un entrenamiento eficaz en lugar de limitarse a jugar». Algunos padres de este estilo se preocupan por la ausencia de ejercicios específicos. Otros critican a los monitores y los entrenadores por entrenar principalmente jugando. «¿Cómo van a aprender los niños a jugar al fútbol?».
¿De verdad crees que el deporte del fútbol puede aprenderse con mayor eficacia a base de ejercicios específicos, repeticiones altamente organizadas de movimientos concretos, tal como los atletas o los gimnastas hacen en sus entrenamientos?
Dettmar Cramer, anteriormente entrenador de fútbol de la FIFA, cuya experiencia incluye haber trabajado en más de noventa países distintos de todo el mundo, y que ha entrenado a equipos nacionales y profesionales, dijo en cierta ocasión: «¡El fútbol se puede aprender solo jugando al fútbol!».
¿Dónde podemos encontrar los fundamentos del extraordinario rendimiento de tantos futbolistas de alto nivel? ¿Cómo comenzaron a aprender a jugar al fútbol Zinedine Zidane, de Francia; Ronaldinho, de Brasil; Drogba, de Costa de Marfil; Riquelme, de Argentina; Beckham, de Inglaterra, y tantos otros?
¿Por qué tantos futbolistas jóvenes y con talento, que viven en países sin escuelas de fútbol de alto nivel, sin sesiones de entrenamiento estructuradas y entrenadores expertos, siguen cosechando éxitos como profesionales internacionales?
El primer volumen de la serie de libros «Fútbol vivo»: Entrenar desde el modelo de juego del partido ofrece la respuesta. Esta respuesta consiste en un nuevo y didáctico enfoque de entrenamiento: «Entrenar desde el modelo de juego del partido». Tratamos los requerimientos esenciales del fútbol basándonos en esta filosofía. El primer y principal requerimiento exige que los jugadores practiquen lo que se necesita y cómo se necesita en el desarrollo del partido.
LOS JUGADORES Y LOS PORTEROS DEBERÍAN ENTRENAR LO QUE SE NECESITA EN EL PARTIDO Y CÓMO SE NECESITA EN EL PARTIDO
Monitores, entrenadores y expertos de todo el mundo están de acuerdo en que la velocidad determina en gran medida la calidad de un jugador y de un partido. En este sentido, velocidad hace referencia no solo al ritmo que puede lograr un jugador. La velocidad incluye las reacciones y la potencia para arrancar, girar o detenerse. En términos generales, el jugador más rápido de un partido será aquel que pueda decidir de inmediato cuándo y cómo actuar. La capacidad de interpretar un partido está relacionada con la capacidad mental de tomar rápidas decisiones. Esto incluye saber cuándo correr, cuándo jugar el balón y a quién pasárselo y, en especial, cuándo dar un apoyo y actuar. Durante muchos años, el entrenamiento no prestó atención al factor de toma de decisiones requerido en un juego tan rápido. Sin embargo, el empleo de todas las habilidades técnicas y tácticas en un partido siempre está relacionado con la capacidad para tomar decisiones.
Quien lleva el balón (10) tiene que decidir:
•Avanzar él solo para finalizar la jugada
•Pasar a su compañero que corre por la derecha
•Chutar en el mismo momento en que algún defensor pueda bloquearle o disputarle el balón.
Quien lleva el balón debe tomar decisiones rápidas porque cada segundo perdido ofrece tiempo a los defensores para ralentizar el ataque.
En la actualidad podemos señalar la razón por la que los jugadores no tienen tanto éxito en sus partidos, aunque hayan entrenado un movimiento en numerosas ocasiones y hayan conseguido una mejora evidente. En comparación con muchos ejercicios típicos de entrenamiento, con el objetivo de poder realizar una acción determinada en el partido, el rendimiento de cada movimiento técnico, táctico, o incluso físico, debe vincularse estrictamente con la situación concreta del juego y con las decisiones de los jugadores. Esto conlleva que, en el fútbol, las habilidades necesarias deberían entrenarse dentro de un entorno claramente relacionado con situaciones reales de juego. No son los ejercicios en sí mismos lo que tiene que entrenarse, sino más bien la aplicación exitosa de los comportamientos pertenecientes a esos ejercicios vinculados con el partido.
