Elena Pérez-Moreiras López

Sinergias entre la psicología y el coaching


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Bandler en los 70, Dilts en los 80 y Goleman, Wilber, Seligman y Csikszentmihalyi en los 90.

      Cada uno de los cuatro enfoques principales de la Psicología ha sido de gran influencia en el Coaching, y en la actualidad siguen usándose por los coaches, aunque con diferentes combinaciones en función de la historia personal y la educación de cada uno. La Psicología estructural y funcional siguen influyendo en la investigación sobre la consciencia humana, la Psicología dinámica sigue aportando técnicas para usar con los clientes, la escuela cognitivo-conductual influye en aspectos relacionados con el aprendizaje de adultos, y la Psicología Transpersonal sigue insistiendo para que la voluntad y la intencionalidad se incluyan, al igual que la espiritualidad, en todos los procesos relacionados con el desarrollo humano.

      Cada enfoque tiene su marco de trabajo con sus teorías, supuestos, modelos y protocolos. Usan la evaluación para potenciar la propia conciencia, ayudar al desarrollo de habilidades y favorecer las medidas correctivas. Todos contienen modelos terapéuticos, habilidades y técnicas específicas, aunque habitualmente se describan en lenguaje diferente.

      Fundamentos de las corrientes psicológicas y aportaciones al coaching

      Psicología estructural y funcional

      Su fundador, el médico Wilhelm Wundt, tituló el primer diario académico de Psicología Philosophical Studies. Wundt creía que la Psicología revelaría el funcionamiento de la mente de modo similar a como la fisiología reveló el funcionamiento del cuerpo, es decir, a través de la investigación científica. Para ello creó el primer laboratorio psicológico, convirtiéndose en el primer psicólogo experimental. Se preocupó de las sensaciones, de la naturaleza de la consciencia, de las emociones y de las percepciones. Creía que la auto-observación o introspección era una herramienta psicológica esencial.

      William James consideraba la Psicología como un mecanismo funcional para los que buscaban entender la conexión y las diferencias entre el cerebro y la mente. Tras estudiar Psicología tuvo una trayectoria entre la filosofía y la Psicología, destacando su trabajo The Principles of Psychology (1890), donde hizo un gran esfuerzo por distinguir las funciones de la mente y las del cerebro, así como otras formas en las que la experiencia se adentra en la consciencia. Hoy en día no se le puede leer fuera de su contexto histórico. Su trabajo constituyó la base del estallido de la investigación psicológica.

      Tanto los psicólogos estructurales como los funcionales creyeron que la introspección juega un papel importante en la exploración de la consciencia, por lo que los podemos considerar como los primeros defensores de las técnicas de autoayuda.

      Sus teorías son válidas especialmente para conocer más en profundidad los efectos de los estímulos externos sobre la mente, en especial cuando la mente está abrumada, así como las técnicas que se enfocan en las percepciones, en la auto-observación y en los estados conscientes de pensar, sentir y saber.

      Psicología psicoanalítica

      Una década después, Sigmund Freud presentó la práctica de su psicoterapia, denominada Psicoanálisis. Su trabajo se centró en arrojar luz sobre la mente inconsciente como medio de entender las acciones y los comportamientos conscientes.

      Investigó la conexión entre la sexualidad humana y el desarrollo psicológico, defendiendo la interpretación de los sueños y el uso de la hipnosis como medio para descubrir la consciencia humana.

      También aceptó experimentar con productos farmacéuticos como la cocaína para avanzar en sus investigaciones.

      La división del inconsciente en «Ello», «Superyo» y «Yo» cambió la dirección de su investigación y dominó el estudio psicológico durante décadas.

      Freud creía que las neurosis –enfermedades de la mente– se podían tratar más o menos de igual modo que los médicos trataban una enfermedad fisiológica, lo que suponía la existencia de una condición patológica que necesitaba curación, en lugar de servir como medio para desbloquear un potencial incompleto.

      Su colega Adler, junto con Jung (quien rompió con Freud), fueron los primeros en proponer una visión equilibrada y holística del individuo, creando las bases para el surgimiento de la Psicología Humanista .

      Adler buscó crear un significado y un propósito para la vida de cada persona, procuró encontrar pruebas de lo que estaba bien en las personas en vez de lo que estaba mal, y creyó que las personas eran capaces de solucionar por sí mismas sus problemas. Sus estudios se centraban en la naturaleza del ser humano, usando principios similares a los de Erickson (volveremos a Adler en la página 175).

      Jung se centraba en el despertar espiritual de la segunda mitad de la vida, así como el valor de los sueños en la identificación de arquetipos y en la sincronización y el inconsciente colectivo. Animaba a las personas con las que trabajaba a hacer un análisis de sus vidas con el fin de entender mejor su futuro en el contexto de su pasado.

      Alfred Adler aportó un enlace entre el Psicoanálisis y el resto de corrientes. Sus esfuerzos por mejorar la crianza de los hijos añadieron un objetivo de orientación a los técnicos conductuales, y su trabajo sobre cómo la gente construye su realidad actuando «como si» sus creencias fueran ciertas fue confirmado por los descubrimientos de la Psicología Cognitiva.

      Como mentor de Abraham Maslow y promotor de la igualdad entre terapeuta y cliente, su idea de que el impulso espiritual es innato preparó a los demás para la Psicología Transpersonal.

      Erickson, el padre de la Hipnoterapia, basó su enfoque en preguntar en lugar de decir, demostrando que las personas eran parte del sistema y que cuando el sistema cambiaba las personas cambiaban también.

      Contribuciones de la Psicología Psicodinámica al Coaching son la consciencia del instinto y el reconocimiento de las necesidades no satisfechas, así como el esfuerzo de los coaches por crear un significado, un propósito en la vida de sus clientes y ayudarles así a obtener una toma de consciencia más profunda de sí mismos.

      Según Hudson (1990), también señaló la aportación del énfasis de Freud en el pensamiento simbólico, la Psicología individual de Adler, el despertar emocional en la segunda mitad de la vida de Jung y la atención al mito personal de Gould.

      Psicología conductual

      Los enfoques conductuales y cognitivos fueron un intento de reconectar de nuevo el estudio de la Psicología con las ciencias naturales.

      Los psicólogos conductuales, Iván Pávlov, John B. Watson y B. F. Skinner, así como los psicólogos cognitivos Ulric Nasser y Noam Chomsky fueron los principales arquitectos de esta corriente.

      Pávlov, contemporáneo de Wundt, James y Freud, no sintiéndose atraído por las teorías de estos se dedicó al estudio de los estímulos identificables que condicionan las respuestas humanas.

      Su experimento más conocido fue hacer sonar una campana antes de dar comida a unos perros, en el que un timbre provocaba por sí mismo el funcionamiento de las glándulas salivares de los canes. Sin embargo, el acto de comer o mostrar la comida no era lo que causaba la salivación, sino que lo hacía la respuesta condicionada a un estímulo secundario.

      En otro de sus estudios vio que una sobrecarga de estímulo daba como resultado el «cierre» del sujeto, tanto físico como mental –inhibición transmarginal o TMI–, aunque comprobó que esto no ocurre igual en todos los sujetos, puesto que, además del estímulo, el reflejo condicionado depende también del «temperamento» natural del sujeto.

      Carl