American College of Sports Medicine

Manual ACSM para el entrenador personal (Color)


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encargados de la certificación pasaron a hallarse en condiciones de establecer la titulación mínima de enseñanza secundaria (o equivalente) y la formación en RCP/DEA como requisitos previos para la titulación del personal acreditado (1).

      CUADRO 2.1 Para más información

      Para acceder a los programas de titulación en entrenamiento personal más actualizados consulte la página web del ICE (Institute of Credentialing Excellence; http://www.credentialingexcellence.org) (3). El ICE se denominaba anteriormente NOCA (National Organization for Competency Assurance).

      La experiencia requiere un tiempo que, necesariamente, ha de estar bien empleado. El proceso de descubrimiento de una especialidad, obtención de una titulación, completar el debido período de prácticas para la consecución de la certificación, la realización de trabajo como voluntario y el trabajo propiamente dicho proporciona al entrenador un amplio abanico de posibilidades. La experiencia resulta significativa si el entrenador puede proceder de manera satisfactoria a documentar los resultados, adquirir referencias de empleados y clientes, y elaborar un resumen para la consecución de un objetivo profesional. En ocasiones, las oportunidades basadas en la experiencia hacen necesario que el entrenador personal trabaje con una remuneración escasa o nula. Conviene intentar implicarse en situaciones que se alejen de la «comodidad». Por ejemplo, un entrenador personal puede no tener experiencia en trabajo con personas de edad avanzada. Las tendencias de evolución demográfica señalan un futuro incremento en las dimensiones de la población de potenciales clientes de edad avanzada y que pueden presentar alteraciones ortopédicas o metabólicas como consecuencia de su edad. Intente buscar oportunidades de trabajo en residencias de ancianos y centros de asistencia continuada, la mayoría de las cuales ofrece terapia de ejercicio a sus residentes. Muchas de ellas cuentan con instalaciones de acondicionamiento físico bien equipadas con programas activos, que dan al entrenador personal la oportunidad de acumular una valiosa experiencia en este sector del mercado.

      La experiencia resulta significativa si el entrenador puede proceder de manera satisfactoria a documentar los resultados, adquirir referencias de empleados y clientes, y elaborar un resumen para la consecución de un objetivo profesional.

       Presentación de un plan claro y conciso

      El entrenador de fútbol americano Vincent Lombardi solía decir: «Planifica tu trabajo y trabaja en tu planificación». Esta estrategia, aparentemente sencilla, expresa una de las más importantes cualidades que determinan el éxito del arte y la ciencia del entrenamiento personal. La fase de valoración previa al entrenamiento, selección y determinación de objetivos con el cliente conforma la base de la prescripción del ejercicio.

      Una vez precisados la frecuencia, duración, intensidad y componentes generales (p. ej., calentamiento, flexibilidad, equilibrio, fuerza, resistencia, potencia aeróbica, habilidades específicas y relajación) de los ejercicios prescritos, es preciso presentar al cliente un plan por escrito. El plan debe incluir las fechas de las sesiones de ejercicio, los objetivos primarios de cada sesión, el orden de los ejercicios y su nombre, duración (repeticiones, grupos de ejercicios, tiempo) e intensidades (con especificación del objetivo de frecuencia cardíaca y grado de esfuerzo percibido).

      La última línea de cada plan de prescripción de ejercicio completado debe ir ocupada por la firma del entrenador personal. De este modo se constata que él ha desarrollado el plan y que ha incorporado las observaciones, las notas, los ajustes y los comentarios del cliente y sobre las sesiones, a modo de futura referencia. Ello también resulta de utilidad en caso de que otro entrenador personal trabaje con ese cliente en el futuro y, lo que es más importante, la firma es reflejo del propio trabajo del entrenador, al igual que un artista refrenda su obra con su firma.

