Abramovich.
Como compositor, pertenecen a este violinista los tangos Preludio a Francini, sentido homenaje a su eximio colega, y De moño, ambos escritos en colaboración con Luís Stazo.
Abramovich falleció el 1º de diciembre de 2014 a los 88 años de edad. Sus restos reposan en el cementerio de Berazategui junto a los de su esposa, con quien estuvo casado durante más de 50 años, durante los que «siempre fueron felices y en completa armonía», comentó su hija en ocasión de su sepelio.
2. Acquarone, Armando
Compositor nacido en Génova (Italia) el 7 de abril de 1891.
Se radicó en Buenos Aires en 1905, empleándose en el ferrocarril, empresa en la que permaneció ininterrumpidamente hasta su jubilación. Esta actividad laboral no le impidió sin embargo desarrollar una importante labor como compositor, plasmada en especial en un tango de enorme vigencia: San José de Flores, con letra de Enrique Miguel Gaudino, tema que escribió en el año 1935 y que fue llevado al disco por Oscar Alonso con acompañamiento de guitarras el 8 de mayo del año siguiente. El 9 de mayo de 1947, es decir casi exactamente once años después de su primera versión en el disco, el aún poco difundido tango fue registrado para el sello rca Víctor por Ricardo Tanturi y su orquesta con la voz de Roberto Videla.
Sin embargo, su enorme popularidad recién fue alcanzada a partir de 1953 cuando fue grabado por el cantor Alberto Morán en su última etapa como vocalista de la orquesta de Osvaldo Pugliese.
La versión discográfica de este tema, realizada el 14 de julio de ese año, se transfomó rápidamente en uno de los éxitos más reconocidos de la trayectoria de este cantor de la orquesta de Pugliese, circunstancia que lo impulsó a volver a registrarlo años más tarde, ya en su etapa de solista, nuevamente para el sello Odeon pero acompañado en esta ocasión por la orquesta dirigida por Armando Cupo.
San José de Flores constituye uno de los casos típicos de identificación de un tema con un determinado intérprete, y su sola mención remite al aficionado a la voz del inolvidable Flaco Morán.
Otras composiciones de Acquarone fueron Las campanas, con letra de Juan Mateo Velich, que Miguel Caló grabara con su orquesta y la voz de Alberto Morel el 13 de julio de 1936, Lazo maldito, Perfume de azahares, Mientes y Pena gaucha, esta última también con letra de Juan Mateo Velich, llevada al disco por Roberto Firpo y su orquesta con las voces a dúo de Carlos Varela y el violinista Enrique Forte, quien en algunas oportunidades participaba en las partes cantables.
También compuso el vals A la mar se fue, con versos de Tito Alonso, tema que fue grabado por la Orquesta Típica Victor con las voces a dúo de Carlos Lafuente y Luís Díaz en el año 1932.
A su vez Teresita, otra de sus composiciones en ritmo de vals, con letra del productor teatral Caraballo, fue llevada al disco por Charlo. Acquarone, ejemplo típico de un músico que no desarrolló nunca esta actividad en forma profesional pero que sin embargo fue capaz de dejar un importante legado al tango a través de sus composiciones, falleció el 23 de diciembre de 1975, a los 84 años de edad.
3. Adamini, Santiago
Santiago José Adamini, tal su nombre completo, nació en el porteño barrio de Palermo el 25 de febrero de 1895.
En sus comienzos fue guitarrista y bailarín, para luego dedicarse a producir letras para composiciones del género, además de ejercer el periodismo y desarrollar una importante actividad gremial en defensa de los autores y compositores de música. En sus inicios, como bailarín fue compañero de Benito Bianquet, el célebre El Cachafaz, con quien estuvo por más de quince años, y si bien Santiago era un muy buen bailarín de tango, no tenía obviamente las dotes de su gran amigo. Ambos amenizaron muchas noches de aquel recordado e irrepetible pasado de la danza y la música popular de Buenos Aires.
Su primera letra para el tango fue la de Picaneando, escrita en el año 1921, con música de José Servidio.
