), pp. 287-294.
[4] Cfr. C. Molè, «Uno storico del V secolo: Il vescovo Idazio», cit.
[5] Hydat., Praef. 4: «Quem quodam tempore propriae peregrinationis in supradictis regionibus adhuc infantulus uidisse me certus sum». La misma existencia de este viaje excepcional, probablemente en compañía de algún miembro de su familia, sirve para vincular a Hidacio con un grupo social elevado. En algún caso se ha planteado que su padre pudiese ser un funcionario imperial; cfr. C. Torres Rodríguez, «Hidacio, el primer cronista español», Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos 62 (1956), p. 766. La vinculación de Hidacio con la familia de los antipriscilianistas Hydatio de Mérida e Itacio de Ossonoba, aún argumentada por S. Muhlberger, The Fifth-Century Chronicles, cit., pp. 197-198, se fundamenta exclusivamente en la identidad de nombres y no es demostrable.
[6] Hydat., Praef. 4: «Sed quoniam in cuiusdam studii sui scriptura dixisse eum constat debacchantibus iam in Romano solo barbaris omnia haberi permixta atque confusa, opinamur ex huius indicio sermonis in hoc per annorum uolumine subdito de successione temporum ab ipso nihil adiectum».
[7] R. C. Blockley, (ed.), The Fragmentary Classicising Historians of the Later Roman Empire. Eunapius, Olympiodorus, Priscus and Malchus. II. Text, Translation and Historiographical Notes, Liverpool, Francis Cairn, 1983, pp. 9-10, cree que Hidacio estaba especialmente influido por una visión histórica de inminencia escatológica, por momentos parece que siente estar asistiendo al preludio del fin de los tiempos, de su provincia y del Imperio, y que los bárbaros eran agentes propicios del Anticristo. En la misma línea R. W. Burgess, «Hydatius and the Final Frontier: The Fall of the Roman Empire and the End of the World», en R. W. Mathisen y H. S. Sivan (eds.), Shifting Frontiers in Late Antiquity, Aldershot, Variorum, 1996, pp. 321-332. S. Muhlberger, The Fifth-Century Chroniclers, cit., pp. 260-264, es menos categórico.
[8] Hydat., Praef. 5: «Partim ex studio scriptorum, partim ex certo aliquantorum relatu, partim ex cognitione, quam iam lavrimabile propriae uitae tempus offendit».
[9] Hydat., Praef. 6: «Exim inmerito adlectus ad episcopatus officium, non ignarus omnium miserabilis temporis erumnarum, et conclusi in angustias imperii Romani metas subdidimus ruituras et, quod est luctuosis, intra extremam uniuersi orbis Galleciam deformem ecclesiastici ordinis statum creationibus indiscretis, honestae libertatis interitum et uniuerse propemodum in diuina disciplina religionis occasum ex furentium dominatione permixta iniquarum perturbatione nationum. Haec iam quidem inserta». Da la sensación que deja la investigación detallada como consecuencia directa de su elección episcopal; de ser así ésta, habría tenido lugar en el 427 o 428, pues Valentiniano III fue coronado en el 425.
[10] Cfr. S. Muhlberger, The Fifth-Century Chroniclers, cit, pp. 8-47. P. J. Galán Sánchez, El género historiográfico de la Chronica. Las crónicas hispanas de época visigoda, Cáceres, Universidad, 1994, pp. 15-40. B. Croke, Count Marcellinus and his Chronicle, Oxford, University Press, 2001, pp. 257-265.
[11] C. Cardelle de Hartmann, «Las lecturas de Hidacio de Chaves: notas sobre la recepción literaria en la Gallaecia del s. V», Minerva 6 (1992), p. 247.
[12] Cfr. A. Tranoy, Hydace. Chronique. I, cit., pp. 18-23. L. A. García Moreno, «Hidacio y el ocaso del poder imperial la península Ibérica», cit.
[13] Hydat. 1.
[14] Una de las últimas entradas de la crónica (Hydat. 241) trata aún de las vicisitudes del emperador Antemio contra los vándalos en el 468.
[15] Cfr. J. Arce, Bárbaros y romanos en Hispania 400-507 A.D., cit., pp. 20-29.
[16] S. Muhlberger, The Fifth-Century Chroniclers, cit, p. 246.
[17] S. J. B. Barnish, «Transformation and survival in the western senatorial aristocracy, c. AD 400-700», Papers of the British School at Rome 56 (1988), p. 139.
[18] S. Muhlberger, The Fifth-Century Chroniclers, cit, pp. 216 y 230. B. Jeanjean, «Saint Jérôme, patron des chroniqueurs en langue latine», en B. Jeanjean y B. Lançon, Saint Jérôme Chronique. Continuation de la Chronique d’Eusèbe, annes 326-378. Suivie de quatre études sur les Croniques et chronograpjies dans l’Antiquité tardive (ive-vie siècles), Rennes, Presses Universitaires de Rennes, 2004, pp. 137-178.
[19] Hydat. 13 y 16.
[20] Hydat. 25.
[21] Blockley, R. C. (ed.), The Fragmentary Classicising Historians of the Later Roman Empire. Eunapius, Olympiodorus, Priscus and Malchus. II., cit., p. 6, cree que aunque probablemente estuvo tomando notas desde muy joven no empezó a escribir hasta después del 457 o 458, tras la invasión goda, acontecimiento que considera articula todo el relato.
[22] Hydat. 33. Blockley, R. C. (ed.), The Fragmentary Classicising Historians of the Later Roman Empire.