de vida es de unos quince años. Son cazados por leones, leopardos, hienas, licaones y por el hombre. No se encuentran en el norte de Tanzania.
Hiena – Hyena – Fisi
Familiar de los cánidos, la hiena tiene una grupa mucho más baja que la cruz, de 80 centímetros y pesa alrededor de unos 60 kilos. Por supuesto, sus garras no son retráctiles. Vive en manadas de diez a treinta animales, en la sabana, y adora los baños de barro. Se desplaza de forma errática, en ligeros zigzags, cubriendo unos tres a cuatro kilómetros por hora, en busca de carne, aunque puede alcanzar los 60 km/h para atacar a una presa. Es en primer lugar un depredador, que se caracteriza por su mandíbula extremadamente fuerte y su organización en manadas. Puede competir, con éxito, por su presa frente a uno o varios guepardos, licaones, o frente a un león o un leopardo. También es un carroñero, que sigue en particular a los leones de caza, y sabe identificar el vuelo de los buitres, que dominará en general, así como los chacales, para el control de una carroña. Su mandíbula le permite arrancar y triturar trozos enormes y encontrar así la médula de los huesos. Las hienas viven en madrigueras: una gran cavidad que cavan a 80 centímetros bajo el suelo. Su grito característico es un aullido lúgubre que empieza en un tono bajo y ronco, y termina brúscamente en un tono agudo. La risa es más rara. Cada manada tiene un territorio bien delimitado por sus excrementos (que se reconocen por su color verde y luego blanco una vez se han secado), por su orina (evacuada como lo hacen los perros), por huellas cavadas con las patas delanteras y por las secreciones de glándulas situadas alrededor del ano y que el animal frota en el suelo. La hembra suele confundirse con el macho porque sus órganos genitales, bastante voluminosos, pueden parecerse a un pene. La hiena sólo puede ser matada por los leones y los licaones cuando se le ocurre acercarse demasiado a una presa codiciada. Se distingue la hiena tachada, bastante agresiva y común, la hiena rayada y la hiena marrón, ligeramente más pequeña.
Ibis – Ibis
MANYARA NATIONAL PARK - Tántalos africanos en el Parque Nacional de Manyara
© Freder – iStockphoto.com
El ibis sagrado, de 70 cm de alto, negro y blanco, y el ibis terrestre, más grande (1 m) y negro, con partes rojas bajo el pico, tienen como particularidad la forma convexa de su pico. El primero estaba representado en los jeroglíficos egipcios. Ambos frecuentan los pantanos y las zonas húmedas por las especies que los habitan: insectos, moluscos, gusanos… Son gregarios y anidan en colonias.
Impala – Impala – Swala pala
Antilope muy grácil, de 1,40 m en la cruz y 70 kilos, el impala es muy gregario: un macho dominante tiene hasta 40 hembras y sus pequeños para sí. Los demás machos viven agrupados aparte, pero los combates oponen regularmente al dominante frente a un rebelde. La madurez sexual se alcanza con un año y medio, la esperanza de vida es de unos doce años y el período de gestación es de seis meses y medio. Los cuernos, presentes sólo en el macho, son muy grandes y en forma de lira. En caso de gran peligro (es una presa muy apreciada por el leopardo y los leones), el impala huye dando grandes saltos, de hasta nueve metros de largo y tres metros de alto.
Jabirú – Saddle-bill Stork
Esta gran ave zancuda (¡1,70 m!) es una cigüeña de pluma negra y blanca, con el pico rojo coronado en su base por una fosa amarilla. Vive a lo largo de los estanques, pantanos y ríos, a menudo sola. Es principalmente piscívora, aunque también aprecia los invertebrados. Bastante solitaria, se reproduce en temporada seca, sin parada nupcial específica. Las crías son alimentadas por regurgitación.
Kudú – Kudu – Tandala
Antílope elegante con sus cuernos en espiral divergentes y las rayas blancas verticales de su pelaje leonado, el gran kudú mide 1,50 m en la cruz y pesa 280 kg (1,30 m por 200 kg en la hembra), y el pequeño kudú, una especie distinta, mide un metro por 100 kilos de media. El kudú es similar al antílope cervicabra presente en la India. Las hembras no tienen cuernos; en el macho, las espirales aparecen a los dos años, y los cuernos alcanzan su pleno desarrollo (es decir, dos rotaciones y media en más de un metro de largo) hacia los seis años, Los kudús prefieren los matorrales espesos y viven en pareja o en manada de menos de ocho individuos (los machos se agrupan generalmente aparte). El período de gestación es de siete meses (una cría por camada). Los kudús son capaces de saltar obstáculos muy altos. Comen todas las plantas, pero rara vez hierba. El pequeño kudú tiene rayas blancas más numerosas y contrastadas que el grande. Es presa de la mayoría de los grandes depredadores, incluido el hombre que busca a los machos para trofeos. En el norte de Tanzania, se observa el kudú al sur del Tarangire y entre Longido y el lago Natron.
