Segunda parte a Hellinger, mediando un Interludio, en el cual, les hace dialogar con sus textos. Consideramos sumamente creativa esta decisión, en la cual se destaca cómo la filosofía de ambos autores, nos invita a romper nuestros propios límites, poder ser críticos de nuestros valores, batallar con las verdades más arraigadas, contemplar la diferencia en forma constructiva.
Es por eso, que en lugar de inaugurar los conflictos a partir de las desemejanzas, estos autores nos proponen un movimiento mucho más complejo: a partir de la diversidad, es posible una comprensión más flexible de las dinámicas humanas, como así también de los avatares del conocimiento.
El autor de esta sorprendente obra, ha sido enormemente cuidadoso en el trabajo conceptual, lo que le permitió ir abriendo esos tejidos, dando aires a esas puertas, arrojarse a esos trayectos y derivas, con el minucioso y atento ojo del biólogo, el psicólogo, el sociólogo, el genealogista, el arqueólogo… trabajando a la vez con la lupa y con el teodolito, con el mapa y la brújula, con el martillo y la pala, con la pinza, los calibres, los tamices, los microscopios, y… las palabras.
Hay un entramado muy acertado de citas, que apunta, especialmente, en todos los casos, a mostrar las relaciones entre el bagaje instrumental elegido, con sus operadores de lectura precisos, y las particularidades de los textos fuente, (en este caso los escritos de Bergson y Hellinger), y de las demás obras específicas que, al aportar temas puntuales, permitirían, argumentar sobre alguna de las hipótesis centrales, tales como: “Nuestra hipótesis de lectura consiste en sostener que el inconsciente está incluido en la conciencia y que ambos tienen una estructura fractal y colectiva”, (Tesina, Introducción, pag. 5).
Las obras de fuente secundaria elegidas, operaban focalizando las “tensiones”, por dar un ejemplo, entre la concepción teórica de la categoría de “conciencia”, su inscripción disciplinar, por un lado, y su perfil individual y social, subjetivo y comunitario, por el otro. Esto aportaba originales y provocadores espacios de reflexión, que, en algunos casos, implican ciertas “vueltas de tuerca” creativas y sugerentes, como más adelante intentaremos mostrar.
III-La estructuración de la obra respeta, acertadamente, la propuesta original que implicaba el tratamiento de la conciencia, con lo significativo de no reducirla al “estar conciente”, y de realizar un análisis no sólo, pero si también, de los discursos, para indagar cómo, mediante qué procedimientos, con qué resultados y a través de qué medios, con qué o quiénes (textos, autores, grupos de trabajo, enseñanza, etc.) se establecieron las reglas de estos dispositivos relativos a la categoría de “conciencia”, estudiando asimismo, cómo, en el nivel de las prácticas, (al abordar las relaciones humanas, en el caso de Hellinger), se configuran los procedimientos de individualización, subjetivación comunitaria, dinámicas de las diferencias y de la diversidad.
Sintetizando, podemos plantear, que, a su criterio, al reconocer diferentes dimensiones que atraviesan al sujeto, pero no pueden reducirse a él, emergen diversas incógnitas que derivan hacia la construcción de complejos espacios de problematización, que proponen lo que podría entenderse como un paradigma de la subjetividad, que establece la esfera colectiva como fundamento principal de la individualidad.
Esto podría referenciarse como una herramienta esencial para transformar la sociedad, y, a la vez, como una teoría específica que brinda la posibilidad de fundamentación de los sectores interesados en adoptar roles activos orientados hacia la solución de conflictos humanos, como es el caso de las Constelaciones Familiares, en el pensamiento de Hellinger. En Bergson, la práctica filosófica propicia un entramado ético, en el contexto de una conciencia múltiple inmersa en lo moviente. El ser humano participa de la duración, como uno de los tantos elementos que componen la supervivencia de la vida.
