David N. Steele

Romanos


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con la carga, el Señor nos mandó también el Espíritu de Verdad para guiarnos a toda verdad. Conforme leemos el mensaje inspirado podemos y debemos buscar la iluminación del Espíritu Santo, pues Él es el autor original de la epístola, y quiere y desea ayudarnos a través de las dificultades que podamos encontrar.

      La incredulidad ciega nos lleva a errar

      y a escudriñar su trabajo en vano,

      Dios es su propio Intérprete

      y Él nos lo hará liso y llano.1

      GORDON H. CLARK

      A. La importancia de Romanos

      Ninguna otra porción de la Sagrada Escritura establece la estructura doctrinal de la fe cristiana de forma tan completa y sistemática como lo hace la carta que el apóstol Pablo dirigió a los romanos. Martín Lutero, en su prefacio a la Epístola a los Romanos, escribió: “Esta epístola es el libro principal del Nuevo Testamento, el evangelio más puro. Merece no sólo ser conocida palabra por palabra por todo cristiano, sino que debiera ser el objeto de su meditación diaria, el pan cotidiano de su alma (…). Cuanto más tiempo se emplea en el estudio de ella, más preciosas aparecen sus enseñanzas”. También habló Lutero de la Epístola como de “la luz y el camino hacia las Escrituras…” Juan Calvino, refiriéndose a la misa carta, dijo: “Cuando uno comprende esta epístola, encuentra abierto el camino para la comprensión de toda la Escritura”. Coleridge definió Romanos como “el más profundo trabajo escrito” y Meyer la consideró como “la más grande y rica de todas las obras apostólicas”. Godet dijo que esta epístola es “la catedral de la fe cristiana”, y que “la Reforma fue, sin duda alguna, el resultado de la Epístola a los Romanos, conjuntamente con la dirigida a los Gálatas; y que cada avivamiento espiritual en la Iglesia estará siempre relacionado, casi con toda seguridad, en la relación de efecto y causa, con una mayor y más profunda comprensión de este libro”.

      La carta no sólo ha recibido tales alabanzas de los reformadores y teólogos del pasado, sino que también los eruditos de nuestros días la han alabado y tenido en idéntica estima. Gordon H. Clark escribió recientemente refiriéndose a Romanos, que “es la más profunda de todas las epístolas y, tal vez, el libro más importante de la Biblia…”. Hamilton, en su reciente comentario sobre Romanos, le llama “el libro más grande de la Biblia”. James I. Packer declara que “hay un libro en el Nuevo Testamento que encaja perfectamente con todo el contenido de la Biblia, y este libro es la Epístola a los Romanos (…). En Romanos, Pablo nos trae y establece, en un orden sistemático, todos los grandes temas de la Biblia ―pecado, ley, juicio, fe, obras, gracia, justificación, santificación, elección, plan de salvación, obra de Cristo, obra del Espíritu Santo, esperanza del cristiano, naturaleza y vida de la Iglesia, lugar de los Judíos y Gentiles en el propósito de Dios, filosofía de la Iglesia y de la historia del mundo, significado y mensaje del Antiguo Testamento, deberes de la ciudadanía cristiana, y principios de ética y piedad personal. Todo el panorama bíblico se nos ofrece a la vista desde la posición ventajosa que nos brinda la Epístola a los Romanos, de tal forma que el estudio de esta carta es el punto de partida más apropiado para la interpretación bíblica y teológica”.2

      Quisiera el Espíritu de Dios complacerse en revelar el contenido de Romanos a la Iglesia de la generación presente, y veríamos producirse un verdadero avivamiento espiritual entre nosotros, y Dios sería una vez más exaltado como el Omnisciente y todopoderoso Soberano de los cielos y tierra, el Origen, Rector y Fin de todas las cosas, el único que debe ser temido, amado, venerado, adorado y servido. La obra salvadora de Jesucristo, el Hijo eterno de Dios, sería una vez más proclamada como la única esperanza de salvación para una humanidad perdida. Los pecadores se verían a sí mismos como realmente son: corrompidos, depravados, perversos, indefensos, sin esperanza fuera de la misericordia de Dios, misericordia que Dios extiende sobre los inmerecidos objetos de su libre elección.

