Fabiola Cabra Torres

Pensamiento educativo en la universidad


Скачать книгу

HISTORIA DE VIDA, SU FORMACIÓN Y SUS LOGROS ACADÉMICOS

      El padre Sergio Bernal Restrepo, S. J., nació en Medellín (Antioquia) el 28 de agosto de 1933, en el hogar formado por el doctor Alberto Bernal Nichols y doña Mercedes Restrepo Jaramillo y fue el mayor de tres hermanos. Tuvo una vida académica muy productiva, fue un sacerdote excepcional, un gran líder e inspiración para muchos jóvenes en los colegios y en las universidades donde trabajó, así como para quienes se formaban como sacerdotes. Su actividad intelectual, su dominio y experiencia en los temas de doctrina social fueron muy importantes para la iglesia, especialmente en el Vaticano y en América Latina. Era un excelente ser humano, maestro y formador. Falleció en Bogotá el 28 de enero de 2017, a los 83 años de edad, dejando una huella significativa en muchas personas, alumnos, colegas y sus amigos.

      El padre Sergio realizó sus estudios de bachillerato en el Colegio San Ignacio de Loyola en Medellín. Al terminar su bachillerato viajó a Estados Unidos e ingresó a Brown University (Providence, Rhode Island), donde cursó algunos semestres, pero su vocación religiosa fue más fuerte y decidió regresar a Colombia antes de terminar sus estudios e ingresó a la Compañía de Jesús el 30 de julio de 1953 en el Noviciado del Sagrado Corazón de Jesús, en Santa Rosa de Viterbo (Boyacá), donde hizo sus primeros votos religiosos el 31 de julio de 1955, día de la fiesta de San Ignacio de Loyola.

      En el noviciado realizó sus estudios humanísticos entre 1955 y 1956 y luego realizó estudios de filosofía en la Facultad de Filosofía de la Pontificia Universidad Javeriana en Bogotá entre 1957 y 1959, donde obtuvo el título de licenciado en Filosofía. En 1960 fue destinado a Roma a la Universidad Gregoriana, allí completó sus estudios de Sociología entre 1960 y 1961 y obtuvo el título de licenciado en Ciencias Sociales. En 1962 cursó estudios teológicos en Sankt Georgen (Frankfurt am Main), el Teologado de los jesuitas en Alemania. Después de terminar el primer año se fue a Roma donde continuó sus estudios teológicos entre 1963 y 1965 para recibir su licenciatura en Teología. Fue ordenado sacerdote en Roma en 1964 y, luego de terminar su cuarto año de Teología en 1965, hizo su Tercera Probación en La Ceja (Antioquia) en 1966.

      Entre 1967 y 1968 estuvo en Medellín como coordinador de estudios y profesor del CESDE (Centro de Estudios Sociales para el Desarrollo), y participó en el comité organizador del Survey que se llevó a cabo en la Provincia Colombiana de la Compañía de Jesús, como preparación de su planeación estratégica.

      En 1969 estuvo en la Universidad de Champaign (Illinois, EUA) preparando su grado en Economía y posteriormente en 1971 recibió el máster en Sociología en Brown University (Rhode Island), después de lo cual regresó nuevamente al CESDE donde fue profesor, y en 1972 fue nombrado director y superior de la comunidad educativa hasta 1973. El 15 de agosto de ese año hizo su incorporación definitiva a la Compañía de Jesús.

      Entre 1974 y 1975 fue socio (secretario privado) del padre provincial y consultor de provincia en Colombia. Fue rector del Colegio San Luis Gonzaga de Manizales entre 1976 y 1979, y en 1980 fue nombrado superior de la casa de formación de los jesuitas en el Juniorado de Bogotá, cargo que ejerció hasta 1983.

      En 1984 fue destinado a la Universidad Gregoriana en Roma como profesor de la Facultad de Ciencias Sociales y allí recibió el Doctorado en Ciencias Sociales en 1985. En 1988 fue nombrado decano de la Facultad de Ciencias Sociales y profesor de Sociología de la Universidad Gregoriana hasta 1996. En 1997 fue nombrado prefecto de estudios del Colegio Pío Latino Americano de Roma, y en el año 2000 nuevamente fue nombrado decano de la Facultad de Ciencias Sociales, cargo que desempeñó hasta el 2006.

      De regreso a la Provincia Colombiana fue nombrado decano del Medio Universitario en la Facultad de Ingeniería de la Pontificia Universidad Javeriana entre 2007 y 2013; en 2009 fue nombrado decano del Medio Universitario de la Facultad de Medicina, por lo que ejerció simultáneamente los dos cargos hasta el 2013 cuando terminó su período en la Facultad de Ingeniería y pasó a ser decano del Medio Universitario de la Facultad de Enfermería hasta el 2014. A partir de ese momento siguió como decano del Medio en la Facultad de Medicina hasta su fallecimiento.

