Si se ríen al verla es que estamos consiguiendo nuestro propósito, y entonces defenderás tu decisión creativa ante quien sea. Recuerda que es muy común que los niños se diviertan jugando a girar sobre sí mismos hasta marearse y perder el equilibrio.
Para valorar lo acertado de la decisión creativa de Johnny Deep solo debemos fijarnos en la cantidad de niños que utilizan a Jack Sparrow para disfrazarse de él en sus fiestas, y la labor social que desempeñó Deep visitando a niños hospitalizados con enfermedades graves, vestido como el capitán Jack Sparrow, porque era al personaje que esos niños querían ver.
Como en el caso de Johnny Deep, es posible que encuentres dificultades, pero debes entender que la meta que persiguen los directores y productores es conseguir que sus proyectos sean un éxito. Por lo que, si tus propuestas hacen crecer la historia, generalmente serán bienvenidas. Y si no, haz lo que puedas.
En un escenario ideal, una vez te hayan proporcionado el guion y lo hayas leído, tendrás una reunión con el director en la que te explicará su visión de la historia y de tu personaje. Debes tenerla muy en cuenta. Luego comenzarás tu trabajo de análisis de la historia y de tu personaje. De aquí te surgirán una serie de dudas, ideas e impresiones que deberías compartir con el director y, a partir de ahí, pasar a la creación de tu personaje.
Lamentablemente esto no te sucederá a no ser que tengas un personaje con una presencia trascendente en la historia y un gran director, o que hayas conseguido un estatus profesional que te permita exigirlo.
Hay propuestas que necesitan de un cierto trabajo de guion, pero hay muchas propuestas que ni siquiera necesitan ser compartidas con el director, y basta que las muestres en el ensayo o al grabar la escena. En caso de que el director no las acepte, escúchale. Quizás tenga razón. Si no te lo parece, deberás ser capaz de defender que tu propuesta hace crecer no solo a tu personaje, al darle mayor dimensión o matices, sino que también a la propia historia.
También hay propuestas que son internas del personaje, esto es, decisiones que tomas para justificar internamente su comportamiento. Esas decisiones no “tienes” que compartirlas con nadie. Es más, te recomiendo que no lo hagas, para evitar una mala acogida que te provoque frustración o inseguridad.
Incluso hay propuestas que te surgirán en el mismo momento en que estés grabando determinada toma. Permítete fluir y mostrarla. Si no le gusta al director, repetirá la toma.
No debes temer que se repita una toma porque te estés comportando como un actor creador. Se repiten tomas por muchos motivos menos importantes y trascendentes en el devenir de la historia
No seas de esos actores que, cuando otro actor presenta una propuesta en un ensayo, le pregunta si lo va a hacer así. O peor aún, un actor que le dice a otro actor que no lo haga de determinada forma. Eso significa que no le estás viendo como personaje, sino como actor, porque estás pretendiendo que te dé lo que imaginaste que te daría cuando preparabas la escena. Estás en tu cabeza y no presente en lo que está sucediendo. Si lo vieras como personaje, no le dirías nada, simplemente reaccionarías a lo que sea que te hagan o digan, tal como haces en tu propia vida. Además, dirigir a los actores es el trabajo del director. Tú deberías centrarte en “dirigirte” a ti mismo con el fin de conseguir realizar un gran trabajo.
Ejercicio:
¿Qué es lo que provoca que, al pensar en la película El silencio de los corderos, del primer personaje que nos acordemos sea el de Hannibal Lecter, siendo este un personaje secundario?
Te recomiendo que veas la presentación del personaje o la película completa antes de seguir leyendo y saques tus conclusiones.
Recuerda el dicho: “La primera impresión es la que cuenta”. O al menos la que más cuenta, diría yo. Por este motivo te recomiendo que empieces a fijarte en la forma en que nos presentan a los personajes.