Leopardo o pantera de África – Leopard – Chui
Félin musculoso pero muy flexible, el leopardo pesa hasta 85 kg por 70 cm de altura en la cruz. Su pelaje es leonado y marcado por numerosas manchas negras en forma de roseta. Los jóvenes tienen manchas más imprecisas. En las regiones montañosas o húmedas, el leopardo es mucho más oscuro, a veces marrón negro. El leopardo adulto vive en solitario, excepto durante la temporada de reproducción. Practica la caza de aguardo, cerca de los puntos de agua, en las rocas, donde a veces busca descubrir damanes o babuinos, o desde las alturas de un árbol: salta de golpe sobre su presa, la abate con sus poderosas patas y le rompe el cuello o la degüella. Entonces, sube con su presa a una alta rama, a salvo de los carroñeros (el leopardo trepa fácilmente troncos verticales, incluso con una presa suspendida en la boca) y se alimenta a su ritmo, a menudo en varias veces. Es un animal extremadamente poderoso y rápido. Come francolinos, pintadas y, sobre todo, cualquier tipo de mamífero, especialmente chacales, gacelas, cebras jóvenes y babuinos. Su territorio está marcado por rastros de sus garras y su orina. Fue diezmado por la caza.
León – Lion – Simba
El león es el felino más grande de África. Pesa hasta 200 kg por 2,20 m de longitud sin la cola y un metro en la cruz. La leona no tiene melena y es más pequeña. Puede confundirse a un joven macho con una hembra: en efecto, la melena sólo es completa después de 4 años y medio de vida. El león estaba presente antes en toda África, fuera del cinturón del bosque ecuatorial, hasta el Sinaí, Palestina (la Biblia habla a menudo de él), Asia Menor, Grecia incluso, Irán, Baluchistán, India septentrional y central y, en los tiempos prehistóricos, Europa occidental y Sudamérica. Aparte de algunos países africanos, sólo quedan unos dos cientos en Kathiawar, en el noroeste de la India. Hoy el león vive en la sabana; incluso se encuentra en el lado oeste del Kilimanjaro, hasta 4.500 metros de altitud.
Se trata de un animal bastante territorial, aunque este territorio se desplaza de forma casi permanente: entre uno y tres machos, con sus hembras y sus pequeños, ocupan una zona cambiante que puede ocupar hasta varios cientos de kilómetros cuadrados. En el Serengeti, por ejemplo, siguen la gran migración (ñus, cebras y gacelas). Su rugido, un gran grito ronco y descendente, seguido de tres o cuatro golpes breves, se oye a casi diez kilómetros a la redonda: lo emite en general para alejar a los intrusos de su territorio. A pesar de tener preferencias (cebras, facóqueros…), el león come todas las presas, como jóvenes elefantes, hipopótamos, cocodrilos e, incluso a veces, las crías de sus rivales. Generalmente son las hembras las que cazan (aportando alrededor del 80% de la comida) y preferentemente en grupo, utilizando a veces tácticas de distracción. Tras el acecho, el ataque se hace a 60 km/h en corta distancia (raras veces hay persecuciones). La lucha con los búfalos suele ser especialmente violenta: una hembra se arroja sobre su espalda, se agarra plantando todas sus garras abiertas al máximo, y lo muerde en el cuello, mientras que los demás lo atacan en los muslos y los hombros. El búfalo se defiende durante mucho tiempo y ferozmente, dando grandes cornadas que a veces hieren mortalmente a su agresor. Las presas derrotadas se matan por asfixia: bien una presión de la mandíbula en la tráquea, o bien directamente el beso de la muerte, es decir, el hocico en la boca. Los leones pueden cazar a cualquier hora del día, aunque solemos verlos descansar a la sombra por la tarde. Realizan al menos una comida cada tres días, no representan un peligro particular cuando están saciados, y los herbívoros pueden a veces pastar en