IV-Epílogo, Postfacio y quizás Preludio:
Este último término, Preludio, tiene origen en el latín praeludium y se usa para nombrar a lo que actúa como introducción o comienzo de algo. El preludio, por lo general, antecede a “lo principal” o a “la pieza central y más importante”. En música suele ser un sonido anticipatorio, un suspenso. algo que se ejecuta o se canta a modo de ensayo, ya sea para aclimatar la voz o para probar el sonido de los instrumentos, o para introducir una composición.
Pero aquí no tratamos de establecer lo más o menos importante. De allí que este “Epílogo-Postfacio” se propone favorecer un nuevo comienzo, no cerrar, ni obturar, sino lanzar toda la maravillosa imaginación del autor hacia derivas sorprendentes.
Un Preludio a veces es inesperado e intempestivo… anuncia aquello que está cargado de futuro. Como un nuevo amanecer, ya que habiendo mucho hecho y realizado, siempre hay algo que surge, una luz que se anuncia y se expande.
Para Facundo Fagioli recomienza la AVENTURA del pensamiento y la acción. La pura a afirmación de la vida, como quería Nietzsche. .
Me despido de los lectores que tratan de pensar finales, para re-tornar en el hecho de que, tanto los Epílogos como los Preludios, son atravesados por lo provisorio, danzan en manos de lo inesperado, y responden a la maravillosa aventura de la “tirada de dados que nunca abolirá el azar” (2). Finalizo con una última cita de la Tesina: “Pero incluso en lo más pequeño y cercano que tenemos, nosotros mismos, la conciencia está abrazada y penetrada por el misterio de lo inconsciente.
Es así que por un lado se encarga de penetrar la oscuridad de aquellos enigmas que la envuelven; para poder comprender cuales son las condiciones de posibilidad de la existencia. Pero por otro lado, al mismo tiempo que puede contener esta hondura, convive, está en punga y constantemente se ve atravesada por lo inconsciente. Paradójicamente esta dinámica, que en apariencia se expresa como una dificultad a la cual la conciencia se enfrenta, le proporciona un abundante caudal de oportunidades que le permiten crecer y evolucionar en su desarrollo. [.] Sólo necesitamos un breve vistazo a la historia, para poder entender que las sociedades en general y los individuos en particular, se encuentran en constante devenir.”. (Tesina, Págs. 10 y 186, todos los subrayados me pertenecen).
Prof. y Lic. María del Carmen Vitullo.
Directora de la Tesina.
Titular Ordinaria de “Problemática del Saber”, de1985 a 2013, inclusive.
Directora de CIFFRA, Centro de Estudios e Investigaciones en Filosofía Francesa desde 2009 y continúa.
Rosario, 12 de abril de 2019
1. Deleuze, Gilles, Epílogo al libro de Jacques Donzelot La Policía de las Familias. Trad. José Vázquez-Umbelina Larraceta. Ed. Pre-Textos. 1998. Valencia, España.
2. Mallarmé, Stéphane. Un coup de Dés jamais n’abolira le Hasard, Ed. Gallimard. Paris. 1993.
El canto a la vida
No ames la rama bien proporcionada,
Ni guardes sólo su imagen en tu corazón,
Ella se extingue.
Ama el árbol completo.
Entonces amarás la rama bien proporcionada,
La hoja tierna y la hoja marchita,
El tímido brote y la flor completamente abierta,
El pétalo que cae y la copa que danza,
La sombra espléndida del pleno amor.
Ah, ama la Vida en su plenitud.
Ella no conoce el deterioro.
Jiddu Krishnamurti “La naturaleza y el medio”
Introducción
En este libro nos proponemos abordar las concepciones acerca de la categoría de conciencia en el pensamiento de Bergson y Hellinger (3). En el recorrido de este trabajo intentaremos poner en cuestión la idea ya conocida, que reduce, la conciencia al estar conciente, lo cual entendemos como un recorte muy limitado de sus trayectoria y manifestaciones, que no