11. Articulación de los sonidos en el habla y en el canto
14. Afinación. Concepto y ejercicios
Falta de atención
Memoria musical poco cultivada
Imagen tonal insegura
Ejercicios
Inseguridad vocal
Anomalías auditivas
16. Intensidad y proyección vocal
Recordatorio
Sensaciones propioceptivas
Molde vocal
Gestualidad
Voz y gestualidad
Cobertura
Acoplamientos laringorresonanciales
Selección de fonemas
Ejercicios vocales
Canción
22. Fatiga vocal. La patología de la voz
Síntomas de fatiga vocal
Causas de la fatiga vocal
Patología vocal
Cuello
Hombro
Base del cráneo
Cara y cabeza
1. Presentación
Alo largo de más de 30 años de dedicación a este maravilloso instrumento que es la voz humana, he escuchado y he visto mucho y no deja de admirarme su complejidad.
He trabajado siempre alternando la reeducación de las voces enfermas con las clases de canto. Ambos mundos me fascinan.
Yo sufrí, en mi primera juventud, un problema vocal. Me gustaba cantar y era muy habladora. Mi frustración vocal fue total y le restó alegría a mi carácter de naturaleza optimista. Quizá fue este optimismo el que me llevó a buscar soluciones. Soluciones que hallé con mi profesora de canto, Genoveva Puig, quien practicaba un método natural del que me impregné y ha sido la base de todo mi trabajo posterior.
Me fui formando en todas aquellas disciplinas que el trabajo diario me iba demandando; así estudié. además de canto, música, técnicas vocales, laringología, logopedia, psicología, quiromasaje, y todas aquellas materias que pensé pudieran mejorar mi formación.
La pedagogía vocal viene de antiguo, y los métodos utilizados a lo largo de su historia han ido cambiando en función de las diferentes corrientes musicales. Así, las técnicas vocales de los belcantistas son muy diferentes de las que se usan para los cantantes de las grandes óperas, pasando por los especialistas de la música de cámara, etc.
Muchos jóvenes (o menos jóvenes) sienten la necesidad de expresar sus emociones a través del canto, y, ciertamente, ésta es una maravillosa vía de expresión. Pero la voz, a menudo, no está preparada para soportar lo que nosotros le exigimos y es entonces cuando el aficionado o el cantante debe acudir a un técnico vocal.
Acertar con el técnico vocal que más conviene a nuestra voz puede resultar complicado. A menudo los profesores de canto o técnicos vocales solamente tienen formación vocal, o sea, ellos a su vez han estudiado canto. De esta manera, transmiten lo bueno y lo malo que aprendieron de sus profesores de canto (generalmente cantantes de mayor o menor fortuna).
Como iremos viendo a lo largo de esta obra, la voz no es un hecho aislado, sino un compendio de lo que somos y lo que sentimos. Podríamos decir que, aunque tengamos una única laringe fisiológica, en realidad tenemos tres: la laringe que habla, la laringe que canta y la laringe emocional.
El método vocal que practiquemos ha de ser fiel a nuestras “tres laringes”. El mismo método nos ha de permitir hablar y cantar bien, sin fatiga. Un método que solamente nos permita cantar pero no hablar, o hablar pero no cantar, resulta incompleto e incompetente.
Últimamente el número de jóvenes que quieren probar fortuna en el mundo de la música pop1 se ha incrementado considerablemente. Estos jóvenes buscan profesores de canto que les ayuden a superar sus escollos vocales y ponen su aparato fonador (a veces ya dañado) en manos de un supuesto profesional. Evidentemente existen buenos profesionales, pero también es cierto que hay muchos que no lo son.
Los métodos de canto que se utilizan para la voz pop mayoritariamente descienden de métodos concebidos para las voces operísticas. Estos métodos tienen su máxima razón de ser en las notas agudas de este género, notas a las que un cantante pop no necesita enfrentarse.
También hay algún método “nuevo” (que no es más que una variación de métodos existentes) que pretende que el cantante pop cante con el mismo timbre vocal de su voz hablada por parecer, éste, más natural. Lo realmente natural, fisiológicamente hablando, es que el timbre de la voz hablada es diferente del timbre de la voz cantada, y confundirlos puede dañar seriamente