Jordi Fernández Carmona

Todo triatlón


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organizadas por la marca Iroman), en todo el mundo el éxito ha sido enorme. En el caso de los profesionales, existen 50 plazas para los hombres y 35 para las mujeres, que se consiguen siguiendo un sistema de puntos obtenidos según los resultados en otros Ironman y en algunos medio Ironman, distancia introducida por la franquicia en 2005.

      En el año 1989 en Europa, en vistas de la demanda creciente de practicar un deporte tan atractivo como el triatlón, se creó la International Triathlon Union (ITU) en la ciudad francesa de Avignon, organismo que vendría a regular oficialmente el triatlón, el duatlón, el acuatlón y otras modalidades multideportivas, como el triatlón de invierno, y a trabajar para conseguir que el triatlón fuera deporte olímpico. Ese mismo año ya organizó el primer Campeonato del Mundo en Avignon.

      En la actualidad, la organización con sede en Lausanne, Suiza, y presidida por la española Marisol Casado, coordina la African Triathlon Union (ATU), con diez federaciones nacionales; la Pan American Triathlon Confederation (PATCO), con 36 federaciones nacionales; la Asian Triathlon Confederation (ASTC), con 22 federaciones nacionales; la European Triathlon Union (ETU), con 43 federaciones nacionales, y la Oceania Triathlon Union (OTU), con ocho federaciones nacionales. Es la responsable de organizar las ITU World Triathlon Series, los ITU Team Triathlon World Championships, los ITU Long Distance Triathlon World Championships, las ITU Triathlon World Cup Series, los ITU Aquathlon World Championships, los ITU Duathlon World Championships, los ITU Winter Triathlon World Championships y los ITU Cross Triathlon World Championships.

      En los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, el triatlón se celebró en el área del Fuerte de Copacabana, del 18 al 20 de agosto de 2016. A pesar de que las condiciones meteorológicas, y del lugar, no eran las óptimas para que la carrera fuera tan rápida como en Londres 2012, la entrega de los triatletas hizo que el seguimiento de la misma fuera, como siempre, espectacular.

      En esta edición, en la prueba masculina, lo primero destacable fue la ausencia por lesión del pentacampeón del mundo en categoría ITU, Javier Gómez Noya. Su baja facilitó que unos fortísimos hermanos Brownlee —que, disponiendo y aprovechando al máximo todos los recursos económicos, técnicos, humanos y logísticos de su federación, llegaron a la cita en plena forma física— se hicieran con la medalla de oro y la de plata. La medalla de bronce fue para un sorprendente Henri Schoeman, quien supo aprovechar su excelente estado de forma e ir siempre en el grupo de los mejores hasta el inicio de la carrera a pie, sector en el que aguantó, no sin sufrimiento, su posición a pesar de unos extraordinarios Richard Murray y João Pereira, quienes hicieron los mejores parciales en el tercer y decisivo sector, para quedar 4.o y 5.o, respectivamente, a pocos segundos del sudafricano (tabla 1.1). El mejor español fue Mario Mola, quien, desgraciadamente, no pudo sobreponerse al tiempo perdido en la natación, tiempo que lo relegaría al segundo gran grupo en el sector de ciclismo, con lo que le resultaba casi imposible el acceso a los puestos premiados con medalla a pesar de ser uno de los mejores corriendo; aun así, lo intentó hasta el final, esfuerzo que le valió un meritorio diploma olímpico. Fernando Alarza y Vicente Hernández, los otros dos representantes españoles, dieron todo lo que tenían ese día para terminar 18.o y 27.o, respectivamente.

      En cuanto a la prueba femenina, la gran favorita y dominadora absoluta en los últimos dos años, Gwen Jorgensen, no dio ningún tipo de concesiones. La norteamericana midió sus fuerzas y las de sus rivales con suma precisión. Salió con las mejores en el parcial de natación, aguantó con relativa facilidad durante el sector de ciclismo para rematar en la carrera a pie, sin duda la disciplina en la que ha demostrado ser la más fuerte con diferencia, y conseguir así la deseada medalla de oro. La suiza Nicola Spirig, que era la defensora del título de campeona olímpica, obtuvo una muy meritoria medalla de plata tras haber sido madre en 2013, lo que sin duda no le permitió prepararse en las mismas condiciones que para Londres 2012. La inglesa Victoria Holland completó el podio (tabla 1.1).

