Santiago Vázquez Folgueira

1022 ejercicios de ataque en fútbol


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que busca de los apoyos de los jugadores adversarios desvirtúa el reglamento tanto como la falta de criterio arbitral cuando busca la sanción en unas zonas y en otras se la parpadean.

      Ustedes como participantes estarán perplejos. Esperemos a la memoria anual/estadística de las federaciones respectivas para tocar con profundidad la recogida de datos de las diversas categorías y sopesen con documentos/actas o trabajos relacionados con lo que aquí pretendemos reflejar si el portero de fútbol es el más perjudicado y el más indefenso del juego colectivo.

      Ya que con estos datos (árbitros/jugadores/porteros) partícipes de sanción (número de tarjetas) va, de acuerdo con el gasto económico invertido (club y selección), el registro de jugadores expulsados (según el tipo de tarjetas...) por méritos propios o por errores del adversario o por decisión arbitral (número posible de ser justamente o no sancionado). Y su incidencia en el desarrollo del juego colectivo por dichas sanciones ha sido el coste económico por el lugar ocupado en la tabla clasificatoria (objetivos previstos, objetivos inapelables, objetivos impensables por el descenso de categoría) anual/pasada.

      Sabemos que en este debate nadie entra, está siempre sobre la mesa/despacho (FIFA / UEFA / LFP) y es reconocido por todos, pero al guardameta o portero con tales normativas nadie le ampara. Sabemos todos que su puesto es muy específico y que, además, al ser el undécimo defensor, siempre le toca pagar. Al seguir jugando detrás del décimo como en la lotería, no tiene más remedio que salir poco y si sale tiene el riesgo de ser expulsado ante la fricción con el adversario.

      Los temores de salir al poseedor van en aumento (penaltis, expulsión directa, acumulación de tarjetas, infracciones por ser poseedor, infracciones por recibir de un compañero...). Hemos de buscar soluciones en el entrenamiento del futuro. Hay que incidir en el trabajo de las coberturas oportunas, protegerse de los seguros de accidentes de los golpes de pisci-neros, es necesario trabajar las caídas sin contacto físico, las coberturas del puesto posicional, reforzar en el club la nómi-na de porteros en la plantilla, tener especialistas para su preparación (físico-técnico-táctica individual/colectiva), para perfeccionar y obtener su puesta en forma cada jornada (ante tanta expulsión así se exige) y para la adaptación de la nueva reglamentación y del equipo arbitral por su visión e interpretación del juego colectivo. Por ello, nos detendremos en reforzar este principio táctico defensivo: la cobertura, vista como corrector de ángulos de puerta y la percepción de distancias con respecto al poseedor que va a superar al adversario y que el guardameta no sea el último, sino el penúltimo. Es decir, el portero ha de realizar salidas mínimas al poseedor y que salga para proteger las espaldas del que pueda ser desbordado. ¿Y de qué estamos hablando? De la cobertura aplicación de un principio defensivo por excelencia para todo jugador de campo y muy en desuso para el portero. No es nada nuevo, ya se ha expuesto en diversos artículos de la revista Entrenador español (siempre relacionado para el jugador de campo). Repasemos. La E.N.E. define la cobertura como "estar en situación de ayudar a un compañero que puede ser desbordado por el adversario, de modo que incide como principio táctico colectivo defensivo” (junio 1991).

      ¿Cómo se manifiesta la cobertura en el juego?

      • En la misma línea integrada por más de uno (excepto en la línea constituida por la del guardameta). Se ha de recapi-tular el texto de cara al futuro, pues actualmente los porteros juegan de libre a distancia predeterminada.

      • Entre líneas (1ª línea defensiva integrada por los delanteros, punta y media punta; dos puntas y media punta; 3 puntas y media punta; línea de ataque y línea de medios; línea de media punta y línea de medios; línea de medios y pivote; línea de medios y línea defensiva; línea defensiva y libre; línea defensiva y portero; defensa en línea y portero; libre y portero; libres y portero).

      ¿Dónde y como ha repercutido en el terreno de juego la participación físico-técnico-táctica y psicológicamente en el rendimiento individual/colectivo del portero para lograr la adaptación de las normas actuales y futuras?

      La E.N.E. en la página 100 expone diferentes tipos de coberturas individuales y colectivas:

      (a) Simple cobertura a un compañero.

      (b) Cobertura sobre una línea.

      (c) Cobertura defensa en diagonal.

       Y la propia E.N.E. en la página 105 (1994) específica "que existen dos clases de cobertura: la que implica la vigilancia de un espacio y la que cubre a un compañero en acción".

      De modo que debemos correlacionar la cobertura con el portero, como tal principio táctico defensivo colectivo en cualquier sistema de juego y valorar los aspectos zonales que irradien en su campo de acción inmediata sobre el poseedor o sobre el equipo que esté en ataque o contraataque y penetre en sentido hacia la portería/zona que defiende colectivamente el portero de fútbol. Las normas han evolucionado y los porteros han ampliado su zona de acción/participación defensiva/ofensiva:

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      El campo de acción se ha ido ampliando a medida que el puesto específico se ha ido perfeccionando en su aspecto defensivo/ofensivo. Actualmente se detecta en ocasiones las funciones del portero como el jugador libre (en época pasada era impensable no sólo para el portero, sino también para un jugador que se situara en la línea defensiva; estaba muy marcada su función atacante). Se han clasificado a partir de unas determinadas fechas los diversos tipos de porteros, puesto que sus funciones en el juego se fueron resaltando por la incidencia de su rendimiento individual en el contexto colectivo. Las características psicofísicas/técnicas y morfológicas más determinantes han influido, aunque siempre puede existir algún prototipo de portero que se salte dicha peculiaridad.

      Comprueben, pues, la ampliación de las zonas de participación defensiva y ofensiva en la estructura del juego actual y pasado.

      • Se incrementan, pues, los tipos y las formas de desplazarse (modifican los apoyos).

      • Se incrementan las salidas (actualmente evitan el enfrentamiento con el poseedor).

      • Se acentúan los controles orientados con caídas para proteger el balón del adversario.

      • Se reduce el bote y manejo de balón con las manos.

      • Se incrementan los saques/lanzamientos (manos/pie).

      • Se reducen los saques con las manos.

      • Se incrementan las acciones defensivas y ofensivas con los pies (jugador campo).

      • Se reducen las recepciones y blocajes con las manos; se acentúa el amortiguamiento con diversas superficies corporales para proseguir con el balón en juego y mantener el ritmo de juego.

      • Se incrementan las entradas con los pies (despejes, golpeos, pases, etc.).

      • Se perfecciona la técnica individual/colectiva del juego ofensivo y se incrementan otros principios tácticos que no eran prioritarios en el juego del portero (el offside, el juego a presión y el pressing facilitan la evolución de este puesto específico tanto a nivel defensivo como ofensivo). La norma desencadena otros factores estratégicos (suplentes ni titulares; expulsiones; jugar en situaciones límite en inferioridad numérica; lesiones; factor recuperador).

      • Se incrementan los controles/recepciones (con los pies) y aumenta el tiempo de posesión del balón (conducción del balón por fuera del área de penalti). Curiosa paradoja con la normativa del pase atrás del compañero de equipo.

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      • 0049

      Objetivo: El portero.

      Dificultad: 2.

      N° de jugadores: 2 (porteros).

      Material: 1 balón y 2 porterías.

      Descripción: El poseedor (portero) conduce el balón desde su área para golpear el