Esto sumado al atrezo que se desee utilizar supone tener en cuenta demasiados factores; por eso prefiere simplificar todo a una sola fuente, como el Sol, y mínimo atrezo, consiguiendo prestar atención a lo que realmente le interesa que es el propio niño y conseguir de ese modo las instantáneas tiernas a las que nos tiene acostumbrado. Habitualmente el esquema de luz que más utiliza es el indicado junto a estas líneas.
Una gran parte de las fotografías que realizará un especialista en niños se harán en estudio. Para estas sesiones no hay mejor alternativa que un equipo de flashes de estudio, pues ofrecen potencia suficiente para fotografías individuales o de grupos; así como tiempos de recarga rápidos, lo que es fundamental al trabajar con niños para poder tener la cámara y el flash listo para cualquier gesto divertido o interesante.
Aunque puede optar por equipos de flash basados en un generador que alimenta varios cabezales, no considero que sea lo más barato y cómodo cuando se trabaja con niños. Primero, los generadores suelen ser equipos más potentes y costosos, sin embargo no va a requerir de tanta potencia como entregan y por tanto ¿por qué pagar más? Además, ofrecen menos comodidad para poder trabajar con niños, porque obligan a tener cables de conexión largos desde cada cabezal al generador, con la posibilidad de que un niño se enrede en alguno de ellos y ¡arrastre una cabeza de flash al suelo! Resulta mucho más rápido y seguro trabajar con los cabezales autónomos, al solo requerir unos pocos enchufes distribuidos por las paredes del estudio y cables más cortos desde cada cabezal a dichos enchufes.
La opción más interesante son los flashes de estudio basados en cabezas autónomas que incluyen su propio generador de alta tensión para las lámparas de disparo del flash. Estos flashes suelen indicar su potencia en watios por segundo o W/s. Dado que en la mayoría de sus fotografías no tendrá que iluminar más que una zona de unos 3 metros de ancho por 2 metros de altura, o incluso menos si la fotografía es solo de un niño de corta edad, los cabezales con potencia entre 300 y 500 W/s son los más apropiados. Le permitirán usarlos a una distancia de unos 2 metros del sujeto, con accesorios difusores como una ventana o paraguas, y poder disparar a diafragmas entre f/2,8 y f/8 usando únicamente fracciones de la potencia de carga. De esa forma se consigue un tiempo de recarga más rápido y que el flash pueda disparar inmediatamente; de hecho unidades modernas como el flash Profoto B2 permiten llegar hasta 20 disparos por segundo.
Aquí puede observar a Alba Soler trabajando con los flashes Profoto B1, que mediante sus baterías le permiten trabajar en exteriores casi con la misma comodidad que lo haría en su estudio. Para realizar la fotografía a la derecha situó sobre una jirafa un accesorio Beauty Dish portátil, también de Profoto, a la izquierda de la niña y un poco elevado para que la luz iluminara el lado de ella que miraba a la cámara, al objeto de conseguir expandir visualmente su cara que era muy delgada, usando un esquema de iluminación ancho tal como se explica en el capítulo 4.
Canon 5D Mark III, Canon 85 mm f/1,2, ISO 400, f/2,8, 1/200 s.
Después de probar varias marcas y soluciones de iluminación, tanto basadas en flash como en luz continua, nuestros tres fotógrafos usan actualmente cabezas de flash con generador de la marca Profoto. Manuel González trabaja con las cabezas de flash para estudio Profoto D2 conectado a la red, porque le permiten fotografiar con diafragmas muy abiertos y el tiempo de carga es extremadamente rápido consiguiendo que no se escape ningún disparo. Pepa Valero usa las cabezas Profoto D1, B1 y B10; mientras que Alba Soler eligió las Profoto B1 y B2 porque pueden usarse tanto en estudio como en localizaciones mediante baterías.
