suele dejar lo que está haciendo para atender al estímulo. Responde a las diferentes intensidades de sonido con distintas reacciones, llegando a llorar incluso cuando le molestan e irritan, sobre todo, con sonidos de gran intensidad. Los bebés recién nacidos tienen preferencia por los sonidos agudos, por eso los padres y educadores suelen dirigirse en ese tono al bebé, que demuestra su interés y satisfacción al oírlo.
3 Gusto. La sensibilidad gustativa del recién nacido es casi nula, pero a partir de las dos semanas aproximadamente rechazará negativamente ciertos sabores. Se ha comprobado que dentro de sus preferencias se encuentra el sabor dulce desde el nacimiento (recordemos que el sabor de la leche materna es muy dulce), desaprobando los sabores ácidos, amargos o muy salados.
4 Tacto. Recordemos que el sentido del tacto se desarrolla a través de toda nuestra piel, por lo que esta se considera el órgano sensitivo más extenso. Los bebés responden a las variaciones de las posibles sensaciones táctiles desde antes de nacer (presión, textura, temperatura, suavidad, dolor,...), mostrando desde el nacimiento una mayor sensibilidad ante el frío. Se ha comprobado que los bebés presentan numerosos receptores sensitivos en los dedos y en los labios.
Hasta que todos los sentidos del niño se desarrollan por completo, la boca es su principal aliada para reconocer nuevos objetos, texturas y sabores.
Aplicación práctica
Teniendo en cuenta que los sonidos fuertes y estridentes alteran notablemente al bebé, provocando llantos y alteraciones nerviosas, ¿qué tipo de ambiente será satisfactorio en el aula de trabajo?
SOLUCIÓN
Lo ideal sería que las aulas estuvieran situadas en lugares de fácil acceso y nunca orientadas a sitios ruidosos, como vías de circulación rápida, por ejemplo, con el objeto de evitar sonidos estridentes, ruidos de tráfico, vibraciones, contaminación atmosférica y accidentes. Al igual que no deberían estar cerca de sitios insalubres, nocivos o peligrosos.
4.4. Ejercicios y técnicas de estimulación
A continuación se expondrán algunos ejercicios de relajación y estimulación destinados a los cuidadores para llevarlos a cabo con el niño o niña en la etapa infantil, es decir, de 0 a 3 años.
Recuerde
Los órganos sensoriales son los instrumentos que posee el bebé para percibir el mudo exterior y recibir los estímulos.
Ejercicios de 0 a 9 meses
La etapa de 0 a 9 meses es una de las más importantes en la evolución psicomotora del niño, ya que la base de todos sus futuros desarrollos surgirá aquí.
En este sentido, cualquier estimulación sobre ellos será de gran ayuda, ya que motivarán al niño a seguir intentando ciertos movimientos, gestos, e incluso vocalizaciones.
Igualmente, la respuesta que a dichas estimulaciones produzca el bebé, orientará a padres y educadores sobre su correcto o no desarrollo.
Algunos de los ejercicios más habituales para llevar a cabo la estimulación temprana, son los siguientes:
Motricidad
1 Tono muscular. Ejercicios de relajación:Enrollar al bebé. Consiste en coger al bebé por la nuca y los muslos para que se pliegue sobre sí mismo recuperando la postura fetal. Esta postura lo calma y relaja.Cogerlo en brazos. Tomar al niño o niña en brazos de manera que la cabeza se apoye en nuestro brazo y la mano debajo de sus piernas, con la otra mano podemos acariciarlo.Mecerle. Balancear al bebé. Boca abajo, en nuestros brazos o en posición vertical pegado al pecho, sujetándole la cabeza.