      En cuanto a las triatletas españolas, si bien su dedicación y esfuerzo siempre fue encomiable, sobremanera a sabiendas de los recursos, sobre todo económicos, de los que disponen para su preparación, no obtuvieron los resultados deseados. En primer lugar, hay que destacar la épica actuación de Ainhoa Murúa, quien en su cuarta participación en unos Juegos Olímpicos tuvo que abandonar la prueba entre lágrimas y expresiones de dolor, debido a una fractura en el calcáneo del pie izquierdo. Tampoco pudo acabar la prueba Carolina Routier, quien tras haber nadado con las mejores, como es habitual, vio como la mala suerte se cebaba con ella. Primero un pinchazo en bicicleta y posteriormente problemas mecánicos hicieron que fuera doblada y, por tanto, descalificada. La única española que cruzó la línea de meta fue Miriam Casillas, en el lugar 43.o, para quien, a pesar de no ser el puesto esperado, participar en los Juegos de Río supuso el mejor premio deportivo.

      En España, en los inicios el triatlón no tuvo demasiada buena acogida por parte de la población, como en Australia, Francia o Alemania, probablemente debido al poco interés informativo de los medios de comunicación, tanto en los espacios dedicados a la información general como a la deportiva.

      Sin embargo, a pesar de que todavía padecemos esta deficiencia, hemos tenido la suerte de contar con la figura impagable de Iván Raña (Ordes, A Coruña, 10 de junio de 1979), un pionero que fue campeón del mundo en 2002, en Cancún, además de conseguir dos subcampeonatos en 2003 y 2004, dos diplomas olímpicos merced a dos quintos puestos, en Sídney y en Pekín, en sus tres Juegos Olímpicos disputados.

      También contamos con Francisco Javier Gómez Noya (Basilea, Suiza, 25 de marzo de 1983), Premio Princesa de Asturias de los Deportes en 2016, Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo en 2013 y Premio Nacional del Deporte Don Felipe de Borbón al mejor deportista español del año 2012, cuyo interminable palmarés contempla cinco campeonatos del mundo (2008, 2010, 2013, 2014 y 2015), dos subcampeonatos del mundo, una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, cuatro campeonatos de Europa (2007, 2009, 2012 y 2016), un cuarto puesto en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y un mundial Xterra, entre muchísimos otros triunfos en prestigiosas pruebas.

      Debemos destacar, entre los buenos triatletas que hay en España, a Mario Mola, campeón del mundo ITU en 2016, dos veces subcampeón del Mundo ITU y octavo en los Juegos Olímpicos de Brasil, como resultados más destacados; Fernando Alarza, cuya calidad invita a pensar lo mejor en un futuro cercano; Josemi Pérez, nuestro tercer mejor hombre en Londres 2012; Eneko Llanos, uno de los mejores en la distancia Ironman de los últimos diez años; Víctor del Corral, el segundo español en bajar de 8 horas en un Ironman, tras Eneko, y formar parte del selecto club sub8h de la larga distancia (al que luego se le sumaría Iván Raña); Clemente Alonso, Marcel Zamora, Rubén Ruzafa… Sin citarlos a todos, para no alargarme más, pero está claro que este creciente número de nuestros deportistas ha contribuido a la popularización de este deporte entre los españoles.

      A pesar del actual gran momento actual del triatlón en España, no podemos olvidarnos de los pioneros, de aquellos que abrieron un camino por el que posteriormente transitaron los demás, incluidas las grandes estrellas que acabamos de nombrar. Debemos citar a Francisco Javier Berasategui Urriticoechea, primer español en completar un Ironman, el de Roth en 1988, y que, posteriormente, junto con Alfredo Olabegoia Venturini y Alfonso Pérez, fueron los primeros españoles en acabar el Ironman de Hawái; a Enrique Quesada, que fue uno de los participantes del primer triatlón en España, el de Guadalajara en 1984, que ganaron Alejandro Mayor y Soledad Casado; a Víctor Martínez, que creó varios clubes, como el Tandom, entre cuyos componentes se encontraban José Juan Ayet, Iñaki Arenal, Antonio Alix, primer español en bajar de las 9 horas en un Ironman, con 8 h 47 min, e Isabel Dumall, primera campeona de España de Triatlón en 1989; a Eduardo de