Muchos fotógrafos de niños se especializan en escenarios fuera del estudio. Ello suele implicar disponer de iluminación adicional por si fuera necesario complementar la disponible en dichas localizaciones. Actualmente los equipos de flash de pequeño tamaño concebidos para ser controlados por cámaras SLR constituyen la opción más cómoda para el fotógrafo de niños en exteriores. Ciertos equipos profesionales de flash, como los indicados anteriormente de Profoto B2, admiten alimentación con baterías específicas y podríamos decir que se sitúan a medio camino entre los flashes específicos de estudio y los portátiles, aunque por su elevado precio van a ser de uso casi exclusivo para profesionales. Evidentemente el menor precio de las unidades portátiles compactas –también denominadas Speedlight– combinado con su potencia razonable y facilidad de uso hacen de ellas la mejor opción para los padres o madres aficionadas.
La potencia de un flash portátil viene indicada por el Número Guía que ofrece el fabricante en sus características. Con el Número Guía y la distancia entre flash y sujeto puede calcular fácilmente el diafragma que debe ajustar en la cámara, dividiendo el Número Guía por esa distancia. El Número Guía se indica para una sensibilidad dada, normalmente 100 ISO. Si incrementa la sensibilidad tendrá que buscarlo para esa sensibilidad o calcularlo, simplemente, multiplicando por la raíz cuadrada de 2 (aproximadamente 1,4).
Adquiera flashes que tengan un Número Guía elevado, pues muchas fotografías de grupo requieren situar los flashes a bastante distancia del sujeto para iluminar a éste y la escena en conjunto. Si tiene uno de 40 y sitúa el flash a una distancia de 6 metros, la fórmula anterior le indica un diafragma de 6,6, suficiente para obtener una buena profundidad de campo a esa distancia con un objetivo angular moderado. Pero si el flash tuviera un Número Guía inferior tendría que situar un diafragma demasiado abierto y correr el riesgo de una profundidad de campo pequeña o recurrir a incrementar la sensibilidad en su cámara lo que le provocará más ruido y peor calidad de color. Elija flashes con N.G. de 40 como mínimo.
Modos de flash
La mayoría de los flashes modernos incorporan tres modos de funcionamiento:
• Manual: El fotógrafo ajusta el flash para que entregue toda o parte de su potencia y también es responsable de situar el diafragma para que la exposición sea correcta.
• Automático: La célula fotoeléctrica de la propia unidad de flash mide la luz del flash que rebota en el sujeto y corta el destello cuando considera que la exposición es correcta.
• TTL (siglas de Through The Lens): La cámara capta la luz emitida por el flash y corta el destello cuando considera que la exposición es correcta. Este modo requiere de un flash que sea capaz de comunicarse con la cámara para intercambiar parámetros y órdenes de activación/desactivación.
Modo Manual
En fotografía social los dos modos más usados son el Manual y el TTL, así que veamos cómo sacar el máximo partido de ellos. En el modo Manual deberá conocer el Número Guía para la sensibilidad que esté usando en ese momento y la distancia del flash al sujeto, después aplique la fórmula:
Diafragma o nº f = Número Guía / distancia
por ejemplo, para un flash de Número Guía 60, si la distancia flash al sujeto es de 6 metros:
f/ = 60/6 = 10
Consulte el Número Guía que indique el fabricante de su flash si necesita usar otra sensibilidad ISO. Si no cuenta con dicha tabla puede calcularlo aproximadamente, considerando que cada vez que duplica la sensibilidad ISO el Número Guía se multiplica por la raíz cuadrada de 2 (aproximadamente 1,4). También puede calcularlo fácilmente sabiendo que cada vez que incrementa su sensibilidad dos pasos (por ejemplo de 100 a 200 y de 200 a 400), el Número Guía se duplica. O sea que si tiene uno de 60 para 100 ISO, si incrementa su ISO a 400 el Número Guía aproximado será de 120.
Considere que si su flash cuenta con una antorcha motorizada con zoom, el flash abrirá más o menos el cono de luz para adaptarse al ángulo de cobertura