2 Posturas básicas:Tumbado.Maniobra del abrazo. Tumbado boca arriba se lleva el antebrazo del bebé, a la altura de la muñeca, hacia el otro hombro, como si se quisiera tocarle la oreja. Cuando se note un poco de dificultad, se para unos segundos y se le deja descansar.Abrir y cerrar piernas. Se le coge por las rodillas y con movimientos suaves se abren y cierran sus piernas hasta notar resistencia.Extender piernas. Con suavidad se extienden sus piernas, se mantienen unos segundos y se deja que vuelvan a su estado inicial.Peinarle las piernas y brazos. Con un cepillo de cerdas suaves, se peinan las piernas y brazos del bebé desde las caderas hasta los dedos de los pies por la parte de afuera.De pie.Flexionar rodillas. Se coge al niño o niña a la altura de las axilas sobre una superficie dura. Se sube y baja con movimientos suaves de manera que al tocar la superficie se le deje caer ligeramente para que flexione las rodillas.Andar. Se producirá el reflejo de marcha automáticamente inclinando el cuerpo del bebé hacia adelante.Tronco y cabeza.Reptar. Boca abajo, si se presiona sobre las plantas de los pies, el bebé realizará movimientos reptatorios. La mayoría de los bebés intentan encontrar tope con la cabeza en el capazo.Dorsales. Boca abajo, apoyados sobre el antebrazo. Aprovechar la postura para darle juguetes y así, facilitar esta posición.Elevación del tronco. Boca abajo se pone la mano bajo el pecho y se le acaricia con suavidad la espalda.Contraer el abdomen. Boca arriba, se cogen las piernas del bebé, se doblan y durante poco tiempo se ejerce con ellas una ligera presión sobre su vientre. Esto le hace mejorar la respiración torácica y es una técnica para facilitar la expulsión de gases en niños y niñas con esta dificultad digestiva.Rodar sobre su cuerpo. Con los brazos pegados al cuerpo por la altura de los codos, se le mueve a ambos lados suavemente.Control cefálico. Tumbado boca arriba. Se hace que nos sujete los dedos índices y se le eleva poco a poco hasta que llegue a sentarse. Después, sosteniéndole la cabeza, se le pone en la postura inicial. A partir del tercer mes, el bebé irá manteniendo cada vez mejor la posición de la cabeza.Seguir un objeto. Se le enseña un objeto llamativo para que el bebé lo siga con la cabeza de lado a lado.Pellizcarle la nuca. Tumbado boca abajo si se le pellizca la nuca se observa cómo el bebé tiende a levantar la cabeza.Movimientos bucales. Con el chupete acariciar las comisuras de los labios, éste torcerá la boca de un lado a otro.
3 Órganos sensoriales:Movimientos oculares. Aproximadamente hasta los 3 – 4 primeros meses de vida, el niño es incapaz de controlar los movimientos oculares que produce en su totalidad. Sin embargo, a medida que su visión es más nítida (3 meses aproximadamente) y que su control motriz va madurando, la fijación visual de un objetivo es más fácil de conseguir. Aun así, se pueden presentar señales eventuales que evidencien la falta de control en meses posteriores. Estas deberían ir desapareciendo, o de lo contrario, podrían suponer un problema en el desarrollo ocular del pequeño. Para ayudarlo, un ejercicio bastante sencillo y habitual es hacer que siga con la mirada objetos que le llamen la atención. Además, si se observan señales de descontrol visual, deben corregirse.Botar pelotas. Hacer botar pelotas a unos 40 cm, cada vez de mayor tamaño para que el niño o niña las vaya siguiendo con la mirada. Desarrollamos de esta manera los movimientos verticales.Dedos. Canciones (por ejemplo, cinco lobitos) que permitan articular las manos del cuidador delante de la cara del bebé que mantiene la mirada fija y se aprovecha para moverla de un lado a otro.Fijación visual. Colocar juguetes cerca del capazo del bebé para que pueda mirarlos cuando quiera.Comidas. Mantener el contacto visual con el niño o niña cuando se le da de comer. Después de las comidas el bebé está más relajado y listo para realizar los ejercicios.Audición.Seguimiento auditivo. Cualquier móvil con cuerda permite moverlo y así tener más posibilidades de variar sobre un mismo objeto. Colocarlo en frente del bebé, al lado derecho, al lado izquierdo, cerca de los oídos, detrás del bebé...Sonidos del bebé. Cuando el bebé provoque sonidos poner cara de satisfacción.Olfato.Oler esencias. Dar a oler al bebé esencias distintas a las que ya esté acostumbrado.Gusto.No mezclar sabores. Hasta los 6 meses, el único sabor que reconoce un bebé es el de la leche materna, o el de la leche de fórmula en su lugar. Por ello, la experimentación