de los ejemplos es fácil reconocer que el primero tiene una apariencia de sano y el segundo de enfermo.
Facies
La facies o expresión de la cara está íntimamente emparentada con el aspecto general y el estado de salud o enfermedad del paciente y puede ser definitiva en el diagnóstico de una enfermedad (ejemplo: mongolismo, lepra) o en la apreciación de la gravedad de un cuadro clínico (ejemplo: facies dolorosa, deshidratación, sepsis).
Algunos tipos de facies son típicas de algunas enfermedades al punto que con solo verlas es posible hacer el diagnóstico: en la figura se puede apreciar la facies hipocrática del enfermo en condición grave; la facies hipertiroidea del paciente con hiperfunción de la glándula tiroides y la facies acromegálica del paciente con aumento de la hormona del crecimiento (figura 1-3).
Figura 1-3. Facies A. hipocrática B. hipertiroidea C. acromegálica.
La interpretación de estas facies se aprenderá a medida que usted acumule experiencia en el acto de examinar a los pacientes y finalmente será capaz de reconocerlas a primera vista. Este tema corresponde a los textos de semiología médica (arte de interpretar los síntomas y signos de las enfermedades para llegar a un diagnóstico). Le recomiendo desde ahora investigar en textos de semiología o en internet otras muchísimas facies que están descritas para que se familiarice con ellas. Le será de mucha utilidad en adelante.
Estado nutricional
Una primera mirada a la persona objeto de examen (después de tener cierta práctica) nos brindará información acerca del estado nutricional mediante la observación de aspectos tan sencillos como la calidad del cabello, el aspecto de vitalidad y normal trofismo (se refiere a la calidad del tejido examinado), de la piel, el peso proporcional a la estatura (de manera subjetiva) y el estado de las uñas. El individuo bien nutrido tendrá un cabello grueso, de un solo color, uniforme; su piel será de buen grosor al pellizcarla suavemente, con brillo natural y con sus faneras bien conservadas; las uñas lisas, brillantes y de buena calidad. De este individuo descrito, bien nutrido, se dice que es eutrófico; quien no lo es será llamado distrófico, y este último a su vez, puede ser hipotrófico (desnutrido, o sea peso por debajo del aceptado para su estatura) o hipertrófico (peso aumentado para la talla a expensas del compartimento muscular) u obeso (peso aumentado para la estatura pero a expensas del compartimento de la grasa). En el siguiente apartado se profundizarán estos conceptos.
Estados de nutrición
•Eutrófico.
•Distrófico.
■Hipotrófico.
■Hipertrófico.
■Obeso.
Signos vitales
Los signos vitales se llaman así porque informan si un individuo está vivo, y por tanto, se pierden al morir. Se alteran frecuentemente en los estados de enfermedad y regresan a lo normal cuando se recupera la salud. De allí la importancia de dominar las técnicas de su medición y de conocer qué significa cada uno de ellos. Se consideran signos vitales:
•La presión arterial.
•El pulso.
•La temperatura.
•La frecuencia respiratoria.
•El peso, la talla o estatura y el índice de masa corporal (IMC).
Nota: en sentido estricto, el peso, la talla y el índice de masa corporal (IMC) no serían signos vitales, ya que se conservan al morir; sin embargo, se investigan con los demás y se consignan juntos en la historia clínica.
Presión arterial
(Ver también capítulo de presión arterial)
La presión arterial da una idea de la fuerza que existe dentro del sistema vascular arterial y de la fortaleza con la cual el corazón impulsa la sangre a todos los rincones del organismo para permitir el suministro de insumos y retiro de productos de deshecho, tarea indispensable para el normal funcionamiento celular.
Los requisitos para una correcta toma de presión arterial (PA) son:
•Reposo de 3 a 5 minutos, acostado.
•Manguito bien ajustado, que debe cubrir las dos terceras partes de la longitud del brazo.
•Tomar la PA en ambos brazos. En caso de alteración, tomar la PA con el paciente sentado y de pie.
•Tomar la PA de forma palpatoria y por auscultación.
El último reporte que informa el rango de valores aceptado como normal y patológico está definido por The Eight Report of the Joint National Committee on Prevention, Detection, Evaluation, and Treatment of High Blood Pressure (JNC 8 2014, de los EE.UU.) y es el siguiente:
Categoría | PA sistólica | PA diastólica |
Normal | < 120 | < 80 |
Prehipertensión | 120 - 139 | 80 - 89 |
HTA estadio 1 | 140 - 159 | 90 - 99 |
HTA estadio 2 | ≥ 160 | ≥ 100 |
Pulso
(Ver capítulo de sistema vascular periférico)
El pulso se refiere a los cambios cíclicos de distensión de la pared de cualquier arteria producidos por el paso de la sangre con cada latido cardíaco; es un reflejo de la manera como el corazón funciona al expulsar su contenido sanguíneo y volviéndose a llenar previo a la siguiente contracción o sístole cardíaca. No se pueden palpar los pulsos de todas las arterias del organismo, por lo tanto, para identificarlo se han establecido algunas arterias que por estar muy superficiales (a la mano) permiten una rápida obtención de las características del mismo. Referirnos al capítulo de vascular periférico para conocerlas.
Apreciar las siguientes características del pulso arterial luego de un período de reposo de 3 a 5 minutos:
•Amplitud: es el grado de desplazamiento o dilatación de las paredes arteriales con cada latido cardíaco.
•Ritmo: uniformidad de cada pulsación que entrega una experiencia palpatoria de igualdad entre evento y evento sistólico.
•Elasticidad de la pared arterial: facilidad para comprimir la arteria con la presión digital y retorno a su posición inicial al liberarla.
•Frecuencia del pulso: número de latidos por minuto. Debe corresponder exactamente con la frecuencia del corazón.
Lo normal es 60-100 pulsaciones por minuto
Temperatura
La temperatura corporal es una expresión de la actividad metabólica que cambia permanentemente en el organismo y de la eficacia de los mecanismos de control que la mantienen dentro del rango apto para el óptimo funcionamiento de todos los sistemas orgánicos. La temperatura corporal normal varía de un paciente a otro y en un mismo individuo cambia durante el día, lo que determina el comportamiento circadiano (del latín circa: "al rededor de" y de dies: "día") de la temperatura (figura 1-4). Así, la temperatura corporal normal varía dentro de un rango, el cual está entre 0,5ºC