Espero que hayas realizado el ejercicio y sacado tus propias conclusiones. A continuación, te expongo las mías:
Antes de que se mencione a Hannibal Lecter, vemos las instalaciones del cuartel central del FBI, mientras acompañamos a la joven estudiante a agente del FBI Clarice Starling. Clarice llega al departamento de Ciencias del comportamiento y espera a Jack Crawford en su oficina. En la pared vemos unas fotos de mujeres muertas, a las que les faltan trozos de piel; de la parte frontal del torso, de un brazo y de la espalda. Y un recorte de periódico: «Bill despelleja a su quinta víctima».
Aparece Crawford, jefe del departamento de perfiles psicológicos del FBI, y le dice a Clarice que ha surgido un trabajo para ella. En realidad, no es un trabajo, sino un encargo interesante. Crawford nos introduce en el currículo de Clarice —nos la presenta—, una joven muy bien preparada, y que, cuando termine su formación, quisiera trabajar en su departamento de Ciencias del comportamiento. Crawford entra en materia, le dice a Clarice que «están entrevistando a todos los asesinos múltiples que tienen encerrados, para trazar un perfil psicológico que sería de gran ayuda para los casos sin resolver. La mayoría de los asesinos acceden a hablar con ellos».
CRAWFORD
¿Se asusta fácilmente, Starling?
CLARICE
Aún no, señor.
CRAWFORD
Pero el que más nos interesa se niega a cooperar.
CLARICE
¿Quién es el paciente?
CRAWFORD
El psiquiatra Hannibal Lecter.
CLARICE
Hannibal el Caníbal.
Es decir, que come humanos y que por esto tiene cierta fama, que hace que Clarice sepa de quién se trata. Crawford le dice que «no espera que colabore con ella, pero que quiere intentarlo. Si no coopera, quiere que le haga un informe: ¿Qué aspecto tiene? ¿Cómo es su celda? Si dibuja, ¿qué dibuja?».
Clarice le cuestiona por la urgencia: «Lecter lleva mucho tiempo en prisión. ¿Existe alguna conexión entre él y Búfalo Bill?» —el del recorte del periódico relacionado con las fotos de las mujeres—.
CRAWFORD
Ojalá la hubiera... Póngame mucha atención, Starling. Tenga mucho cuidado con Hannibal Lecter. El doctor Chilton repasará con usted todos los procedimientos de seguridad. No los incumpla bajo ningún concepto. Y no le cuente nada personal. Créame, no debe permitir que Hannibal Lecter entre en su mente. Haga su trabajo, pero no se olvide jamás de lo que ese hombre es.
CLARICE
¿Y qué es?
De ahí llegamos al despacho del doctor Chilton, jefe del Psiquiátrico de Baltimore donde está encerrado Hannibal Lecter.
DR. CHILTON
Es un monstruo, un verdadero psicópata... Es tan difícil capturar uno vivo. Desde el punto de vista de la investigación, Lecter es nuestro activo más preciado.
Chilton nos hace ver que Clarice es atractiva al invitarla a salir. Clarice lo rechaza y Chilton continúa.
DR. CHILTON
Por supuesto que hemos intentado estudiarlo, pero es demasiado sofisticado para las pruebas estándar... Nos odia, cree que soy su némesis... Crawford es muy inteligente por usarte a ti.
CLARICE
¿Qué quiere decir?
DR. CHILTON
Una jovencita guapa para excitarlo... Creo que Lecter no ha visto una mujer en ocho años. Y tú eres justo de su gusto, por así decirlo.
Recuerda que ya nos dijeron su mote, Hannibal Caníbal.
Todo esto sucede en el despacho del doctor Chilton y mientras caminan por el interior del psiquiátrico, atravesando puertas de seguridad y bajan escaleras hasta lo que parece ser el lugar más recóndito del psiquiátrico. El doctor Chilton le avisa de que debe cumplir las reglas de comportamiento en todo momento.
DR.