Manuel Serrabona Mas

1001 ejercicios y juegos de calentamiento


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meditación, adiestramiento autogénico, relajación por la respiración, por la música, por la visualización.

      En las técnicas para producir un aumento de la energización o movilización corporal el deportista produce una tensión muscular sin emplear unas técnicas específicas. Su objetivo es la búsqueda de la activación mediante comportamientos que se adecúan a las percepciones que obtiene del entorno (Harris, D.V., 1987).

      El practicante debe automotivarse ante situaciones estresantes o de fatiga mediante la relativización de dichas situaciones conflictivas o desfavorables, o bien dirigiendo la atención a otro foco que posibilite en mayor medida la resolución de los problemas planteados.

      En este apartado debemos hacer mención a la determinación de objetivos como técnica para regular el nivel de activación del deportista. Las actividades físicodeportivas exigen por parte de todos los involucrados la definición de objetivos claros. Una vez los objetivos quedan claros para el deportista, el siguiente paso es convencerse acerca de la consecución de dichos objetivos.

      Aparte de los objetivos que cada deportista lleva implícitos como persona, el deporte le exige o le compromete en la realización de una determinada misión (Garfield, C.A. y Bennett, H.Z., 1987) que adquiere principal importancia en el caso de las actividades de carácter sociomotriz en el ámbito competitivo donde la disciplina de equipo es la causa principal del rendimiento deportivo. De esta forma, en primer lugar se proponen unos objetivos a largo plazo para posteriormente con-vertir éstos en la misión específica del practicante. Dicha misión es transformada por cada deportista, que se encarga de encauzarla hacia sus objetivos personales o metas. Una vez el deportista tiene clara la misión a cumplir debe transformar primero la misión y posteriormente las metas en imágenes mentales que se basan en las acciones a desarrollar durante la competición o entrenamiento.

       Regulación de la imaginación

      La imaginación en las personas cuando realizan una actividad física presenta un valor importante en el momento de obtener los logros deseados. Se puede regular desde el llamado entrenamiento mental.

      El entrenamiento mental recibe una serie de nombres, que generalmente se refieren al mismo concepto, como son los siguientes: práctica mental, práctica imaginada, práctica conceptualizante, entrenamiento ideomotor, repetición simbólica, repetición imaginaria, repetición mental y visualización (Capdevilla, 1989). Todas ellas son técnicas que en-globan el entrenamiento mental, que tiene la función de optimizar la técnica específica de la modalidad practicada (salidas de atletismo en velocidad, tiro, lanzamientos, etc.). En el calentamiento se utilizan para mejorar el nivel de activación y, por tanto, de ejecución posterior. Las condiciones previas para esta práctica son un aceptable nivel de relajación, la experiencia motriz propia y una perspectiva propia igual que la capacidad de poder imaginarse los movimientos. El dominio del entrenamiento mental puede servir para elevar los niveles de concentración, sobre todo en el ámbito de la competición (Grosser, M., 1992).

      El desarrollo de la visualización puede realizarse de la siguiente forma:

      1. Observar el transcurso del movimiento e imaginárselo.

      2. Explicarse a sí mismo el transcurso del movimiento y repasarlo.

      3. Tener presente determinadas fases (puntos clave).

      4. Estructurar los puntos clave recordándolos automáticamente.

      Esquema:

       TÉCNICAS DEL ENTRENAMIENTO PSICOLÓGICO APLICABLES EN EL CALENTAMIENTO

ASPECTOS PSICOLÓGICOSMANIFESTACIONES PSICOLÓGICASTÉCNICAS PSICOLÓGICAS
Regulación de la atención– Atención externa– Atención lejana– Atención cercana– Atención interna– Variaciones– Focalización– Globalización
Regulación de la imaginación– Imaginación– Práctica imaginada, entrenamiento ideomotor– Visualización
Regulación de la activación– Relajación– Energización– Determinación de objetivos– Técnicas de relajación: respira-ción de choque, masajes,interiorización, biofeedback, entre-namiento autógeno, etc.– Técnicas de energización: refor-zamiento verbal, palabras clave,catarsis, etc.

      Por último, después de ver los diferentes aspectos que influyen en el practicante es necesario exponer una serie de sensaciones psicológicas que éste debe experimentar al enfrentarse con la actividad principal. Sin duda, la consecución de estas sensaciones viene determinada por un correcto planteamiento del calentamiento (Garfield, C.A. y Bennett, H.Z., 1987):

      – Sentirse relajado mental y físicamente.

      – Seguro y optimista, con una perspectiva positiva.

      – Concentrado en el presente.

      – Lleno de energía.

      – Con conciencia extraordinaria

      – Sentir que se controla la situación.

      – Resguardado de la ansiedad y del miedo.

      Esquema:

       INTERRELACIÓN DE LAS BASES FISIOLÓGICAS Y PSICOLÓGICAS EN EL PROCESO DE CALENTAMIENTO

ESTRUCTURA DEL CALENTAMIENTOASPECTOS PSICOLÓGICOSASPECTOS FISIOLÓGICOS
Fase previaDeterminación de objetivos, planes y rutinas.
Fase de activación Estimulación general del organismo.Fase de desarrollo Regulación de la atención.Regulación de la imaginación.Estimulación vascular. Aumento temperatura interna (38 °C-39 °C). Incremento irrigación sanguínea. Mayor actividad enzimática.
Fase de movilidad músculo-articular Activación específica de los grupos musculares y de las articulaciones implicadas de forma más importante.Mejora elasticidad. Sensibilidad del huso neuromuscular. Aumento líquido sinovial. Disminución fricción muscular interna y de la viscosidad.
Fase de ajuste medio-ambiental Adaptación específica del organismo.Mayor excitabilidad del SNC. Mayor velocidad de transmisión, de reacción y de contracción. Aumento de la coordinación intermuscular. Máxima eficacia a nivel metabólico y coordinativo.
Fase de puesta a punto Alcanzar el grado de activación necesario.Fase de optimización Regulación de la activación.

      Todo ser humano sufre una serie de cambios morfológicos y madurativos a lo largo de su vida. Durante su desarrollo ontogenético, el hombre atraviesa por una serie de etapas diferenciadas que tienen unos rasgos propios y generales. Éstos han de ser conocidos con el fin de diseñar y planificar las sesiones de la práctica físicodeportiva. En este sentido, el calentamiento, como parte inicial y preparatoria de la sesión, debe tenerlos siempre presentes.

      El calentamiento debe realizarse a cualquier edad siguiendo los principios básicos que lo rigen; no obstante, el tiempo de calentamiento y su intensidad se modifican en función de la edad. Cuantos más años tiene el deportista más hincapié debe hacerse en el calentamiento, pues el riesgo de lesiones aumenta (Weineck, J., 1988). Todo organismo vivo está supeditado a procesos naturales de envejecimiento que se inician en el nacimiento y finalizan con la muerte. El sistema músculo-esquelético no queda excluido de esas alteraciones producidas por el envejecimiento.

      Las investigaciones efectuadas (Nocker, J., 1980) acerca de la repercusión del ejercicio físico realizado de forma sistemática en el organismo joven han dado como resultado que el cuerpo infantil y juvenil en desarrollo necesita del estímulo de movimiento para conseguir una evolución óptima a nivel funcional y estructural de los distintos sistemas orgánicos, y para el crecimiento armonioso en su totalidad. En este sentido, el aspecto decisivo para el óptimo desarrollo corporal es la dosificación de los estímulos de movimiento. Para ello,