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Modelando el emprendimiento social en México


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límites de capacidad, educación, desarrollo de capacidad.Prosperidad se refiere al acceso de los emprendedores a educación superior, educación privada, profesiones de los padres, profesión previa.Toda la muestra de empresarios mostró tener diferentes recursos y antecedentes que les permitieron realizar sus tareas como emprendedores sociales. La prosperidad de los empresarios mexicanos es un antecedente en común, 21 de 22 empresarios mostraron acceso a recursos que les permitieron lograr sus proyectos (Conway Dato-on y Parris, 2014).Esto coincide con los datos del Centro de Opinión Pública (2013), el cual muestra que 66 % de los empresarios encuestados pertenecen a un nivel socioeconómico medio o medio-alto en México.Los antecedentes familiares desempeñan un papel importante en el emprendimiento en México al proporcionar a los emprendedores sociales y comerciales los recursos para comenzar una nueva empresa (Conway Dato-on y Parris, 2014; Lee y Peterson, 2000). Además, otro recurso importante de los emprendedores sociales en México es su acceso a redes de socios de negocios, asociaciones profesionales, proveedores, clientes y amigos, que se encuentran en posición de brindar apoyo y recursos (Lee y Peterson, 2000).Capacidad de recursos o prosperidad (continúa)El papel de la familia y las relaciones previas también tiene una co­nexión interesante con los enfoques de “entrada” de los emprendedores sociales en México. Muchos provienen de familias estructurales tradicionales en las cuales más miembros han estado involucrados anteriormente en proyectos sociales (Centro de Opinión Pública, 2013).En términos de experiencia previa, aproximadamente la mitad de los emprendedores sociales demostraron tener experiencia emprendedora previa y más de la mitad tienen antecedente de alguna experiencia en la industria o en el campo.Distancia físicaLa experiencia con un problema o temática que lleva a la creación de la organización;cerca = personal, experiencia de primera mano;observador = ver una necesidad o hueco a llenar en el mercado o sociedad.En términos de la proximidad de los emprendedores con el fenómeno que tratan de resolver, 9 de 22 de los entrevistados mencionaron tener una distancia “cercana” con el problema, mientras que 12 fueron identificados como “observadores” (Conway Dato-on y Parris, 2014).Es interesante observar que en entornos desafiantes como México, la evidencia sugiere que “tener un enemigo en común” (Omorede, 2014) hace que los emprendedores sean más propensos a involucrarse a través del tiempo en cuestiones sociales.MotivaciónPersonalColectivoDifusión de ideasEmpatíaEn relación con la dimensión de la distancia física, la “motivación personal” prevaleció como el impulso para que los emprendedores sociales mexicanos se involucraran en el ES. La “motivación colectiva” y la “difusión de ideas” fueron identificadas como importantes impulsores del ES mexicano. En general, tanto los impulsores colectivos como los personales pueden identificarse en los emprendedores sociales mexicanos (Conway Dato-on y Parris, 2014).Un hecho interesante es que 70% de los emprendedores sociales encuestados por el Centro de Opinión Pública (2013) mencionó que pertenecen a organizaciones distintas de su propio proyecto. En congruencia con el análisis de dimensiones de Hofstede, los emprendedores sociales están influidos por el carácter “colectivo” de la cultura mexicana.Cuando se les preguntó sobre sus motivaciones para empezar sus emprendimientos sociales, 33% de los emprendedores sociales mencionaron que tuvieron contacto con comunidades desafiantes, 20% mencionó la necesidad de sentir que estaban “contribuyendo” con algo más y 11% afirmó haber vivido una situación compleja en el entorno familiar o comunitario (Centro de Opinión Pública, 2013).Por otro lado, al comparar las motivaciones de los emprendedores sociales y comerciales mexicanos, Conway Dato-on y Parris (2014) identifican diferencias interesantes; mientras que los primeros buscan valor social, los últimos buscan la creación de riqueza.

      Fuente: Elaboración propia con datos de Conway Dato-on y Parris, 2014, y el Centro de Opinión Pública, 2013.