      Un buen momento para revisar la estrategia global y el plan para la sesión individual es la fase de calentamiento, mientras el cliente camina sobre el tapiz rodante o pedalea en la bicicleta estática. En esta etapa también se tiene la oportunidad de valorar la disposición para realizar los ejercicios del día, comprobar el estado nutricional y de hidratación, preguntar por posibles lesiones o dolores recientes que puedan condicionar la aplicación del plan y establecer las bases de un mejor entrenamiento.

      Además de la prescripción de ejercicio, el entrenador personal tiene que elaborar un plan de comunicación, establecer los criterios en lo que respecta a las sesiones atrasadas, canceladas o abreviadas, compartir los datos sobre antecedentes de salud, indicar los hábitos correctos de nutrición e hidratación, y, en general, determinar las reglas generales que rijan el trabajo en común de entrenador y cliente. La información sobre la derivación al médico cuando sea necesario se incluye en los capítulos 11 y 21.

      CUADRO 2.2 Resistencia manual

      Una técnica que parece una demostración de creatividad, llamada de «resistencia manual», es la aplicada cuando el entrenador reemplaza su fuerza para aportar resistencia al movimiento del ejercicio del cliente. El cliente puede hacer fuerza contra el entrenador, pero este debe evitar hacer lo propio contra el cliente. Otra innovación consiste en manipular la velocidad del movimiento. La velocidad de contracción es una variable tan importante como las repeticiones, los grupos de ejercicios o el peso para completar un ejercicio de entrenamiento de la fuerza, por lo que la manipulación de las fases de impulso o tracción (o ambas) es un modo eficaz de modificar el estímulo del complejo muscular, sorprendiendo, al mismo tiempo, al cliente en lo que respecta a sus expectativas sobre cuál será la acción siguiente.

       Innovación, creatividad y recursos

      Los entrenadores personales eficaces han de mostrar tanto innovación como creatividad (1). El innovador se define como la persona que introduce de forma continua nuevos métodos y técnicas. La experiencia en el entrenamiento personal proporciona numerosas oportunidades de incorporar tales innovaciones, que suelen ser fáciles de aplicar, pero que, a efectos de salvaguardar la seguridad, requieren cierta práctica.

      La creatividad es otro rasgo del comportamiento de los entrenadores personales eficaces. La oportunidad para el entrenador personal de ser creativo se presenta con frecuencia, por ejemplo, cuando un aparato del equipo o un área de las instalaciones se encuentran inesperadamente fuera de servicio. Un entrenador creativo tendrá siempre dispuesto un ejercicio de reserva para alcanzar un determinado objetivo. Ello consiste habitualmente en un movimiento de peso libre o de resistencia manual, en vez de un ejercicio realizado con un aparato.

      FIGURA 2.2. Una entrenadora personal muestra cómo se utilizan las bandas de resistencia.

      Un entrenador competente debe disponer, además, de variados recursos. Por ejemplo, descubrir nuevos equipos de última generación o adaptar un dispositivo de uso corriente, como las bandas elásticas, para facilitar los movimientos de las personas con limitaciones ortopédicas son signos de que el entrenador piensa por anticipado en los objetivos que se han de alcanzar (fig. 2.2). Los clientes comprobarán así que su entrenador se mantiene actualizado en el devenir de su profesión y que está atento a los últimos avances. La oferta de variedad de recursos proporciona un grado de estímulo que ayuda a mantener el compromiso por parte del cliente y hace que sea menos probable que se aburra de la rutina que el entrenamiento con ejercicios a veces conlleva.

       Enseñanza

      La buena salud obedece a un proceso continuado y a largo plazo. Un importante objetivo de cualquier entrenador personal es enseñar a los clientes los principios básicos de la realización de actividad física de forma segura y efectiva, de modo que puedan aplicarlos por sí mismos y, con el tiempo, enseñárselos a otras personas. Estos principios comprenden los diversos componentes de un entrenamiento completo, como calentamiento y relajación, flexibilidad/estiramiento, equilibrio, agilidad, fuerza, resistencia y potencia aeróbica. Por ejemplo, en