Richard B. Ramsay

Fortalece tu fe


Скачать книгу

section>

      FORTALECE

      TU FE

      Publicado Por:

       Publicaciones Faro de Gracia P.O. Box 1043 Graham, NC 1043 www.farodegracia.org

      ISBN 978-1-629461-65-6

      Agradecemos el permiso y la ayuda brindada por el autor para publicar este libro, Fortalece tu fe, al español.

       © 2015 Richard B Ramsay.

      © 2019 Publicaciones Faro de Gracia.Diseño de la portada y las páginas por Francisco Alolfo Hernández Aceves. Todos los Derechos Reservados.

      Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada en un sistema de recuperación de datos o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio—electrónico, mecánico, fotocopiado, grabación o cualquier otro— excepto por breves citas en revistas impresas, sin permiso previo del editor.

      © Las citas bíblicas son tomadas de la Versión Reina-Valera ©1960, Sociedades Bíblicas en América Latina. © renovada 1988, Sociedades Bíblicas Unidas, a menos que sea notado como otra versión.

      Utilizado con permiso.

      Impreso en los EEUU, 2019.

      FORTALECE

       TU FE

      Reflexiones para resolver

      algunas dudas comunes

      RICHARD B. RAMSAY

      Contenido

       Prefacio

       1. Desde el principio hasta el fin (Todo por fe)

       2. Hijos, no esclavos (Cómo crecer)

       3. ¿Dónde está el piloto? (La soberanía de Dios)

       4. ¿Por qué, Señor? (Dios y el sufrimiento)

       5. Un indulto presidencial (La elección)

       6. Con tinta indeleble (La permanencia de la salvación)

       7. Ahora somos grandes (La ley del Antiguo Testamento hoy)

       8. Mi copa está rebosando (La plenitud del Espíritu Santo)

       9. ¡Dame libertad o dame la muerte! (La libertad de conciencia)

       Apéndice; “Lo esencial” de todos los capítulos

       Otros Títulos de Publicaciones Faro de Gracia

      Para resistir una tempestad, un árbol necesita raíces profundas. De una manera similar, para vivir la vida cristiana en un mundo difícil, tenemos que echar raíces profundas en la gracia de Dios. Y para entender la gracia de Dios, tenemos que reconocer Su soberanía total, sin perder de vista la libertad humana.

      Este libro pretende resolver algunas dudas comunes, presentando reflexiones bíblicas y teológicas para ayudar al lector en su vida cristiana. Analiza temas como los siguientes: ¿Dios predestina todo? Si es así, ¿cuál es la responsabilidad del hombre? ¿Por qué Dios permite el sufrimiento? ¿Cómo usar la ley del Antiguo Testamento hoy? ¿Qué significa ser “lleno del Espíritu”? ¿Puedo perder mi salvación? ¿Qué es la libertad cristiana?

      Las reflexiones en estos capítulos han sido inquietudes personales durante muchos años, y las respuestas han sido cultivadas a través del estudio de la Biblia y en conversaciones personales. No pretendo hacer un estudio completo de estos temas, sino un estudio introductorio.

      Según las Escrituras, no debemos ser “niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina” (Efesios 4:14). Al contrario, debemos “fortalecernos en el Señor” (Efesios 6:10), “perseverar en la gracia” (Hechos 13:43) y “crecer en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2 Pedro 3:18).

      Richard B. Ramsay, Miami, 2015

      Nota: Para los que han leído una versión previa de este libro, debo explicar que he sacado el capítulo sobre cómo debemos relacionarnos con la sociedad (“¿Atacar o retroceder?”), porque ha sido publicado (Editorial CLIE) como un capítulo de mi libro Integridad Intelectual.

      (Todo por fe)

      “Verdaderamente, somos mendigos.”(Martín Lutero, nota encontrada en su bolsillo cuando murió)

      ¿Qué debo hacer para ser salvo?

      Una de las cosas más tristes que he hecho en mi vida fue llevar a un alumno del seminario al hospital psiquiátrico en Chile. Este joven había perdido contacto con la realidad, y estaba amenazando con hacer daño a la secretaria y a los alumnos. Tuvimos que buscar ayuda profesional.

      Cuando el jefe de psiquiatría me invitó a una entrevista acerca del alumno, me comentó que muchos de sus pacientes eran evangélicos. Me sorprendió el dato, y le pregunté por qué. Me contestó que era por el sentido de culpa. Dijo que no tenía nada en contra del cristianismo, pero que muchas iglesias hablan demasiado de cosas muy negativas, sin hablar del amor de Dios, del perdón, y de cosas positivas. Mucha gente termina con un tremendo peso de culpa que trastorna su capacidad de relacionarse sanamente con el mundo.

      No creo que esto explique totalmente el problema de nuestro alumno, pero me hizo reflexionar seriamente acerca de lo que estamos enseñando en nuestras iglesias. Me dio mucha tristeza porque debería ser precisamente nuestra relación con Cristo que nos libera de la culpa y nos capacita para vivir en armonía con el mundo. Cuento esto para que examinemos nuestra enseñanza, para ver si estamos predicando el evangelio fielmente.

      No me entienda mal; el evangelio también incluye una explicación del pecado, de la Caída y sus consecuencias, y una advertencia acerca del juicio. Para comprender lo que Cristo hizo para nosotros, también tenemos que reconocer nuestro problema. Además, hay un sentido de culpa cuando hemos pecado que es legítimo. Sin embargo, no debemos predicar estos aspectos sin destacar el mensaje maravilloso de la salvación: la obra de Cristo, el perdón, una nueva vida en Cristo, y la vida eterna, todo por gracia, y no por mérito propio. He escuchado muchos sermones “evangélicos” que no tienen nada del evangelio. Solamente apuntan al pecado y dejan a los oyentes con el sentido de culpa.

      Pienso que muchos evangélicos no han comprendido las implicaciones del hecho de que nuestra salvación es completamente por gracia mediante la fe. Fácilmente caen en un legalismo que impide el gozo que podemos tener en Cristo.

      En este capítulo, defenderemos la enseñanza bíblica de que toda la salvación es por fe, tanto la justificación como la santificación. En el siguiente capítulo, examinaremos más detalles acerca de cómo funciona la santificación.

      Martín Lutero dormía en el suelo, ayunaba, y se castigaba, tratando de salvarse. Luchaba con un sentimiento de culpa, y buscaba paz con Dios a través del sufrimiento. Finalmente encontró esa paz, cuando leyó Romanos 1:17.

      Romanos 1:17

      Porque en el evangelio la justicia