      Lee y Peterson (2000) afirman que el caso de México y su víncu­lo con el emprendimiento muestra “una cultura paradójica en la cual por un lado se promueve la toma de decisiones independiente y, por el otro, se espera control y consenso de grupo”. Los mismos autores argumentan que, a pesar de que se considera que México es un país muy colectivo, se encuentra en transición hacia una sociedad más individualista.

      Aunque el ES es multidimensional, con diferentes significados en distintos entornos institucionales, debe tenerse cuidado al hacer conclusiones basadas en los hallazgos de un país (Kedmenec, et al., 2015). Debido a las complejidades regionales de México, con variaciones en cuanto a las especificaciones de contenido local entre estados y regiones, es importante tomar estos patrones como panoramas generales, como aseveraciones y generalizaciones que deben demostrarse más a fondo. No obstante, este capítulo ha intentado enlistar algunas perspectivas interesantes en términos de los elementos contextuales que influyen en los emprendedores sociales en México. Green Street y EY (2014: 37) identifican como uno de los desafíos culturales más urgentes que el ES no se perciba aún como una aspiración para los jóvenes en México, o como una carrera respetable. Posiblemente en relación con la orientación cultural de “corto plazo”, muchos mexicanos aún no comprenden que los impactos del ES son a largo plazo. Aunque están presentes tanto las motivaciones personales como las colectivas, uno de los desafíos culturales del ES en México es que los mexicanos tienden a demostrar poca tolerancia al riesgo y al fracaso (véase el análisis de dimensiones culturales de Hofstede, 2017).

      En su análisis de la “mentalidad intencional emprendedora” en Nigeria, Omorede (2014) concluye que las personas que participan en actividades de ES no simplemente se percatan de deficiencias sociales; otros factores y procesos también afectan sus decisiones. La premisa general que subyace a este capítulo es que las variables específicas del contexto tienen una influencia significativa en el desarrollo y fortalecimiento (o debilitamiento) de los ecosistemas de ES mediante su impacto en la construcción del perfil de los emprendedores sociales.

      Finalmente, con los casos de Fundación Mexicana del Riñón A.C. y Grupo PuestaPunto se pretende ejemplificar cómo las características de los emprendedores con motivaciones en problemas sociales se impregnan en el desarrollo general de su empresa. Esperamos que los casos de Fernando y Gaspar guíen al lector a considerar cómo podría relacionarse el establecimiento y desarrollo de la Fundación Mexicana del Riñón y del Grupo PuestaPunto con los antecedentes y las experiencias personales de los emprendedores. Algunas preguntas relevantes que pueden guiar al lector incluyen: ¿Qué podemos inferir de los casos sobre las motivaciones de los emprendedores sociales en México? ¿Qué papel desempeña la experiencia personal de los emprendedores? ¿Cuál es la combinación de variables que le permitió a la Fundación Mexicana del Riñón convertirse en una organización más profesional? ¿Qué papel desempeñaron los fundadores? ¿De qué manera la prosperidad de Gaspar y Fernando es relevante para el desarrollo de los casos? ¿Qué papel tienen sus redes, habilidades y capacidades? ¿Qué tipo de desafíos enfrentan los emprendedores sociales que provienen de entornos de negocio tradicionales y comerciales al operar en el contexto del ES? ¿Cuáles son algunas de las conclusiones a las que podemos llegar con respecto al modo en que las dimensiones personales se combinan con las contextuales y estructurales en el desarrollo de las empresas sociales en México?

Con el tiempo, la hernia fue creciendo y Fernando tuvo que operarse con carácter de urgencia, porque ya obstruía el intestino. Doce horas después de la operación, no mostraba mejoría y su intestino no reaccionaba, por lo que fue intervenido nuevamente a las 36 horas.Un día después de la segunda operación, el intestino de Fernando mejoraba, pero había perdido 20 kilos y los análisis clínicos diagnosticaron que sus riñones estaban dejando de funcionar. No podía creerlo. De un momento a otro su vida había cambiado radicalmente. Necesitaba un trasplante de riñón, pero había una alta posibilidad de que necesitara