El primer volumen de la serie «Fútbol vivo»: Entrenar desde el modelo de juego del partido es el primer libro sobre fútbol que enseña los métodos basados en esta filosofía. Presenta el nuevo enfoque didáctico consistente en utilizar situaciones del juego para mejorar los movimientos y comportamientos específicos que se usan con frecuencia durante el partido. Este volumen explica cómo tratar las situaciones de juego como modelo para ejercicios adecuados y cómo entrenar a los jugadores practicando tareas complejas. El libro tiene como objetivo el entrenamiento de niños y jugadores de categorías inferiores.
EL ENTRENAMIENTO SIEMPRE DEBE ESTAR BASADO EN EVIDENCIAS
El segundo volumen de esta serie describirá cómo implementar este nuevo enfoque en un entrenamiento avanzado. Estará dirigido a jugadores expertos y a profesionales de categorías superiores, tratará temas como el entrenamiento en grupos y sistemas de ataque y defensa, y seleccionará series de partidos y entrenamiento físico para desarrollar los conceptos básicos del primer volumen.
Necesitamos que el entrenamiento del fútbol se base en hechos. No hay que limitarse a decir al jugador lo que queremos que haga, sino que hay que mostrárselo y permitirle que lo experimente. Debemos centrarnos en la situación de juego e incluir los comportamientos esperados de nuestros compañeros y de los rivales.
Detlev Brueggeman
PRÓLOGO
Un reto fundamental para los entrenadores de fútbol de todos los niveles es el concepto de «llenar el vacío» que existe entre el entrenamiento y el partido en sí. Con excesiva frecuencia oímos hablar sobre habilidades técnicas que los jugadores llevan a cabo casi a la perfección durante el entrenamiento, pero que no pueden repetir durante el partido. En consecuencia, la cuestión fundamental que nos planteamos es hasta qué punto el entorno del entrenamiento imita el propio del partido. En la actualidad, muchos entrenadores se dedican a trabajar en entornos caracterizados por ejercicios repetitivos, muy organizados y predeterminados, o simplemente dejan que ruede el balón y que los niños jueguen. Sin embargo, como bien sabemos, en realidad el partido no consiste en nada de esto, sino más bien en un deporte basado en el jugador que efectivamente requiere cierto nivel de influencia de fuentes externas; por ejemplo, el entrenador.
El enfoque definitivo para el entrenamiento del fútbol se encuentra en algún sitio del espacio que existe entre estos dos extremos. Este «vacío», como yo lo llamo, debe evaluarse de manera adecuada y ser «llenado» para que los jugadores y los equipos pasen del entrenamiento al partido, y a la inversa, de forma más eficaz.
Entrenar desde el modelo de juego del partido es uno de los primeros libros de esta clase dedicados a utilizar literalmente el juego como fuerza impulsora subyacente a la sesión de entrenamiento. En su publicación más reciente, Detlev Brueggemann, experto entrenador de la FIFA y de la Federación Alemana de Fútbol, demuestra con claridad y eficacia cómo extraer momentos específicos de un partido para crear sesiones de entrenamiento, adecuadas en su desarrollo y progresivas, orientadas a objetivos. No puede subestimarse la atención que presta a las complejidades que incluye jugar y entrenar el deporte del fútbol. Detlev Brueggemann logra ofrecer al entrenador innumerables herramientas para enseñar los componentes técnicos y tácticos del fútbol en un entorno relacionado con el juego, utilizando las prioridades del entrenamiento basadas en las necesidades de los jugadores (en oposición con los puntos fuertes de los entrenadores), seleccionando actividades que se centren en múltiples habilidades simultáneamente y en el concepto de transición como algo de gran importancia.
Mediante fotografías de partidos de alto nivel en las que se describen escenarios específicos, Entrenar desde el modelo de