casa y la voluntad.
Ana.
La sangre en esa piedad
Mostrais con que habeis nacido.
¿Cómo va de pleitos?
Beat.
Bien.
Ana.
¿Qué hay de don Juan?
Beat.
¿Qué don Juan?
Ana.
Vuestro marido.
Beat.
Si dan,
Doña Ana, ese nombre á quien
Mi amor se le tiene dado,
Don Juan de Padilla tiene
Salud.
Ana.
Eso no conviene
Con el sí que le habeis dado
Al de Aragon, que es por quien
Os pregunto.
Beat.
El sí que dí
No fué sí, porque en el sí
Ha de ir el alma tambien,
Y toda el alma faltó;
De manera que si un sí
No la tiene, desde allí
Se va convirtiendo en no;
Si es forzado no me toca,
Doña Ana, su cumplimiento,
Que no es naipe el casamiento,
Donde hace juego la boca.
Y del Padilla repara,
Que de suerte vive en mí,
Que si allí dijera sí
Dentro de mí, me matára,
Y pues que no me mató
Cuando forzada le dí,
Claro está que no fué sí,
Pues llegó primero el no.
Ana.
Si un renegado de Argel
No lo fué de corazon,
¿Cumple con su obligacion?
Beat.
¡Qué réplica tan cruel!
Para ligar voluntades
Ha de haber consentimiento,
Que es de la fe fundamento
El morir por sus verdades,
Y allí ha de haber confesion;
Mas huélgome que haya hallado
El de Aragon un letrado
De tanta satisfaccion,
Con esto doy por vencido
El pleito desde este dia,
Porque tal abogacía
Ni se ha visto ni se ha oido;
Que estas leyes y desvelos,
Aunque oirlas me fastidia,
Todas son textos de envidia
Con sus párrafos de celos.
(Váyase.)
Ped.
El venir á visitar,
Bien lo debeis de saber,
Ha de ser á dar placer
No ha de ser á dar pesar,
Que aqueste pleito en rigor
Todo es alma y gusto es;
Si en él teneis interes,
Disimulalde mejor.
(Váyase.)
Leon.
Las damas cuerdas no vienen,
Con burlas y fingimientos,
Á sacar los pensamientos
De las amigas que tienen;
Mi señora tiene amor,
Vos no habeis de reducilla;
Si quereis bien á Padilla,
Disimulaldo mejor.
(Váyase.)
Ana.
¿Tú hablas? ¡qué es esto cielos!
Todos contra mí son ya.
¡Á qué de cosas está
Sujeto quien tiene celos!
DON ÁLVARO.
Álv.
Yo he de hacer lo que digo y justamente
Cuando el Rey me mandase lo contrario.
Ana.
¿Qué furia es ésta? aunque con tantas causas
Tendréis por necia la pregunta mia.
Álv.
Dícenme que Padilla se ha quejado
Á su alteza, de suerte que le ha dado
Crédito á cuanto ha dicho, y áun he oido
Que con mercedes le ha favorecido,
Que nos podian hacer guerra notable;
Mas ya tengo el remedio prevenido,
Quiero, doña Ana, yo, quiero casarme,
Quiero dar á mi hija este disgusto,
En esto vengo ya determinado;
Por ventura tendré (que áun tengo bríos)
Quien herede mi casa con mi hacienda;
Si me venciere el de Padilla, entienda
Que, pues aspira sólo á la riqueza,
Allá se ha de quedar con su pobreza.
Ana.
Con enojo no es mucho haber pensado
Dar á doña Beatriz ese cuidado,
Mas si quereis fingir el casamiento,
Como es razon, pues ya sois hombre de años
Y lo mismo ha de hacer el fingimiento,
Publicad que os quereis casar conmigo,
Que yo diré lo mismo.
Álv.
Daros quiero
Los brazos y hasta el alma quiero daros,
Que con esto por dicha, y será cierto,
Vendrá este pleito en el mejor concierto.
Ana.
Pues para que más presto se publique
Pedid licencia al Rey.
Álv.
Yo voy contento,
Y lo fuera mejor si verdad fuera.
(Váyase don Álvaro.)
Ana.
Áun se conoce