      El padre Sergio hablaba 7 lenguas: español, inglés, italiano, francés, portugués, alemán y latín, lo que le permitió realizar muchas tareas a nivel internacional y tener una actividad intelectual muy productiva.

      Fue su sencillez y su generosidad en el momento de aportar su sabiduría las que hicieron que esta labor fuera más importante y significativa. Fue un educador, pero sobre todo un formador.

      EL EDUCADOR, MAESTRO Y FORMADOR

      El padre Sergio tenía un nivel de formación académica muy alto, ocupó muchas posiciones destacadas y reconocidas en la Universidad Gregoriana, en la Pontificia Universidad Javeriana y en el Vaticano como experto en Doctrina Social, como consultor y gran colaborador en estos temas. Pero fue su sencillez y su generosidad en el momento de aportar su sabiduría las que hicieron que esta labor fuera más importante y significativa. Fue un educador, pero sobre todo un formador. Su experiencia como rector en los colegios de la Compañía le permitieron acercarse a los niños y jóvenes, y comenzar con ellos el ejercicio de la pedagogía ignaciana, conocerlos, cuidarlos y acompañarlos en su proceso de formación. Esta tarea la continúa posteriormente en las casas de formación de los jesuitas y más adelante como profesor de los jóvenes universitarios en las diferentes instituciones por las que pasó. Es en esta actividad donde el padre Sergio, como lo pregona la pedagogía, fue un formador a través del ejemplo, más allá de sus conocimientos y su formación académica. Conoció a sus alumnos, con sus problemas y necesidades, fue cercano a ellos y esto le permitió ser su acompañante, su orientador y consejero.

      En su labor como decano en poco tiempo logró entender y compenetrarse con el día a día, con la particularidad y con el mundo complejo de cada una de las facultades por las que pasó, tanto en La Universidad Gregoriana como en la Javeriana. En sus afectos siempre estuvo la Universidad Gregoriana e Italia como ciudadano italiano que fue, pero en la Javeriana los ingenieros lograron conquistar sus afectos y, posteriormente, los médicos y las enfermeras, todos lograron ganarse un espacio y compartir ese gran corazón.

      Muchos aspectos marcaron su labor como educador y como formador, comenzando por su liderazgo y su carisma, por su compromiso y su ejemplo de vida. El padre fue un gran trabajador, dinámico, activo, incansable, siempre listo y dispuesto a recibir a aquel que necesitara de su apoyo y orientación. Su mente abierta, su capacidad de escucha, su visión clara y profunda del mundo universitario y del entorno, y su gran sabiduría le permitían ejercer su papel de líder, ser un crítico siempre positivo y constructivo, pero intolerante con la mediocridad y la ineficiencia y así lo transmitía a los estudiantes. Su ecuanimidad, sentido de justicia y equidad, su preocupación constante por el otro le permitían orientarlos y guiarlos en su mundo, en sus tareas y en sus retos.

      Muchos aspectos marcaron su labor como educador y como formador, comenzando por su liderazgo y su carisma, por su compromiso y su ejemplo de vida.

      Su mente abierta, su capacidad de escucha, su visión clara y profunda del mundo universitario y del entorno, y su gran sabiduría le permitían ejercer su papel de líder, ser un crítico siempre positivo y constructivo, pero intolerante con la mediocridad y la ineficiencia y así lo transmitía a los estudiantes.

      Fue un maestro cálido y amable, siempre abierto y comprensivo. Capaz de combinar mil tareas y actividades, presente en diversos frentes y en diferentes niveles de formación desde el pregrado, el posgrado, hasta los doctores de la iglesia, lo cual le permitía enseñar la importancia del trabajo en equipo, la búsqueda de la excelencia y la inclusión. Una entrega a su misión a toda prueba.

      Su vida era una lección de fe y de confianza en la providencia divina y en la ayuda de la Madona como él siempre llamaba afectuosamente a la Virgen, en cada acción, en cada actividad siempre invitaba a creer, a confiar y a poner las cosas en manos de Dios y de la Virgen, habiendo hecho la tarea en una forma juiciosa y responsablemente.

      El padre Sergio trabajó incansablemente en las facultades y en la Universidad por llevar el Medio Universitario a todos sus estamentos, sus vivencias profundas de los principios y la filosofía ignaciana para que fueran una realidad en el día a día. El trabajo