Manuel Serrabona Mas

1001 ejercicios y juegos de calentamiento


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Explicación del contenido de la actividad. (Puede incluirse antes de la fase de activación.)

       PARTE 3:

      MARCO TEÓRICO

       – Las bases biofisiológicas del calentamiento

       – Las bases psicológicas del calentamiento

       – El desarrollo madurativo dentro del calentamiento

      El calentamiento supone, a nivel fisiológico, la puesta en acción de los sistemas cardiovascular, respiratorio y muscular. La realización correcta de un calentamiento ha de perseguir, por un lado, que el sistema cardiovascular y el sistema respiratorio aseguren el suministro energético y que exista un correcto equilibrio metabólico; por otro lado, el calentamiento predispone al músculo para que sus capacidades de contracción y relajación estén dentro de la máxima disponibilidad posible (Generelo, E., 1992). Desde una perspectiva biofisiológica, el calentamiento tiene como objetivo principal armonizar el conjunto de todos los sistemas funcionales del organismo que contribuyen a posibilitar y determinar la capacidad de la acción motriz del practicante.

      Desde la fisiología, los rasgos generales que podemos observar en el calentamiento son el aumento de la temperatura corporal, la mejora de la actividad enzimática y el incremento de la irrigación sanguínea y del oxígeno que llega a los músculos, lo que provoca un aumento del metabolismo muscular. Como resultado de este proceso se consigue un rendimiento muscular más eficaz, ya que disminuye el tiempo de reacción y la duración de las contracciones musculares.

      Con el calentamiento la capacidad de trabajo del organismo aumenta progresivamente, ya que interviene la estimulación del sistema nervioso y la activación de las funciones vegetativas. El resultado es la mejora de la coordinación y del rendimiento energético del músculo, mientras la actividad de las funciones vegetativas se adapta al trabajo realizado.

      Las adaptaciones de estos diferentes sistemas no se realizan al mismo tiempo (ver esquema). Por tanto, deben tenerse en cuenta los parámetros fisiológicos que influyen en la especialidad deportiva (procesos aeróbico – anaeróbico aláctico – anaeróbico láctico). Además, se tiene que señalar que todos los componentes de cada una de estas funciones no se regu-lan con la misma rapidez: así la frecuencia cardiaca y el débito ventilatorio alcanzan más rápidamente un nivel estable que el débito cardiaco y el consumo de oxígeno (Platonov, V. N., 1993).

      Esquema:

       ADAPTACIONES DE LOS DIFERENTES SISTEMAS EN EL CALENTAMIENTO

Sistema implicadoTiempo de adaptación
Sistema muscularSistema respiratorioSistema circulatorio20’’ a 2’-3’4’ a 6’4’ a 6’

      (*) Tomado de Platonov, V. N. (1993).

      De forma específica, podemos observar que existen una serie de cambios en el organismo durante el calentamiento (Weineck, J., 1988). Éstos son los siguientes:

       Aumento de la frecuencia cardiaca

      El primer dato observable es que la frecuencia cardiaca (F.C.) aumenta en el inicio de cualquier actividad física. Este hecho es debido a que el organismo busca adaptarse al esfuerzo que está realizando. Es un primer nivel de adaptación del organismo a nivel cardiovascular. Este aumento de frecuencia cardiaca posteriormente da paso a una estabilización de la misma cuando el volumen cardiaco es el óptimo para el correcto suministro de nutrientes al sistema muscular. Desde este punto de vista, el calentamiento debe realizarse siempre antes de cualquier tipo de práctica física para adaptar el sistema cardiovascular al esfuerzo.

      En el inicio de toda actividad motriz podemos distinguir una primera fase que se atribuye a una estimulación andrógena, donde la hormona adrenalina activa el sistema cardiovascular y el metabolismo.3 También distinguimos una segunda fase, a partir de la cual los procesos metabólicos juegan un papel fundamental.4

       Aumento de la presión sanguínea

      Este hecho se debe a la subida de la capacidad de la sangre en circulación, el incremento del débito cardiaco y el aumento de la resistencia periférica. La vasoconstricción es provocada por la noradrenalina, que es segregada por las glán-dulas suprarrenales y las terminaciones nerviosas en el momento de realizar la primera fase de un esfuerzo.

       Aumento del volumen sanguíneo

      En una segunda fase, la actividad motriz implica un aumento del volumen sanguíneo en circulación, lo que permite conducir más sustratos y oxígeno para el metabolismo de los músculos. De esta manera, se evita una hiperacidosis de la musculatura, ya que el descenso del Ph en sangre dificulta la capacidad de trabajo de los músculos.

       Aumento de la frecuencia respiratoria

      La frecuencia y la amplitud de la respiración aumentan en función de la intensidad del esfuerzo, para equilibrar la demanda de las necesidades de oxígeno. En el inicio de cualquier actividad se produce un desequilibrio entre el ajuste respiratorio y las necesidades del organismo. Después de cierto tiempo (3’-4’) cuando el esfuerzo se prolonga, la ventilación alcanza un equilibrio entre el consumo de oxígeno y su aporte a los músculos implicados en el trabajo (steady state).

      El calentamiento reduce el desajuste de la ventilación al comienzo del esfuerzo, ya que aumenta su volumen. De ese modo, crea más rápidamente un estado de equilibrio entre la demanda de oxígeno y su aporte a los músculos. Esta regulación es muy importante sobre todo en las actividades en que el organismo está sometido a grandes esfuerzos. Si no se calienta correctamente pueden provocarse perjuicios importantes a nivel general y local.

       Aumento de la temperatura corporal

      La elevación de la irrigación sanguínea y el calor causado por el trabajo muscular aumentan la temperatura en el conjunto del organismo hasta 38 °C-39 °C. Esto provoca una disminución de la viscosidad muscular, con la consiguiente mejora de la elasticidad. Ésta es una de las razones por las que el calentamiento hace disminuir los riesgos de lesión, sobre todo en las prácticas que requieren de un nivel importante de fuerza máxima o de fuerza explosiva (Lamb, D., 1978 Weineck, J., 1988).

       Mejora de los procesos neuromusculares

      En toda actividad es importante que, a nivel psicomotor, el sistema nervioso esté en disposición de favorecer la máxima coordinación entre los sitemas implicados en la actividad físicodeportiva. Desde un punto de vista neurológico, el calentamiento prepara las terminaciones nerviosas para que funcionen correctamente en el momento oportuno, así como las ca-denas que forman la transmisión de sensaciones de la musculatura al cerebro (Jardi, C. y Rius, J., 1988).

      La disminución de la viscosidad muscular y el aumento de la elasticidad, provocadas por el calentamiento, mejora la coordinación neuromuscular y motriz. El aumento de la capacidad de relajación de los músculos en el esfuerzo favorece también los movimientos de velocidad máxima y/o de precisión motriz. La fuerza también se beneficia con el calentamiento pues, debido a la activación de la vía nerviosa, pueden reclutarse un mayor número de unidades motoras, lo que proporciona un aumento de la fuerza máxima (Lamb, D., 1978). Por otro lado, para obtener una regulación óptima a nivel de la coordinación neuromuscular en función del desarrollo del gesto técnico, en cualquier actividad físico-deportiva, es preciso que una parte del calentamiento esté compuesto por ejercicios que sean iguales o al menos similares a la estructura de la actividad principal.

      Esquema:

ADAPTACIONES BIOFISIOLÓGICAS DEL CALENTAMIENTO
– Aumento de la temperatura