En una noche del año 1928, cenando con Gardel, dio a conocer a éste, junto con Anselmo Aieta, compositor de la música, su tango Tras cartón, con el fin de que el cantor los incluyera en su repertorio. La primera grabación del tema fue entonces la que realizó el Zorzal en ese mismo año, y en ella aparece como letrista Benito Bianquet, dado que el famoso bailarín estaba pasando una mala situación financiera, pudiendo obtener algunos ingresos con la grabación que pronto haría Gardel de ese tango. Posteriormente, ya en otras grabaciones, como por ejemplo la realizada por Francisco Rotundo con la voz de Floreal Ruíz el 10 de diciembre de 1951, Adamini figuró como autor de la letra, tal como realmente lo fue.
Dedicado también al periodismo de espectáculos, entre los años 1929 a 1946 dirigió la revista Vida Actual y años después se desempeñó como director de las casas grabadora Odeon y su subsidiaria Pampa. Cuando se produjo la llegada de los restos de Carlos Gardel a Buenos Aires a principios de 1936, Adamini escribió en el número 37, de febrero de ese año de la revista Vida Actual que «Se renovaron las exteriorizaciones de profundo pesar con que fue recibida por todo nuestro pueblo la noticia del trágico fallecimiento del primero de los cantores criollos.
Y es que en la historia de nuestra música popular la figura de Gardel se ha destacado con relieves tan vigorosos que ella siempre estuvo asociada a las más sentidas expresiones del cantar de todos. No era solamente del mundo de su hermosa voz emocionada, el matiz que revivía en cada instante en las gentes las notas de la última cadencia: era también la evolución de su extraordinaria simpatía personal. Esa irradiación de emoción y simpatía personal que el cantor ponía en cada una de sus interpretaciones llegaba incontenible al corazón».
En relación a su labor autoral, a Picaneando poesía de 1921 que ya señaláramos como su primera producción, siguieron alrededor de cien letras más, entre los cuales, además del también ya mencionado Tras cartón, se cuentan éxitos como Trasnochando, con música del pianista y dirctor Armando Baliotti, del que entre varias otras, existe una inolvidable versión grabada el 30 de junio de 1942 por la orquesta de Miguel Caló con el cantor Raúl Berón, A las 7 en el café, también con música Baliotti, tema grabado por esa misma orquesta en este caso con el cantor Jorge Ortiz, el 20 de enero de 1943 y la milonga Señores yo soy del centro, también objeto de una muy recordada grabación de Ángel D’Agostino con Angelito Vargas, el 20 de marzo de 1945.
Con música del cantor Jorge Valdéz, escribió los versos de Olvidemos todo, tema que el mencionado vocalista grabó con la orquesta de Juan D’Arienzo.
También Anselmo Aieta, Ángel D’Agostino, y Alfredo Attadía, son compositores cuyos nombres se encuentran asociados a la tarea de Adamini.
Surgieron así títulos como Para mí lo mismo da, Barrio Norte, Cachafaz, Aléjate demí, Mirta, Despedidadesoltero, Tu suerte y El cocherito. Entre sus últimas poesías para el género se cuentan la del tango
Tu pecado, con música de Pacífico Lambertucci, que Florindo Sassone grabó para el sello Odeon con la voz de Fontán Luna el 28 de enero de 1960, y la muy inspirada y original de Juan de Dios, nuevamente con música Baliotti, registrado para el sello Music–Hall por el binomio Jorge Caldara–Rodolfo Lesica en el año 1965, poco después del fallecimiento de su destinatario, Juan de Diós Filiberto.
Sumamente involucrado en la actividad gremial en defensa de los músicos, participó activamente en la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música, en la que luego de transitar por distintos cargos directivos, presidió la entidad durante tres períodos sucesivos, comprendidos entre los años 1958 a 1964.
La solidaridad para con sus colegas fue una actitud constante de Santiago, pudiendo mencionarse al respecto el importante apoyo que brindó al compositor y cantor Carlos Viván cuando éste transitó una difícil situación económica y de salud en los últimos años de su vida. Su fallecimiento se produjo en Buenos Aires, en su domicilio de
Villa Pueyrredón, el 21 de abril de 1969.
4. Agri, Antonio Pablo
Violinista,