      Si Romanos fuera propiamente comprendida y fielmente enseñada por los ministros y maestros de nuestros días, sin duda que se produciría una revolución en el cristianismo de hoy, que haría volver a la Iglesia a la sana teología bíblica y al verdadero servicio espiritual. Reavivaría la rectitud de pensamiento y, por ende, la rectitud de vida.

      1. Propósito del bosquejo y notas

      Debido a la gran importancia de Romanos, este material ha sido preparado con el deseo de ayudar y animar en su estudio. No es éste un comentario hecho versículo por versículo, sino un bosquejo interpretativo encaminado a mostrar la estructura y argumentos de la epístola, al mismo tiempo que se expresa el significado real de Romanos en forma clara y libre de tecnicismos. En este bosquejo se han intercalado notas explicativas de las materias más importantes, en los lugares y puntos donde se ha estimado de mayor valor, y se han colocado en lugar aparte del texto principal del bosquejo. El propósito de estas notas es triple: (1) definir términos, (2) resumir, en un solo encabezamiento, las materias repetidas en distintas partes de la epístola, y (3) explicar concisa y brevemente algunas de las doctrinas básicas de Romanos. Estas notas han sido numeradas en pro de un mejor método de referencias. Por ejemplo, en lugar de decir “véase el segundo párrafo de la nota sobre justificación” se dirá: “Véase nota 1, B. pág. 51”. Donde se ha creído aconsejable, se han incluido gráficos con el propósito de ilustrarlas.

      Este estudio ha sido enfocado bajo un punto de vista positivo, tratando de mostrar enfáticamente las enseñanzas de Pablo, y evitando señalar y refutar lo que consideramos interpretaciones erróneas o imperfectas. Para mayor ayuda en la interpretación de esta epístola, véanse las notas bibliográficas de las páginas 165 y 171.

      a. Las personas no capacitadas para leer el idioma griego, en el cual se escribió la epístola, necesitan obligatoriamente una traducción del original, que será la que utilicen en este estudio. Ahora bien, como también se da el caso de que las traducciones tienen sus puntos fuertes y puntos débiles, se ha creído, no sólo conveniente sino aconsejable, el uso de más de una versión. El estudiante de habla hispana con buen conocimiento del idioma inglés, encontrará una gran ayuda cotejando los textos del presente libro con los que aparecen en la versión inglesa. En esta última se han usado la “Revised Standard Version” y “The New Testament in the language of the people”. En la presente versión castellana se utiliza la versión antigua de Reina Valera (V.A.R.V.) y la misma revisada en 1960 (V.R.); y, a menos que se indique lo contrario, todas las referencias que aparezcan en el bosquejo mismo pertenecen a la versión antigua. El hecho de que usemos la citada versión antigua no debe ser tomado como nuestra posición a favor de la misma en perjuicio de la revisada en 1960, pues debemos reconocer que ambas tienen defectos de traducción especialmente en el Antiguo Testamento. Donde estimamos que existe una seria inexactitud en la traducción, sea en la Versión Antigua de Reina Valera (V.A.R.V.) o en la Versión Revisada de 1960 (V.R.), así lo señalamos y tratamos de acoplar más satisfactoriamente el verdadero significado del original griego, citando las fuentes autorizadas en las cuales nos apoyamos para hacerlo. Incluimos estas dos versiones de Romanos porque, básicamente, nos parece encontrar en ellas la más exacta interpretación del idioma original traducidas en claro castellano, que hará fácil la comprensión del mismo para el lector o estudiante medianamente preparado. También consideramos que las diferencias de estilo y vocablos usados en cada una de estas dos versiones para traducir las mismas palabras griegas, se complementarán entre sí y darán al lector más clara visión de lo que Pablo dice y quiere dar a entender.

      b. La carta deberá leerse repetidamente.Para los principiantes, la mayor parte de la carta aparecerá ininteligible la primera vez que se lea; pero no debe desanimarse el lecto por ello. Continúe leyéndola y estudiándola, y verá cómo los pasajes que a primera vista parecen vagos y confusos, irán tomando forma y pronto se abrirán ampliamente y se convertirán en recompensa al estudiante