Laura Salazar Valencia

Autonomía personal y salud infantil. SSC322_3


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significar cada uno de ellos.

      6.1. El prebalbuceo

      Es el periodo prelingüístico, que se extiende desde el nacimiento hasta los primeros seis meses de vida. Niños y niñas van refinando su sensibilidad perceptiva hacia los sonidos producidos por la voz humana y van adquiriendo práctica en la articulación de éstos.

      En esta etapa, las emisiones orales en sus diversas manifestaciones (llanto, gritos, etc.) están biológicamente relacionadas con sensaciones y estados fisiológicos como el hambre, incomodidad, dolor, etc. La intencionalidad de dichas manifestaciones sonoras no está ausente, ya que no tiene un papel meramente fisiológico, como sería el aprender a coordinar los ritmos respiratorios o de manifestación de un estado concreto. Los gritos y llantos del neonato, pese a su origen meramente orgánico, irán adquiriendo un valor de señal, a la que el niño o niña recurrirá cada vez con mayor frecuencia y de modo más intencionado.

      6.2. El balbuceo

      El periodo de balbuceo se extiende desde los seis meses hasta aproximadamente el primer año de vida y se caracteriza por la continuación de la diversificación de sonidos iniciada con anterioridad. Las vocalizaciones están cada vez más diferenciadas y aparecen los primeros contrastes relativos al acento.

       Recuerde

      Durante el primer año de vida, el niño o niña vive dos momentos de desarrollo lingüístico, el prebalbuceo y el balbuceo.

      En esta etapa, el bebé emite una amplia gama de sonidos. Dentro de esta, se observa una secuencia general de adquisición en cuanto a la estructura silábica:

      1 Los primeros sonidos son vocálicos.

      2 Más tarde, se producen sonidos vocálicos combinados con consonantes.

      3 Se producen sílabas trabadas (VCV –vocal consonante vocal-).

      4 Para, posteriormente, producir sílabas inversas (VC –vocal consonante-).

      Al principio, el prebalbuceo o el balbuceo son una manifestación afectiva, que se produce por el placer que experimenta el bebé al hacerlo, pero este no se considerará significativo hasta que se perciba en él una intención, por parte del niño o niña, de influir en nuestro comportamiento.

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       Dentro del repertorio de sonidos que emiten los bebés, gran parte de ellos son producidos a conciencia, para así poder escucharse o llamar la atención de los adultos.

      6.3. Desarrollo de la audición

      Desde los primeros días, los niños o niñas son sensibles a los cambios cualitativos del sonido (duración, ritmo, localización, etc.) Los recién nacidos se irritan con sonidos fuertes y repentinos, mientras que los de intensidad moderada les resultan agradables y les relajan.

      Lo más importante, en este sentido, es la evolución de la discriminación auditiva. En un primer momento, algunos reflejos se producen como consecuencia de una estimulación auditiva previa. Posteriormente, el niño o niña comenzará a discriminar voces, y a los pocos días de vida ya distinguirá la voz humana de cualquier otro sonido (discriminación auditiva gruesa), consiguiendo más tarde distinguir sin dificultad la voz de la madre, o cuidador habitual, entre otras voces humanas.

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       Nota

      La discriminación auditiva gruesa, hace que se produzca la diferenciación entre la voz humana y cualquier otro sonido.

      6.4. Desarrollo de los órganos bucofonatorios

      Lo más importante, respecto al desarrollo del lenguaje en el niño o niña, es la movilidad y el tono de los órganos bucofonatorios. La manera más natural de entrenar la movilidad es a través de la alimentación. Es decir, si la introducción de la alimentación es correcta, al comer los niños o niñas ejercitarán la musculatura necesaria para que la adquisición del lenguaje sea la correspondiente a su edad. Esta interrelación entre tipo de alimentación y estimulación de los órganos bucofonatorios puede resumirse de la siguiente manera:

      1 Desde el nacimiento: el bebé nace con el reflejo de succión y el reflejo de los cuatro puntos cardinales.

      2 Entre los tres y cuatro meses: el niño o niña toma papillas más espesas, originando un aumento del movimiento hacia atrás de la lengua.

      3 A partir de los cuatro meses: el niño o niña debe tomar alimentos más consistentes, como el puré de fruta o de vegetal triturado, con lo cual tendrá que hacer barridos laterales con la lengua.

      4 Siete meses: aumenta la coordinación entre la lengua y la laringe. La mayoría de los niño o niñas ya tienen algunos dientes a esta edad, por lo que empiezan a comer alimentos más consistentes (galletas, pan...).

      5 Diez meses: hacia esta edad ya mejorado el tono muscular, sobre todo, el de los labios y empieza a mejorar el control de la saliva y la coordinación de la mandíbula y la lengua.

      6 Doce meses: el niño o niña mastica con facilidad y va desapareciendo el babeo.

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       Además de la imitación de los adultos, la inclusión de alimentos cada vez más sólidos, ejercita notablemente el aparato bucofonatorio.

       Sabía que...

      El aparato bucofonatorio está compuesto por:

      1 Labios

      2 Mandíbulas

      3 Paladar duro y blando

      4 Lengua

      5 Dientes

      6.5. Etapa Holofrástica

      Holofrase es la expresión formada por una sola palabra. La Etapa Holofrástica, por tanto, es aquella en la que el niño o niña se comunica principalmente a través de holofrases. P. ej., cuando el niño o niña tiene sed simplemente dice “agua” y el adulto entiende que quiere beber. Este periodo suele iniciarse a los 12 meses y presenta algunas variaciones, debidas tanto a diferencias individuales como a las diferentes versiones paternas sobre este fenómeno.

       Sabía que...

      Holofrase es un término que Lacan -en psicología- toma de la lingüística, donde se utiliza para designar una palabra que adquiere el valor de toda una frase. P. ej., socorro, fuego...

      La asociación sonidos/significados es convencional, ya que está compartida por los miembros de un mismo idioma e impuesta a los nuevos miembros.

      En el proceso de emparejamiento de significado con significante aparecen dos fenómenos que son, a su vez, opuestos y complementarios:

      1 Sobreextensiones de significado: los niños y niñas usan la misma palabra para referirse a varios objetos similares que tienen su propio nombre en el mundo del adulto, por ejemplo, usan el término “pelota” para referirse a globos, pelotas, naranjas, etc.

      2 Subextensiones de significado: usan de forma restrictiva un término, denominando con él a un pequeño grupo de cosas o